Criminal

XVIII

Cuando Ness volvió a las 4:30 de la mañana notó que Lucas dormía, pero en su cama y la computadora estaba encendida.

Lucas había despertado antes y se volvió a dormir. Ness se acercó con cuidado para no despertarlo y apagar la computadora, también para abrigarlo. Se sentó a observarlo y notó que había estado llorando porque sus parpados estaban un poco hinchados.

Esa noche Ness prefirió no dormir con él para no tener que despertarlo ni incomodarlo, se acostó en la cama contraria.

Eran las dos de la tarde y Ness seguía durmiendo y Lucas había pensado seriamente en confesar sus sentimientos a Ness, pero eso sería cuando él se fuera ya que aún quedaba un poco de tiempo para estar juntos y no quería por nada del mundo arruinarlo ni mucho menos espantar a Ness.

―¡¡Ness despierta!!

―¡¡Aah!!

―Ni creas que te dejaré dormir un poco más, no te voy a preguntar que es lo que hiciste anoche porque me imagino ya que estabas hablando con Duster.

―Y dijo que tendría mucho ojo contigo ―respondió Ness sobando sus ojos con sus manos.

―Quiero pasar el resto del día contigo.

―¿Si?

―Pero allá afuera llueve horrible.

―No puede ser. ¿Y qué se supone que haremos? ¿Estar encerrados todo el día?

―Podemos ir a comer, nunca hemos comido allá juntos.

―Ya parecemos marido y mujer, más me suena a cita.

―Entonces voy solo por algo de comer, si te molesta que parezcamos algo más.

Ness lo siguió, Lucas sabía que Ness iba tras de él, nunca se descuidaba por algo algunos le decían la sombra, porque no dejaba de seguir o estar al lado del rubio.

Ambos fueron al comedor, allí estaban sirviendo una especie de pasta extraña. A Ness le parecía asqueroso.

―¡¡Que delicia!! ―Lucas chilló.

―¿Te gusta esa mierda? Si comes eso tan pesado para el estomago te dará diarrea por una semana.

―Ignorare, los omelettes se hacen con estos mismos ingredientes, solo que a esto el falta queso parmesano... dios, daría mi virginidad por un poco de queso parmesano.

―Habla más despacio o los buitres comenzaran a llegar hasta con aserrín.

―Je,je...

―¿Qué habías dicho?

―¿Que daría mi virginidad por un poco de queso parmesano? ¿Eso?

―Yo te consigo queso... si quieres ―Ness le guiñó un ojo.

―¿D-de verdad? Pero... no puedo darte yo eso, era un decir... ¿Me conseguirás queso igual?

―Por supuesto, solo deja, me saco las zapatillas y ya tienes queso fresco.

Lucas tomó un poco de la pasta y lo puso en su boca mientras que Ness llenaba la bandeja de Lucas con su comida. Cuando terminó la llevó y la dejó en donde correspondía. Regresó con un poco de queso parmesano para Lucas.

Lucas lo miró y lo abrazó fuertemente. ―Eres tan genial Ness. Te echaré mucho de menos, de verdad no sé que haré sin ti.

―Y yo sin ti...

Después de haber comido volvieron a la habitación, ya eran las seis y a Ness lo fueron a buscar para una pequeña charla, volvió a las ocho y media y empezó a empacar de inmediato sus cosas.

―¿Te vas ahora Ness? ―Preguntó Lucas con desazón.

―No, pero debo alistar mis cosas. Mañana es el juicio y viajaré un poco lejos, volveré muy tarde, es probable que no alcance a empacar así que por eso lo hago ahora, se me hará tarde mañana tal vez para poder despedirme de ti... si es que el juicio no sale como espero.

Lucas comenzó a dudar si debía o no confesar sus sentimientos hacia él en ese mismo momento o hacerlo y esperar que el juez dictamine el futuro de Ness. Existía una pequeña esperanza en su corazón de que él volvería y se quedaría allí, junto a él.