Spike The Hunter

El reencuentro

Por la puerta principal entro nuestro amado y odiado escritor con su ropa hecha un desastre y con sus maletas de viaje a punto de romperse.

The only 95: ¿Cómo rayos supieron que estaba en Tangamandapio? – se pregunto a sí mismo cuando ni bien bajo del avión había una muchedumbre de sus lectores que lo esperaban para lincharlo.

Blizz Silver: Vaya que vienes hecho mierda the only – menciono un pegaso de alas metálicas el cual era uno de sus OCs que se encontraba comiendo unas mentas que tenía en una bolsa.

The only 95: A ya estás aquí, has visto al canoso, quiero hablar un par de cosas con él – sospechaba de que Steven fue el que dijo a los lectores donde se escaparía.

Blizz Silver: No tengo ni puta idea de donde estará.

PAAM! PAAM! PAAM!

El escritor se asomo por la ventana y vio su casa rodeada de sus lectores... otra vez.

The only 95: Maldiciones me siguieron, puedes ayudarme Blizz.

Blizz Silver: Ni cagando, no seré el más listo de esta casa pero reconozco una muerte segura cuando la veo, así que te jodes solo – dicho esto el pegaso mal hablado se retiro a su cuarto.

Pronto los golpes en la puerta se hicieron más fuertes y los gritos de los lectores aumentaron, muchos exclamando a viva voz de que decapitarían a The only.

The only 95: Menos mal tengo esto – de su bolsillo saco un USB – que bueno que en el viaje de avión me puse a escribir – puso el USB en su laptop para subir el capitulo - a subir el capitulo y salvar mi cabeza se a dicho.

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Spike se levanto con cuidado, aun no estaba del todo bien luego de su ultima cacería, examino su antiguo cuarto y le sorprendió encontrar todo en su lugar o por lo menos así intuía como lo dejo hace 6 años... corrección, 6 meses que pasaron en Equestria, así que no debían de ser muchas las cosas que cambiaron en ese lapso.

—Está limpio — dijo el dragón al pasar su mano por su repisa, no había mucho polvo como él esperaba, eso significaba que limpiaban con regularidad su antiguo cuarto.

De pronto Spike escucho unos ruidos proveniente de afuera de su cuarto, lentamente camino estando alerta, a pesar de la nostalgia del lugar eso no significaba que tenía que descuidarse, para un cazador prevenir un ataque sorpresa te podía salvar de una muerte segura.

De su pantalón armadura Jinouga saco una pequeña daga que tenia oculta, al tener un tamaño compacto le serviría mejor que cualquiera de sus otras armas si quería hacer un ataque sigiloso. Abrió la puerta con su cola y salió despacio apegando la daga a la altura de su pecho vendado, de esta forma podría defenderse de proyectiles así como pasar a una ofensiva rápida.

Ya una vez en los pasillos, a sus oídos llegaron las voces, 7 para ser exactos, todas femeninas, 6 muy familiares y la ultima no recordaba de quien era.

—*No necesitare esto* — guardo la daga de vuelta a su pantalón de armadura.

Se acerco a las escaleras para escuchar la conversación, no quería hacer acto de presencia, no aun, necesitaba recolectar información y en lo más posible no encontrase con ellas por ahora, tenía una misión importante que cumplir y solo confiaba en una pony que podía ayudarlo.

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—Entiendo que por mis conocimientos a mi acudieran pero lo que no comprendo es porque tanto se alteran — menciono una mujer de piel oscura de extraños ropajes blancos con negro así como su pelo, sin olvidar lo adornos de oro en su cuerpo.