Blue blood family.

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Capítulo 20 (Capítulo final).

Los días y las noches corrieron a gran velocidad, tanto así que cinco años pasaron frente a nuestros ojos y no nos percatamos de eso.

Ónix Gray creció sin parar, tomando fuerza, conocimiento y astucia; características del linaje de donde proviene, habilidades que le servirían para lo que estaba por venir.

-Cariño, se te hará tarde para tu primera clase.

-Mamá, que seas maestra de la academia no significa que debas estar al pendiente de mis horarios. 

-Oh, ¡por favor! No estoy al pendiente de eso... -Miré algo apenada- Solo me preocupo.

-No te preocupes tanto cariño. -Dijo Frank mientras me abrazaba por la cintura-

-Suspiré- Bien, ustedes ganan. Ahora vayámonos,  nosotros también llegaremos tarde.

La temporada de un nuevo año daba comienzo, salimos de nuestra pequeña casa en el centro de Nápoles y nos dirigimos a la zona rural donde el antiguo castillo que se había vuelto nuestro hogar en los últimos años nos esperaba.

Ser maestra de historia vampírica se había convertido en una vocación, iba más allá de ser un simple deber o un acto de agradecimiento hacia la academia, era la necesidad de que todos los novicios entendieran la importancia del conflicto Lycan, cómo se había resuelto y cuáles eran las razones por las que se había dado. Tener a papá como apoyo durante las clases era maravilloso; sabía fechas, momentos, nombres, podía desmitificar muchos hechos e incluso conocía hechizos usados en su época para controlar la sed y la ansiedad. Era una enciclopedia viviente. 

Ónix se ensimismaba con cada anécdota que escuchaba, anotaba con juicio y se quedaba mirando al vacío durante varios minutos, tratando de entender, pero conocía esa mirada...

Traía algo entre manos.

Ónix.

De acuerdo con la antigua ley vampírica, los miembros de la familia real deben ocupar un lugar en el concejo vampírico para ayudar con su experiencia al crecimiento de las futuras generaciones, haciendo uso de sus dones para mantener el orden entre tribus.

Si era así, ¿por qué mamá y el abuelo Harold no formaban parte de dicho concejo?

Además, algunas leyes como que los vampiros no deben casarse con alguien diferente a los suyos, y no entablar ningún tipo de relación con los Lycans eran leyes absurdas, que ya no aplicaban para el siglo; carecían de argumento y no eran para nada justas, ya sabía qué hacer.

Esto había que hacerlo a la antigua, me dirigí a la biblioteca del abuelo y colocando la mano en el muro abrí la puerta, adentrándome por los pasillos llegué al gran conjunto de libros; en la mesa de la oficina había tinta, pluma y papel para mensajes de larga distancia; tomé uno de cada uno y comencé decidido con mi redacción.

Nápoles, Italia.

Señores del honorable concejo vampírico,

Reciban un cordial saludo.

Por medio de la presente me permito hacer la petición del reconocimiento público a Marietta Gray, mi madre (mejor conocida como Catalaia Black) y a Harold Gray, mi abuelo, como legítimos descendientes de la Blue Blood Family, y, por consiguiente ser acreedores a un lugar dentro del concejo vampírico para hacer vigente la ley número 5 perteneciente  a la carta magna del mundo vampírico.

Blue Blood: el destino de la familia real corre peligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora