IX

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Ya satisfecho de tanto dormir por fin el rubio despertó y se dio cuenta que ya eran casi las dos y media de la mañana

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Ya satisfecho de tanto dormir por fin el rubio despertó y se dio cuenta que ya eran casi las dos y media de la mañana. Ness no estaba en su cama lo que hizo que sintiese remordimiento por haberlo tratado mal. Pensaba que tal vez Ness no quería molestarlo y por ende no iba a llegar por lo mismo. Lucas estaba muy preocupado. No podía estarlo más porque aquel lugar estaba lleno de delincuentes y gente mala.

Se asomó por la puerta mirando a todas direcciones y hacia las demás habitaciones y Ness no se veía.

Lucas aún preocupado y tembloroso se acostó para intentar conciliar el sueño y así dejar de pensar en aquel chico. Eso sería muy difícil. Todo era por culpa de esos sentimientos hacía él que comenzaban a manifestarse más si no sabía donde estaba él... si se encontraba bien o mal.

*Toc- toc*

Sonó la puerta después de un rato.

―Lucas ábreme la puerta, perdí mis llaves.

Al reconocer la voz Lucas de inmediato saltó de su cama y se dirigió a la puerta para abrirla. Ness presentaba una extraña apariencia; estaba todo herido y moreteado, también tenía sangre seca en su nariz.

―¡Ness! ―Lucas gritó alejándose por el miedo, su cara no se veía tan linda como antes―. ¿Quién te ha lastimado?

Ness se echó en su cama boca abajo sin considerar a Lucas.

―¿Acaso estás drogado?

...

―¡Ness me tienes preocupado, dime que te pasó!

―No es nada de tu incumbencia.

Lucas se sentó cerca de él y lo dio vuelta boca arriba. Tenía heridas frescas en su rostro y eran intencionales.

―Déjame dormir por favor Lucas, estoy cansado.

―¡¿Estás loco?! No voy a dejarte así, se te puede infectar todo eso, te traeré agua para limpiarte todo eso.

―Eres tan tierno...

―¿Q-qué?

―Eres muy tierno, ¿por qué mierda estás aquí cumpliendo condenas? Este no es tu lugar.

Lucas sentía su corazón acelerarse un poco más al oír que Ness le dijera que era tierno, eso era... tan tierno y lindo. Se puso de pie y tomó una botella para ir afuera en busca de agua, estaba demasiado nervioso teniendo a Ness tan cerca diciéndole esas cosas.

―Lucas, no salgas, me están buscando allá afuera, te pueden hacer algo si sales a esta hora.

―¿Por qué nunca me dices nada? Quiero saber que te pasó.

―Te cuento, pero prométeme que no saldrás.

―Te lo prometo entonces... al menos déjame hacer algo por ti...

Ness lo miró extrañado. ―B-bueno... pensé que estabas muy molesto conmigo.

―No, creo que ya no lo estoy, aunque si me preocupas demasiado.

El rubio se sentó cerca de Ness una vez más, a un costado de él cogiendo una prenda de vestir suya para luego pasar por el herido rostro de Ness aplicando mucho cuidado, Ness no se quejaba, pero estaba nervioso con Lucas allí acariciando sus heridas.

―Ness, si quieres no sigo, si te incomoda... ―dijo Lucas.

―No, no pasa nada, yo sé que tú eres muy tiernito, tranquilo, solo a ti te lo aguanto.

―¿Qué quieres decir con eso?

― Luego de que te fuiste, me vine aquí, iba a sacar mis pantalones favoritos, ¿recuerdas que vine? Bueno, resulta que no estaban como yo lo había dejado exactamente, todas mis cosas estaban alborotadas.

Lucas se puso nervioso y tragó un gran sorbo de saliva, conocía a la perfección a la persona que había estado husmeando las cosas de Ness.

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