Mi Enmascarado Amor

Capitulo 6

—No debí dejarla sola —me golpee con la mano en la frente —¿qué tal que le da algo caminando a su sala? No me perdonaría que algo malo le pasara

—Alya relájate, no le va a pasar nada, además, no creo que vaya a soltar su celular para algo —Nino me abrazó y sentí su respiración en mi cuello —deberías tranquilizarte un momento

—Eso es difícil si estás respirando en mi cuello Nino, no ayudas bastante —aleje su cara un poco y sonreí —no es personal ni nada cielo, pero ahora estoy muy preocupada

Nino se cruzó de brazos y frunció el ceño.

—Mujeres, nunca dejan de preocuparse por cosas que aún no pasan, por algo es preocuparse, ocuparse antes de que ocurra algo

Lo tome de la cara.

—Ey, no te enojes —me miró a los ojos y supe que estaba dolido —si Marinette no se hubiera desmayado anoche podríamos estar hablando de cosas totalmente diferentes además... —sentí uñas nauseas increíbles, corrí al baño sin poder terminar y comencé a vomitar

—Alya ¿que te pasa? —Nino corrió a mi lado y me sujetó el cabello detrás de mi espalda— ¿estás bien?

Negué con mi dedo índice, pues no podía hablar, ni siquiera el cerebro me funcionaba para saber que 1 + 1 es 2.

Abrieron la puerta de la habitación.

—Sus Majestades, vengo a darles el reporte de... —Alix abrió mucho los ojos cuando me vio literalmente tirada en el suelo, ya que lo único que me sostenía eran los brazos de mi esposo —¿Su Majestad está usted bien?

—No se que le pasa

—Eh... —se quedó pensando un momento —no soy enfermera pero, ¿no será que su Majestad está embarazada?

Por un momento mi corazón se detuvo y mi estómago también, ¿yo embarazada? Pero si solo tenía 25 años... ni siquiera había conocido el mundo, como siempre había sido mi sueño.

Nino también se puso tenso ante la idea, luego nos miramos a los ojos y mis nauseas se detuvieron por completo.

Aún mirándome, Nino habló.

—Si lo estás, tenemos que estar seguro de que nadie lo sepa por ahora, hasta estar totalmente seguros —asentí y luego volteo a ver a la General

—¿Puedes guardar el secreto? No solo te lo pedimos como la General de la Seguridad Real, si no como amigos que somos

—Claro Alya, confía en mí, nadie lo sabrá... ¿pero qué hay de Marinette?

—Yo le diré después

Alix sacudió la cabeza recordando su protocolo.

—No me refería a eso Su Majestad, me refería a que hace un momento que pase por su habitación, me pareció escuchar hablaba con un chico —nos vio confundida —¿a venido el Príncipe Nathaniel a visitarla?

Me espante por un momento, no le habíamos dicho nada a Nath del desmayo, y según lo que Marinette opina de él no le importaría; y de cierta forma era cierto.

—No, Nath no está —intente levantarme —Nino ayúdame, tengo que estar segura de que ella está bien

Fuimos los tres lo más rápido que pudimos y cuando llegamos no pudimos tocar la puerta, Marinette estaba riendo, como cuando estaba con Kim, sinceramente.

Pegue mi oído a la puerta, yo no era chismosa... amenos de que fuera mi mejor amiga la chica en cuestión.

—No deberías estar aquí, lo sabes

—Pero a ti te gusta —decía el chico divertido

—Cállate —Marinette estaba avergonzada

—Cállame —estaba retándola

Escuché risas y luego nada.