La pelinegra jadeó con fuerza mientras negaba frenéticamente.―No lo sé, no me siento bien.―respondió con voz temblorosa, aún seguía escondiendo su rostro entre su cabello y la mirada agachada.
—Bulma, ve por una semilla del ermitaño. —ordenó el príncipe mientras seguía mirando a ______, la que tenía la mirada perdida en algún punto de la cama.
Bulma salió casi corriendo de la habitación y cerró la puerta detrás. En menos de un segundo el peli-lila acercó su mano hasta la cabeza de su hermana y acarició su cabello, ella se estremeció por el toque.
—¿Qué tienes?. —preguntó Trunks suavemente sin quitar su mano de la cabeza de su hermana.
Ella no respondió. Sólo siguió como estaba anteriormente.—quiero agua.— susurró luego de unos segundos, a lo que Trunks asintió y fue por ella de inmediato.
Vegeta no aguantó, tomó su mentón y levantó su rostro, ella estaba llorando. Casi sin pensarlo la abrazó. Ella sollozó en su pecho mientras que lo abrazaba desesperadamente. Él se quedó quieto, al principio, después le devolvió el abrazo y acarició su espalda para calmarla.
Ella no sabía muy bien lo que estaba haciendo pero de todas formas necesitaba abrazar a alguien. Y aunque, desde su punto de vista, fuera una "ilusión" necesitaba abrazarlo de forma desesperada. Necesitaba tener contacto con otro ser vivo.
Se quedó quieta y siguió enterrada en el cuello de su padre mientras que las lágrimas bajaban silenciosamente por su pálido y herido rostro .—¿de verdad estoy aquí? ¿esto no es una ilusión, Papá?
Vegeta frunció el ceño ante eso, ¿Ilusión? ¿por qué decía algo así?
—¿de qué hablas? No te entiendo.
—por favor.. —murmuró.—No juegues así conmigo.—Sollozó.
—No estoy jugando contigo. —aseguró y acarició su rostro para luego acariciar su cabello.
Ella se sintió segura, pero aún desconfiaba de él. Tenía miedo de que nuevamente despertara en el vacío de su celda, o aún peor.. darse cuenta de que murió. Aunque eso podría ser una buena salida, morir sería mejor que seguir ahí. En ese lugar tan solitario y enfermizo.
—Oye.. —llamó el mayor. —duerme un poco.
Ella negó aún con el rostro pegado su pecho. —No quiero dormir y darme cuenta de que sigo en la misma situación. Por favor. No quiero despertar de nuevo ahí, te lo pido.
Él suspiró.—No. No estás en esas malditas ilusiones. Estás en casa, estoy contigo.
Después de unos minutos logró hacerla dormir.
«Parece que no duerme hace años». —Pensó mientas salía, sin saber que era verdad. Ella no había dormido casi nada en dos años. Tenía miedo de dormir, pero él lo logró.
Salió y justo cuando estaba saliendo y cerrando la puerta detrás de sí aparecieron Bulma y Trunks.
—¿Y _____?.—preguntó la peliazul asustada.
—La dejé durmiendo.
—pero, Papá..
—Le diré a Wiss que haga un campo de fuerza para que nadie entre o salga de aquí. También activaremos los sensores dentro de la habitación.— ordenó.— yo iré a comer algo ahora y volveré para hacer guardia. La dejé durmiendo, no hagan nada de ruido.