I

1.1K 97 44
                                    

Lucas estaba frente al juez esperando su sentencia, se le acusaba de haber hackeado los semáforos de las calles de toda la ciudad lo que provocó un choque masivo en todos los lugares

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lucas estaba frente al juez esperando su sentencia, se le acusaba de haber hackeado los semáforos de las calles de toda la ciudad lo que provocó un choque masivo en todos los lugares. A pesar de ser un chico de 16 años que medio mundo reconocía como el chico taciturno, fue regusto como joven que provocó el más grande accidente de transito de todo el país.

Lucas sabías lo que había hecho, era consiente y se auto -declaró culpable sin preámbulo alguno. Su objetivo «creía» fue un éxito cuando oyó por fin al juez sentenciarlo durante los próximos cuatro años en el campamento para chicos indisciplinados.

Su meta había sido cumplida, su hermano había llegado a aquel campamento hace menos de un mes. Se le acusaba de de apropiación de bienes ajenos.

Lucas solo había pretendido reunirse con el que consideraba su inseparable hermano gemelo, sólo y de ese modo pudo llegar hasta él.

―¡Claus! ―Lucas gritó al verlo y corrió hacia él.

Claus no se lo podía creer, su cara no denotaba más que preocupación y cuando Lucas por fin llegó hasta su «Inseparable», hermano...

―¿Qué haces aquí, cómo llegaste? ―Preguntó su hermano con extrañeza y exaltación.

―¿No me vas a abrazar? Después de lo que hice para llegar hasta aquí... hermano ya nadie nunca nos va a separar. ―Dijo Lucas con una sonrisa inquieta.

―¿Lucas... cuanto tiempo te dieron..., Lucas... qué fue hiciste?―Claus seguía más preocupado.

―Provoqué el accidente más grande de la historia, creo, no estoy seguro... me dieron cuatro años sin derecho a nada.

El mayor de los gemelos al oír esa noticia se le vino el mundo abajo. Llevó sus manos a su cabeza para halarse los pelos.―Eres u bueno para nada... ¿Cómo se te ocurre?

Lucas solo bajó la cabeza apenado, era consiente de que su hermano estaba a punto de darle un duro sermón.

―¡¡Eres un estúpido!! ―Gritó Claus haciendo de aquel modo que todos los demás reclusos se fijaran en él.

―Lo sé Claus... perdón, entiende, yo solo quería estar contigo....

―¡No tienes idea de lo que se siente estar acá!

Lucas guardó silencio, las lágrimas brotaban de sus ojos sigilosamente mientras todos los demás observaban.

―¡Idiota, idiota, idiota, yo mañana me voy de aquí, ni siquiera tengo sentencia porque soy inocente! ¿Entiendes? Me culparon de algo que no cometí y tú sabías que yo era inocente.

Lucas no podía creerlo, fue tanta su impresión al oír esa noticia de su hermano que casi sentía desmayarse.

CriminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora