Capítulo 24

374 38 8
                                    

No sabía cuánto tiempo llevaba sentado en esa mesa, ni cuántas copas de lo que presuponía era vozca se había tomado, pero había logrado su cometido, olvidar.
No quería pensar en todo lo que le había dicho Erick ni por qué había salido corriendo después de eso. Tenía miedo, mucho miedo. Llevaba toda su vida huyendo del sufrimiento, de personas como el cubano que le hiciesen dudar y sentirse débil de nuevo. Cada palabra que había salido de la boca del ojiverde había logrado lastimarlo, todo eran mentiras, siempre eran mentiras.

- Oye chico, necesitas que llame a alguien para que pase a recogerte? - Una camarera con gesto amable se situó frente a Joel, esperando recibir una contestación afirmativa ya que el estado del rizado era pésimo.

El moreno la miró pero no pronunció palabra. Se levantó con suma dificultad y bebió el último trago de su copa - Ya me voy, si es lo que quieres, me voooy! - Las palabras salían arrastradas y mal pronunciadas.

- No es eso, solo que tú estado no es el mejor que digamos, llamaré a un taxi - Joel la sujetó del brazo para que no se alejara.

- Noooooo, puedo sólo, no seas cínica! - Apartó a la chica, la cual lo miraba ahora con mala cara, y se dirigió a la salida tambaleándose.

El aire fresco golpeó su rostro provocando una sensación placentera. La intensa lluvia provocó que su cuerpo temblara y cada paso que daba le suponía un sobreesfuerzo. No sabía dónde estaba ni a donde se estaba dirigiendo. Su móvil comenzó a sonar en el bolsillo dejando ver en la pantalla al culpable de su mal estado.

- Tuuuu, hijo de puta, tú tienes la culpa de todo!

- Joel dónde estás? Estas borracho? Por favor dime dónde estás, llevo toda la mañana buscándote! - La voz de Erick sonaba cansada y preocupada.

- Y crees que te lo voy a decir? Para que? Para que vengas con tus putas palabras de hombre romántico? Vete a la puta mierda estu...

- Joel por favor, cállate! No sabes lo que dices! Dime dónde estás y te llevaré a casa! - Una sonora carcajada al otro lado de la línea le hizo comenzar a desesperarse.

- Erick solo te voy a decir una cosa, apúntala para que no se te olvide... Vete a la mierdaaaa!!

El mexicano colgó la llamada como pudo y continuo su camino. Su enfado ahora era mucho mayor y sus pasos aún más torpes le dificultaban el paseo.

Minutos después su teléfono volvió a sonar y un gruñido se escapó de su boca. Se tranquilizó al ver que era Israel quien le llamaba está vez.

- Joel dónde estás? No has ido a clase? - La voz del menor sonaba preocupada.

- Estoy bien - No logró pronunciar nada más. Escuchar la voz de su hermano le había hecho debilitarse.

- Oye enserio, que pasa? Dime dónde te encuentras por favor, me estas preocupando.

- No... no lo sé. No sé dónde estoy - Los ojos de Joel comenzaron a cristalizarse, no quería estar ahí, quería estar en casa con su familia y que éstos le arropasen como hacían siempre. Pero no iba a llorar, él no lloraba.

- Dime que ves a tu alrededor, alguna tienda o el nombre de alguna calle.

Joel buscó con la mirada algo con lo que poder situarse. Su vista estaba borrosa y a penas podía leer lo que ponía en las señales de alrededor. - Calle Campoamor, eso es lo que pone.

- Está bien Joey, no te muevas de ahí por favor.

El mexicano se sentó en el porche de una casa resguardado de la lluvia esperando a que alguien de su familia llegase. Ni siquiera sabía cómo iba a explicar el estado en el que se encontraba pero realmente eso no le preocupaba ahora. Sólo quería llegar a casa y recibir cariño de los suyos.

Miedo a enamorarme - Joerick  {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora