Capitulo 22

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-Yo puedo hacer que viva, pero necesitaré algo a cambio...- dijo Dan.

Yo estaba dispuesto a todo, lo que sea, con tal de verla otra vez, haria lo que sea. La necesito.

-¿Cómo puedes hacer que viva?- preguntó Diana algo malhumorada- Se medicina y tres estacas en el pecho a un vampiro... es imposible que viva...

-A un vampiro no... pero una cazadora si.- dijo Dan.

-¿Qué?- dije desorientado, ya que no entendía que quería decir.

-Tera tiene parte vampira y parte cazadora, si le arrebato su parte vampira... podrá vivir como cazadora.

-¡Hazlo! ¡Haz lo que sea con tal de que viva!- dije con esperanza.

-No es tan fácil... si le arrebato su parte vampira... perderá todos sus recuerdos relacionados con ellos.

¿Cómo? Sus recuerdos que tengan que ver con vampiros... Yo. ¿No me recordara? No sabrá quien soy, nada que hallamos pasado los dos. Nada.

Me da igual, la volveré a conquistar. La necesito, la necesito con vida. Necesito sentirla, estar a su lado, besarla, abrazarla... ¡Dios! La necesito más que a mi vida.

-Vale, sea lo que sea, hazlo.- dije algo triste- Solo quiero que viva.

-No es solo eso. Tu no la podrás ver. No podrá recordar nada de sus recuerdos de vampiros o morirá. No podemos a arriesgar a que te reconozca- dio una pausa.- Tu vendrás conmigo.

-¿N...no podre verla?

-Eso es. Tu decides. Que viva pero jamás sabrás de ella o que muera y olvidarla. Eliges.

Nunca la veré... es como si para mí estuviera muerta. Pero quiero que sea feliz... Aunque sea sin mí.

-...Que viva.- dije con pesar.

-Que así sea. Después no te arrepientas.

-Oye ¿y tu que ganas con todo esto?- le dije.

-Sus poderes.- rió. Su risa me dio un escalofrío.

Dan me apartó de Tera. Se acercó a ella y le mordió el cuello. Yo estaba frustrado... Se apartó de su cuello. Puso su frente con la de Tera y empezó a recitar algo. No se lo que era, no lo entendía.

Cuando terminó se apartó y sus ojos se volvieron rojos. Las heridas del pecho de Tera estaban sanando.

-Ya está. Tardará un par de días en despertar. Durante esos días- se dirigió a mí- podrás estar con ella, pero cuando despierte nos iremos.

Yo asentí y a continuación cogí a Tera y la llevé a su cuarto. Esa sería la última vez que la tendré entre mis brazos... La dejé en su cómoda cama y me tumbé a su lado, mirandola. Nunca sabía cuando sería la última vez que la podría ver...

Su pelo castaño, sus largas pestañas, su pequeña y respingona nariz, sus suaves y blandos labios... Todo de ella era precioso. Tenía que memorizar su hermoso rostro, ya que no la podré ver nunca más... No supe cuanto tiempo estuve mirandola hasta que me interrumpieron.

-Jonh, voy a bañarla y a cambiarle de ropa.- dijo Diana.

Yo salí del cuarto. Fui hacia abajo. Me encontré a Antonio en el sofá con la mirada fija en el suelo. Me acerqué a él.

-Antonio, ¿qué a pasado con su padre?- le pregunté.

-Se a encargado Dan.-me respondió.- Jonh... siento que te tengas que ir, que sepas que hubiera aceptado que estuvieras con Tera. Pero tranquilo, cuidaremos de ella.- me sonrió apenado.

Cuando la noche llegueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora