"Black Hunters"

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Capítulo siete.

Decidí hablar con Frank sobre lo sucedido la noche anterior, al fin y al cabo era necesario que se dieran cuenta de que había una amenaza para Ónix y una especie de clan de cazadores de vampiros nos estaban asediando.

—No puede ser posible. —Murmuró Harry.

—Créeme, lo es.

—Black Hunters... —Dijo Grace con aire pensativo— Creo haberlos escuchado alguna vez...

—¿Qué no eran esos cazadores que acabaron con un campo de concentración Vampírico?

—¡Tienes razón! fue en los años 50...

—No son Lycans... Tampoco híbridos. —Dijo Tony.

—Son humanos, inmortalizados por brujas.

—¿No tienen ningún poder en especial?

—Además de una impresionante capacidad de combate, no hay registros mágicos sobre ellos. —Comentó nuestra directora, colocando sus ojos en blanco, buscando información sobre ellos como si estuviera leyendo braille.

—Entonces deben ser fáciles de destruir. —Dijo Nick con emoción.

—Tú siempre con ansias de destruir cosas, Nick. —Afirmé, rodando los ojos.

—Ya me conoces.

—No te confíes, Nick. —comenzó Harry— No deben ser tan fáciles de combatir, después de todo destruyeron un batallón de Vampiros veteranos. 

El mencionado tragó saliva.

—¿Qué pensamos hacer? 

—No tengo idea de cómo es su método de combate, o si se conserva a través de los años, pero son una comunidad secreta muy antigua, me sorprende que un vampiro esté aliado a ellos.

—¿Por qué lo dices, Grace?

—Son unos mercenarios de vampiros, no entiendo cuál es su interés en ayudar a su "causa"

—Puede que no esté en contra de todos los vampiros, sino de dos en específico... —Dije, acariciando mi estómago con cierta melancolía.

—No debes preocuparte por eso ahora, Cathy... —Dijo Frank— ¿Ya les dijiste?

—¿Qué? —Lo miré con atención— Oh cielos, aún no...

—¿Decirnos qué?

Frank y yo reímos y levanté la mano, la pequeña nube apareció y pequeños copos de nieve golpetearon sobre el anillo, que se volvió visible en medio de destellos, todos entraron en euforia.

—¡Pero que buenos son para dar buenas nuevas! —Decía Grace a modo de celebración.

—Nos alegra mucho por ustedes, chicos. Se lo merecen. —Dijo Nick, con la sonrisa más sincera que había conocido de él hasta ahora, me sorprendió mucho.

—Gracias, Nick. —Dijimos sonriendo de vuelta.

—Oh, ¡vengan aquí! ¡Denme un abrazo! —Dijo Tony haciendo que todos nos juntáramos de repente, estallamos en carcajadas.

Cada uno emprendió su camino a clase, pero sentía como si tuviera un sensor que iba desde la nuca hasta la espalda, debía proteger a Ónix a toda costa y de todo aquello que pareciera peligroso.

Según archivos que encontramos días después, Gastón LeBeouf fue un prestigioso miembro del concejo Vampírico que fue expulsado por conductas reprobadas por el mismo como mercado negro en el mundo de los humanos y crímenes de lesa sobre naturalidad.

Ahora es una de las criaturas sobrenaturales más buscadas en todos los lugares que frecuentamos, y los que no también.

Cuando el concejo se enteró de que había visitado la academia decidió enviar a unos cuantos guardianes para que vigilaran los alrededores de la misma y las entradas y salidas de allí, nos sentimos más seguros por algunos días, pero algo dentro de mí me alertaba que no bajara la guardia.

—Son unos malditos lavaperros. —Comentaba Nick mientras tomábamos café.

—A mí tampoco me simpatizan mucho. —Dijo Harry, ciertamente disgustado.

—Algo me dice que mi bebé sigue en peligro, aún no estoy segura de confiar en ellos. —Confesé con incomodidad.

—Te recomiendo que no lo hagas Cat, no son de fiar. 

—Pienso igual que Nick. Algo me dice que dentro de esa amplia comitiva existe alguien que tiene una estrecha relación con nuestro amiguito Gastón. —Habló Aron, ensimismado en su mundo.

—Abramos los ojos, hay que proteger a Ónix y a Cat. —Concluyó Harry.

—No te preocupes bebé, mamá te cuida. —Dije mentalmente mientras acariciaba mi estómago.

—Lo sé, mamá. —Escuché una voz en mi mente, suave, dulce y angelical, mis ojos se llenaron de lágrimas y todos se espantaron.

—¿Estás bien, amor? —Preguntó Frank con premura— ¿Qué pasa?

—Lo escuché... —Dije mirándolo— Me habló. Puedo hablar con él.

—No es posible... —Volteó a ver a Hazz— ¿Es eso posible?

—Rio— Al parecer sí, es su forma de comunicarse con su madre, un lazo muy fuerte incapaz de ser roto. Pero no debes abusar, aún no puede formular frases grandes.

—Asentí— Está bien. 

Fuimos a dormir, tenía los nervios en su punto más alto, al llegar a mi habitación la ventana se encontraba abierta, dejando que las cortinas blancas se mecieran arrulladas por el viento. De su forma apareció el rostro de mi padre, y sonreí ampliamente.

Me alegraba verlo de nuevo, y saber que estaba conmigo.

***

Hola hola!

Espero se encuentren bien, queridos míos; lamento muchísimo la demora, mis más sinceras disculpas, este año ha estado un poquitín atareado. :o

Prometo ser más constante; disfruten el capítulo, ¡Nos leemos luego! 

-Nana fuera. 

Blue Blood: el destino de la familia real corre peligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora