Capitulo 21

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-...¿Papa?

¿Qué hace mi padre aquí? Llevaba sin verlo casi diez años. Se le notaba el paso del tiempo. Su hermosa melena castaña ahora estaba cortada, su rostro estaba cubierto por una delicada barba y sus ojos verdes estaban un poco mas apagados. Pero a pesar de todo, seguía siendo él.

-...Tera.- me dijo desanimado.

-¿Qué haces aquí?

- En esta casa son bienvenidos todos los cazadores que necesiten hospedarse.- me dijo.- Voy a los establos.- y se fue.

Esas fueron sus primeras palabras al veeme después de tanto tiempo... En un rincón de mi ser, tenía la ligera idea de que había venido a por mí. De que me quería. De que no quiso abandorme. Esas ideas siempre estaban ahí, aunque yo sabía que no eran ciertas.

Mi tío estaba sentado a su lado. Parecían que estaban en una discursión por sus expresiones, así que abandone la sala. Fui a mi cuarto.

Entré y cerré la puerta. Me desplomé al suelo llorando. ¿Por qué? ¿Por qué ahora? por mi cabeza pasaban un montón de preguntas. ¿Qué hacia mi padre aquí? ¿Sabía que yo estaba? Si es así ¿me quería hacer algo? ¿Me quería matar por ser la hija de Dan? Me sacó de mis pensamientos una presencia en mi cuarto. Jonh.

-¿Tera, que te pasa?- se acercó a mí y me intentó consolar abrazandome.

-Mi padre...

-Si Tera, tu padre esta aquí, pero tranquila se irá pronto.

-Pe... pero...

-Ssssssh cálmate cariño, yo estoy aquí.- Me abrazó mas fuerte y yo me aferré a su camiseta, así hasta que me relaje.

-Jonh.

-¿Si?

-Gracias.- le sonreí y le di un beso.

No sabía como agradecerle todo lo que había hecho por mí. Además yo le quería, yo le amaba y él me correspondía.

Él siguió el beso hacia mi cuello, y ahí paró.

-Jonh, puedes.- le sonreí y el me miró agradecido.

Me agarró de la cintura y tiró de mí hacia él. Sus colmillos perforaron mi cuello con cuidado. Di un gemido. Él bebía de mí, despacio, saboreando cada gota. Notaba sus labios en la superficie de mi piel. Me gustaba esa sensación.

Cuando me agarré de su hombro paró. Me sentía algo debil y él comprendió. Se alejó poco a poco de mí sin soltarme de mi cintura y me besó.

-Te quiero.- me dijo.

Al escuchar eso me sonroje y en mi  interior se sentía flotar. Siempre me pasaba y él lo sabía. Le encantaba verme así. Se rió. Mi cuerpo siempre reacciona así al escuchar esas dos palabras juntas “Te quiero".

-Te amo.- le dije, eso hizo que se sonrojara y se tapó la cara con las manos. Me rei. Era como un niño. Lo amaba con todo mi ser.

Nos fuimos a comer. Jonh se sentó a mi lado como siempre y en frente mía se sentó mi padre. Yo estaba muy incomoda. No me paraba de mirar. No comprendía esa mirada, no sabía lo que intentaba decir con esos ojos.

Terminé lo antes posible de comer y fuí a los establos a entrenar con mi arco. Lo vi, ahora tenía un pequeño lacito rojo atado. Me pareció tierno, fuera de quien fuera lo deje ahí. Lo cogí y me dispuse a quitarle las astillas.

Me sentía mareada, no se por qué. Jonh tomó mi sangre, pero e comido y ya debería estar recuperada. Seguí con el arco, no me tenía que preocurar de nada. Caba vez me sentía peor, eso me hizo descuidada y me clave unas pocas de astillas. Daba igual, despues me las quitaría.

Cuando la noche llegueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora