Mi Enmascarado Amor

Capitulo 8

Aterricé en el suelo y corrí hacia el bosque, nadie podía saber que yo era solo un sirviente del palacio... y mucho menos ella.

Su amiga ahora reina Alya podría haberme reconocido con solo ese vistazo de mi perfil, después de todo, le e servido desde que tengo memoria a ella y a su familia.

Cuando llegué al pueblo y aunque había corrido bastante, pude respirar con normalidad un momento.

Si Marinette llegaba a saber que yo sólo era un plebeyo se arrepentiría de lo poco que hemos pasado juntos sin dudarlo, además, no había nada que yo pudiera darle más que una modesta casa en un amable pueblo, ella se merecía todo lo que tenía y más.

Entré a mi casa y me quite la máscara de la cara, caminé hasta mi cuarto y me cambié al uniforme de la panadería de mis padres, hoy era mi día libre en el palacio, y no iba a dejar que mis padres se las arreglarán solos, necesitaban ayuda y yo aprovechaba cualquier oportunidad para darles la mía.

Me estaba poniendo mis botas de nuevo cuando vi una cajita negra en el final del colchón.

—¿Cómo llegaste aquí? —tomé la caja con mis dos manos y la abrí, dentro había un anillo de plata que no debía ser para nada barato

Tomé el anillo y me lo puse en el dedo anular de la mano derecha, sonreí, era muy bonito.

—Sé que es cautivador, pero ¿puedes darme de comer? Estoy muriendo de hambre

Voltee a mi lado izquierdo y vi a una especie de pequeño gato negro de ojos verdes flotando encima de mi hombro.

—¿Qué eres tú? —lo toqué con curiosidad— pareces un muñeco para niños pequeños

—Para empezar niño, no soy un "que" soy un kwami —detuvo mi dedo con sus diminutas manos y continuó hablando— el kwami del miraculous del gato negro, y tú eres mi portador —se cruzó de brazos— ¿ya puedes darme de comer?

—Eh... s-si claro ¿qué quieres de comer?

—¿Tienes queso Camembert?

—Claro, pero déjame ver si entendí, eres un kwami que salió de este anillo... soy tu portador, ¿y luego?

—Tienes el poder de transformarte en un súper héroe con poderes de destrucción, esa "forma" de ti se llama Chat Noir y se supone que tienes una compañera llamada Ladybug ¿otra duda antes de que me des un poco de queso?

—N-no, ven acompáñame —me levanté de mi cama y camine a la puerta delantera

Mi kwami se puso enfrente de mí.

—Una cosa más, nadie puede saber que existo ni que eres Chat Noir, si alguien llega a saberlo habrá consecuencias que ni yo mismo sé... y me llamo Plagg

—Yo Adrien —abrí mi camisa y le señale el bolsillo que tenía adentro— puedes esconderte ahí, nadie lo notara

Sin decir más entro al bolsillo y yo salí de mi casa, caminé como tres casas y llegué a la panadería de mi familia.

Fui directo al refrigerador y tomé un pedazo de queso Camembert, abrí mi camisa de nuevo y se lo di a Plagg, justo antes de que llegara mi madre.

—Hola cielo, que bueno que llegas, tu padre tiene demasiado trabajo con ese horno, se descompuso de nuevo ¿puedes ir a ayudarlo?

—Claro mamá —bese su mejilla y fui al otro extremo de la panadería

Ayudé a mi padre con el horno y al final del día salí de la panadería a tomar aire fresco, con el atardecer en mi cara miré el castillo y me pregunté qué estaría haciendo Marinette en este momento, iría a verla, pero aún faltaba tiempo para que anocheciera y me pudiera escabullir.

También pensé en si su prometido estaría ahí, por lo que sabía del Príncipe Nathaniel era guapo, pero un engreído total ¿qué le habría visto Mari?

Supongo que tendré que preguntárselo...

Esta noche.