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Ness abrió sus ojos como platos y sonrió torpemente

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Ness abrió sus ojos como platos y sonrió torpemente. ―Lo mismo me pasó a mí.
Lucas solo bajó la mirada tristemente.

―Temía a tu reacción.

― ¿De qué sirve todo esto? Si no nos volveremos a ver nunca más. ―Ness guardó silencio.

―N-Ness, ¿y si escapamos?

Ness miró unos minutos a Lucas antes de contestar.―Así podremos estar juntos, ¿lo intentamos?

Lucas asintió y tomó el computador de Ness para hacer algo lo antes posible.

―¿Cuánto tardarás más o menos en abrir las puertas?

―Alrededor de media hora. ¿Qué más crees que pueda hacer?

―¿Qué tal si le prendo fuego?

Lucas pensó la propuesta de Ness. ―Es buena idea, tienes que hacerlo ya, con la cocina que queda un poco más alejada de los campamentos, todos se concentrarán en eso y se descuidarán de todos nosotros.

―Entonces ya voy enseguida, no tardaré mucho.
El güerito asintió.

Lucas sintió el humo desde donde estaba, pero no debía temer por eso porque ya estaba listo para marcharse, con un solo botón las puertas de acceso estarían abiertas

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Lucas sintió el humo desde donde estaba, pero no debía temer por eso porque ya estaba listo para marcharse, con un solo botón las puertas de acceso estarían abiertas.

Ness por fin había llegado casi tirando la puerta de una sola patada.
―¡Lucas debemos hacerlo ahora, todo están trabajando para extinguir el fuego!

Lucas presionó un botón y tomó la computadora de Ness para llevarla consigo.
Solo unos pocos guardias estaban aún vigilando la entrada e intentando cerrar las puertas con sus propias manos. Ness y Lucas no podían pasar aún, debían buscar una manera de huir sin que ellos los vieran.

―¡Hey! ―Exclamó un gendarme a los demás que estaban vigilando las puertas―. ¿Qué hacen idiotas? Deberían estar ayudando a controlar el fuego, corran en ayuda.
Los hombres dudaron un momento, pero hicieron caso y corrieron para ir a brindar ayuda y extinguir el fuego.

―Ness ―dijo el hombre haciendo un gesto con su mano, invitando a Ness y a Lucas a salir del lugar.

―¡Es Duster! ―Lucas chilló.

El azabache tomó de la mano a Lucas y lo arrastró con él afuera del campamento. ―¡Gracias viejo, te debemos una!
Ambos corrieron bastante hasta quedar casi sin aire, fue que entonces por necesidad decidieron descansar para recuperar fuerzas y para seguir corriendo muy lejos.

―Lucas, ¿por qué trajiste el computador? ―Ness preguntó.

―Porque debo deshacerme de él, es evidencia de lo que hice.

―Tienes razón... ―dijo Ness atrayendo a Lucas hacia si con una de sus manos.

―¿Ness, puedo saber a quien mataste? ¿Tan importante era esa persona como para que te castiguen tan duro?

El azabache suspiró, odiaba recordar lo que había hecho.
―No quiero hablar mucho de eso, solo te diré que maté a alguien que no merecía estar en este mundo, era un depravado que tenía intenciones con mi hermana y mi novia Paula.

―Ya veo... tienes novia, es bueno lo que hiciste por ellas. ―Musitó Lucas con tristeza.
―Pero sabes una cosa...

―¿Qué?

―No estoy arrepentido, porque gracias a eso llegué aquí y te conocía a ti, eso es lo único que me importa ahora.

Lucas sentía sus mejillas arder y aunque apenas la oscuridad le permitía ver a Ness, este se acercó más al güerito tomándolo así desde la barbilla y se guió con la luz de la luna y las estrellas para besarlo en los labios. Lucas puso sus brazos detrás del cuello del azabache para acomodarse y corresponderle aquel beso, Ness hizo lo mismo desde a cintura de Lucas y se besaron hasta quedar a falta de aire.

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