En mi vida.

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10 de noviembre del 2017.
Seúl, Corea del Sur.



ㅤ Te soñé, esperando bajo un cerezo, reposando tu silueta sobre los pétalos de sakura, expuesto a la fresca brisa de febrero, soñando con los ojos abiertos un sin fin de maravillas. Te observé, creando figuras en el cielo, transformando las nubes en fantásticas formas inigualables. Soñé que estaba ahí; me acerqué a ti; miré de lejos el placer de la paz; te adoré. Amé cada gesto de ti, tu dulce sonrisa de ángel, las arruguas de tus ojos al descansar, los hipnotizantes hoyuelos en tus mejillas, la efímera cicatriz que anhelo cuidar.

ㅤ Te soñé conmigo.

ㅤ Soñé un nosotros, una historia nuestra. De la misma forma mi mente jugó sus cartas y de pronto recordé nuestras promesas, nuestros planes. La sensación... demasiado real para mi confort.

ㅤ Mi sueño naufragó en tu isla. Fue incapaz salir nadando de ahí y me dejé llevar por las olas hasta la orilla de tu playa. Y así, sentí la calidez de tus brazos envolviendo mi cuerpo, dando una ligero apretón, surgiendo una presión entre ambos. Piel con piel, rozando. Íntimo, el acto de un abrazo, un corto apasionado abrazo. Caí en cuenta en la existencia de tus besos, qué sin malicia has posado tus carnosos labios encima de mi rasposa mejilla. Únicos, tiernos y magníficos. La unión de nuestros dedos, enredados cada uno, encajados como ninguna otra perfección. Demasiado real.

ㅤ Desperté y entendí que todo... era un sueño. Solo un... sueño. Temporal, como el tiempo. Que al despertar, las imágenes en mi cabeza se desvanecía, pero jamás tu presencia en mi vida.



Kim Seok Jin.

Soledad y Tristeza. 「 All Kook 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora