Criminal

X

―Ya he encontrado un par de veces a Porky metido aquí robándome... algunas cosas. ―agregó Ness―. Bueno, lo que pasa es que lo fui a encarar y yo como soy tan inteligente fui en el momento que estaban todos sus amigo.

―Ya veo... te pegaron entre todos... ¿puedo saber que fue lo que te robó?

― Preservativos, creo, no estoy seguro, pero no estaban en su lugar y la verdad es que no sé cuantos tengo.

Lucas rió un poco. ―¿Pelean por preservativos? Ness... eres patético.

―A nadie le gusta que se metan con lo suyo independiente de o que sea, por cierto. ¿Quieres otra película?

―¿Ness me prestas un poco tu computadora? Tal vez pueda hacer algo para que tengas internet.

―Intenta cambiarme el tema, ¿he? ―Inquirió Ness levantando un par de veces las cejas.

Le dolió un poco la cara al hacer ese gesto y de inmediato hizo una mueca, pero su compañero acarició con la yema de sus dedos la herida que estaba encima de su ceja.

Ness guardó absoluto silencio, sus mejillas tenían no más rubor que las del güerito. El silencio hacia que el ambiente se pusiera muy incomodo y ninguno de los dos sabía que decir.

―Eres... ―musitó Ness después de que Lucas terminó de acariciar su herida.

―¡Con un poco de pomada estará lista! ―Interrumpió el rubio. Se separó de Ness y buscó entre sus pertenencias una cajita con pomada, se acercó por segunda vez a Ness y le puso un poco.

―Gracias Lucas...

―De nada... ¿me prestarás tu computador? ―Preguntó sosteniendo una adorable sonrisa.

―¿Dices que sabes hackear las computadoras? ―Cuestionó Ness.

―Por supuesto, por eso estoy aquí. ―Respondió Lucas con una sonrisa.

―¡¿QUÉ?!

―Por eso estoy aquí. La verdad es que hackeé con una computadora los semáforos, pero dejé una advertencia para que me arrestaran. Amenacé también con hacer lo mismo pero con un avión. Di un plazo para que me encontraran e incluso di pistas muy obvias... y así es que llegué aquí.

Ness saltó de su cama muy emocionado; levantó a Lucas como princesa y luego lo tiró en su propia cama, después se tiró encima de él para abrazarlo fuerte. ―¡¡Eres genial!!― Dijo separándose un poco del rubio.

Lucas no podía hablar, Ness estaba sentado sobre su regazo estando de frente en una posición que le encantaba y lo volvía loco.

―¡Eres un genio Lucas, con tu inteligencia podemos escapar solo los dos de esta mierda!

―No, Ness eso no pasará...

―¿Por qué no? Lo puedes hacer con las computadoras del campamento, puedes abrir las puertas que trabajan gracias a ellas. Lucas date cuenta de todo lo que puedes hacer es genial.

―Prefiero portarme bien, así tal vez reduzcan mi condena.

―¡Por favor y luego me tratas a mi de patético!

―Sabes que si huimos nos encontraran. Nos buscarán vivos o muertos. Y qué es mejor para ellos que encontrar a par de criminales muertos, ¿no?

―¿De verdad tienes tanto miedo?

El rubio solo asintió con la cabeza.

―¿Por qué eres tan miedoso? ¿Tienes un trauma acaso?