Capítulo 21

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Capítulo dedicado a.... Kneed7 porque amo sus comentarios!

Durante la noche su cabeza no le había dado tregua. Al final de ésta había llegado a una simple conclusión, por una vez en su vida iba a arriesgar, iba a seguir sus impulsos. No sabía muy bien que significaba eso, pero no iba a huir más de lo que sentía, y eso lo tenía claro. Toda su vida habia estado guiada por lo que creía que era lo correcto, pero no lo correcto para ser feliz, sino para no sufrir.

- Joel, bajas a desayunar? - La puerta se abrió dejando ver a un Zabdiel ligeramente cansado - Estos capullos están dormidos y me aburro solo ahí abajo.

- Claro, voy, dame cinco minutos - El puertorriqueño asintió con una sonrisa y cerro la puerta dándole intimidad.

El día estaba soleado y cálido. El cantar de los pájaros y el sonido del riachuelo creaba un entorno de paz.

- Has visto como dejaron esto los cabrones? - Joel se dió cuenta del desorden y basura que había a su alrededor, botellas y latas de cerveza, restos de comida y ropa tirada por el suelo - Las chicas se acaban de ir, podían a ver ayudado a recoger un poco las señoritingas.

- A qué hora te fuiste a dormir? Me sorprende verte aquí tan pronto.

- Media hora después de ti... Por si pensabas que no me había dado cuenta de que habías desaparecido - Zabdiel levantó las cejas con superioridad - Pero estos hijos de puta han estado danzando por aquí hasta hace nada - Joel sólo quería saber qué había pasado con Erick, pero no era capaz de preguntarlo. Y como si el boricua le hubiese leído la mente, continúo - A el cabron de Erick me lo he juntado cuando bajaba a desayunar, llevaba una borrachera que no se mantenía en pié, y la zorra que le acompañaba igual.

Que? Quien le acompañaba? Su corazón latía a mil por hora y no de felicidad precisamente. Estaba celoso? Con que derecho? Aunque si era injusto, después de lo de ayer Joel no había pegado ojo pensando en que deberían darse una oportunidad,aunque sea de amistad, y él? Él había estado con alguien más? Intentó quitarse todos esos pensamientos de la cabeza de un plumazo, estaba sacando conclusiones sin saber absolutamente nada de lo que había pasado.

Zabdiel y él estuvieron hablando durante toda la mañana de cosas irrelevantes, pero a la vez había conseguido distraerlo. Decidieron hacer una barbacoa con la comida que había sobrado del día anterior y cuando estuviera lista avisarían a los demás.

- Ummnn, no hay mejor despertar que este olor a gloria bendita! - Christopher se sentó en la mesa a esperar que unas cuántas costillas fueran servidas en su plato.

- Menudo perro estás hecho! Estaba seguro que ibas a venir igual que un zombie! - Zabdiel pegó levemente en la espalda de su amigo mientras le servía algo de carne - Aquellos dos lo mismo, a mesa puesta los muy cabrones!

Joel dirigió de inmediato su mirada a donde había señalado el puertorriqueño, encontrándose con Richard y Erick que venían conversando animadamente. Estaba nervioso y su cuerpo comenzó a sudar levemente, pero no pensaba achantarse.

- Que dolor de cabeza dios mío! Que he hecho yo para merecer esto! - El moreno se sentó en la mesa dramatizando mientras robaba un trozo de tocino del plato de Chris.

- Eeeeh imbécil! Con la comida no se juega! Vuelve a tocar mi plato y te parto la puta cara!

- Eeeh tranquilo pelo paja! Y menos grititos que me alteras! - Mientras tanto el cubano se sentó al lado de este sin pronunciar palabra mientras miraba la escena divertido.

- Joel me puedes pasar una botella de agua? - El mexicano parecía haberse quedado mudo. Esperaba que Erick se comportase como lo hacía siempre después de alguna de sus escenas, con total indiferencia.

Cogió una de las botellas de la nevera y se la llevó a donde estaba. Sus dedos se rozaron una milésima de segundo pero fue suficiente para acabar de poner nervioso al mexicano.

