Capítulo 1

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Un sonido estruendoso comenzó a sonar sin pausa haciendo que sus ojos  se abrieran a pesar de la pesadez de sus parpados. Se había repetido durante toda la semana que tenía que cambiar esa horrible melodía que se hacía llamar "despertador" pero nunca encontraba el momento indicado para hacerlo. 

El chico se levantó de la cama lentamente y con rostro cansado. Se dirigió al baño y posó sus brazos sobre el lavabo durante unos segundos mientras se observaba a si mismo en el espejo. Su cara no tenía el mejor aspecto y todavía quedaban restos de cansancio acumulado. Sus ojos verdes cristalinos pedían a gritos dormir unas horas más y su cuerpo delgado y frágil mostrabas síntomas de debilidad. Sus mejillas dejaban entre ver un tono rosáceo posiblemente provocado por el alcohol que todavía corría por sus venas ya que el día anterior había quedado con sus amigos para tomar unas cervezas y todo acabó descontrolándose.

Se metió en la ducha y enseguida comenzó a notar como el agua fría caía sobre su alborotado pelo deslizándose poco a poco sobre su cara y torso, provocando una situación placentera.
Después de el baño terminó de acicalarse y vestirse y salió de su dormitorio.

- Venga Erick desayuna rápido que no vas a llegar a clase, cada día te levantas un poco más tarde... - su hermana Yanelis le esperaba en la puerta de la cocina con una media sonrisa.

- Bueno días enana - le dio un rápido beso en la mejilla y se sentó en la mesa donde ya se encontraba una taza de café recién hecho y algunas pastas.

- Se puede saber dónde te metiste ayer? No puedes salir todos los días Erick, si papa y mama sabrían que te pasas todo el día de fiesta en fiesta ya estarías muerto...

- Quizás.. por eso agradezco que no estén nunca aquí. Además, tu desde cuánto te has convertido en la hermana mayor? -  La pelinegra tenía un gesto triste en su rostro - Lo siento... La próxima vez te avisaré si voy a llegar tarde vale?

La joven asintió con la cabeza y besó al ojiverde en la mejilla - Date prisa o se te pasará el autobús - hizo una carantoña en el pelo ya por sí desordenado del moreno y salió de la cocina dejándolo sólo.

El chico desayunó con rapidez y se apresuró en salir de casa ya que sino perdería el autobús que le llevaba hasta la universidad.

Sus piernas parecían no querer responder a las órdenes que mandaba su cerebro ya que cada paso que daba se le dificultaba más. A pesar de estar tan acostumbrado a la sensación horrible del día después no podía evitar sentirse terriblemente agotado y abatido por el alcohol.

Con las pocas fuerzas que tenía aceleró el paso para poder llegar a clases a tiempo.

Miedo a enamorarme - Joerick  {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora