Spike se da cuenta que sus 6 amigas lo dejan de lado (sin saber exactamente la razón) y que la mayor parte de Ponyville le tiene miedo u odio por el accidente de su Avaricia, pero un gato dorado lo ayudara (De una manera poco ortodoxa) a descubrir s...
En un campo lleno de hielo hasta donde podía llegar la vista, corría un cazador de armadura plateada con escamas rojas y unas muy pronunciadas hombreras, así mismo con un casco con una especie de cresta en el, en su espalda portaba su arma.
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El cazador se detuvo, escondiéndose detrás de un gran bloque de hielo, respiraba agitadamente tratando de recuperar el aliento luego de estar corriendo por quien sabe cuánto.
GRAAAAAAAA!
Aquel rugido sepulcral lo hizo volver en sí, desenvainando su arma que era una katana con una hoja curveada y en el lado sin filo tenias metales de color cian oscuro.
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Al cabo de un rato comenzó a escuchar pisadas que segundo a segundo se oían más fuertes, claro indicativo que aquella criatura estaba pronto a llegar a su ubicación.
El cazador comenzó a temblar, no por el miedo, si no porque el aire se había vuelto más frio, mucho más de lo normal y eso que él se encontraba rodeado de nieve y hielo.
CRASH!
El cazador logro alejarse justo a tiempo en el que bloque de hielo fue hecho añicos con un simple zarpazo de aquella bestia que lo seguía.
Retrocedió un par de pasos y forzó su vista para tratar de ubicar al monstruo en aquella espesa niebla helada que bloqueaba su vista, si quería mantenerse con vida, tendría que evitar un ataque sorpresa.
De pronto de la neblina, dos ojos rojos como la sangre aparecieron, inmovilizando al cazador el cual se quedo quieto vislumbrado aquellos ojos bestiales, cualquier mínimo error le costaría la vida.
GRAAAAAAAA!
La criatura arremetió velozmente y el cazador apenas logro esquivarlo haciéndose hacia un lado, sin embargo, su brazo y pierna izquierda se entumecieron, esa criatura emanaba un gran frio a su alrededor que sin necesidad de tocarte, ya te afectaba con tal de estar cerca.
―Demonios ― murmuró el cazador reacio a caer en aquel momento solo por sus extremidades entumecidas.
Un tipo de ruido diferente en la neblina le llamo la atención, solo bastaron unos segundos para saber que era.