- Cómo está tu cabeza? Aún tienes un poco hinchado - Joel pasó sus dedos por la frente de Erick a penas un momento, hasta que reaccionó y se apartó de inmediato.

- Está bien, no fue nada. Ya te dije que parecía más de lo que era - El rizado estaba perplejo de cómo el ojiverde hablaba de la noche anterior sin ningún tipo de vergüenza ni arrepentimiento. Parecía que no había tenido importancia para él.

- Vale, me alegro entonces - Joel iba a dar media vuelta pero la mano de Erick en su brazo lo detuvo haciendo que se girara hacia él nuevamente.

- Lo siento - Sonó como un susurro pero el mexicano llegó a escucharlo - Enserio, soy un puto imbécil, no volverá a ocurrir, lo siento de verdad.

Joel asintió y se alejó hasta donde seguía Zabdiel haciendo las costillas. En su cabeza se repetía una y otra vez la frase que acababa de soltar Erick "No volverá a ocurrir", "No volverá a ocurrir", "No volverá a ocurrir"... Qué no volverá a ocurrir? No volverá a besarlo? No volverá a tocarlo? No volverá a decirle lo jodidamente caliente que está? O se refería a que no volverá a tratarlo mal? Quería decantarse por la segunda opción pero estaba seguro de lo que Erick había querido decir.

Sin previo aviso se dirigió a su habitación, necesitaba estar solo aunque fuese unos minutos. Se sentó en la cama y se reprochó el haber sido tan ingenuo, siempre lo era. Se tumbó y cerró los ojos intentando calmarse y no sentirse débil.

- Puedo pasar? - Erick abrió la puerta lentamente y se adentró a la habitación sin esperar respuesta. Se tumbó en la cama al lado de Joel y cerró los ojos imitando el gesto que tenía éste anteriormente. Sin embargo, el mexicano lo miraba perplejo, no entendiendo que hacía ahí después de lo que le acababa de decir.

- Que haces aquí Erick? - Quiso sonar suave, sin embargo, su tono había sido bastante brusco.

- No lo sé... Supongo que contradecir todo lo que te he dicho, pero contigo no puedo hacer otra cosa, siempre es así - El cubano continuaba con los ojos cerrados y su voz sonaba calmada.

- Que quieres decir? Enserio, cuando se trata de ti no entiendo nada, puedes ser claro de una puta vez? - El tono sereno y tranquilo que había utilizado Erick lo había sacado de quicio. Él no podía controlar sus emociones y el que las provocaba se encontraba tumbado a su lado tan tranquilo - Que pasa contigo, dime! - La mirada verdosa se posó sobre él haciendolo estremecer aún más.

Erick permaneció unos segundos mirando los ojos marrones sin decir nada. Parecía que estaba teniendo una lucha interna en ese momento y no sabía por donde dirigirse.

Se giró en la cama quedando de medio lado y acarició la mejilla del mayor con delicadeza y dándose todo el tiempo del mundo. Su mano se dirigió después a sus rizos, peinandolos de manera que dejasen sus ojos despejados. Sus miradas continuaban conectadas y ninguno de ellos parecía querer romper el contacto.

Con la mano de nuevo en su mejilla, Erick se acercó y posó sus labios en los ajenos. No se movió, no esperaba reacción, solo disfrutar de lo carnoso de sus labios. Mordió suavemente el labio inferior de Joel haciendo que éste soltase un leve suspiro, lo que hizo que el cubano no se resistiese más y lo besó. Los dos se correspondían con deseo pero queriendo demostrar lo que sentían el uno por el otro. No tenían prisa, no querían profundizar, solo disfrutar de ello sin necesidad de nada más.

Se separaron cuando notaron que empezaba a faltarles el aire. Sus ojos se abrieron volviendo a conectar de nuevo, dejando ver en ellos el miedo que sentían ambos.

- Por qué me besas y luego te vas como si nada? - Joel no podía callar a su boca, tenía pánico a lo que estaba empezando a sentir, pero necesitaba saber que era lo que sentía Erick.

- No me voy a ir Joel, no por ahora. Si tú me dejas me voy a quedar aquí.

Miedo a enamorarme - Joerick  {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora