Capítulo 27

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Nota: Últimos capítulos...

Joel no pudo evitar despertar con una sonrisa. El recuerdo de la noche anterior no abandonaba su cabeza e inmediatamente unos oyuelos aparecían en  su cara. No podía borrar al Erick tierno y cariñoso con el que se había encontrado ayer, desvaneciendo todas sus perspectivas de que lo suyo con el cubano era sólo algo físico.

Se duchó, se vistió y desayunó en tiempo récord. El lunes parecía menos aterrador hoy. Sus ganas de llegar a la universidad y encontrarse con el ojiverde aumentaban conforme caminaba hacía su lugar de estudio.

- Joel! Esperaaa! - La voz agitada de Zabdiel le saco de su trance - Puto Lunes... Casi no me levanto de la cama!

- No hace falta que lo digas.. menudos pelos traes! - El boricua soltó una sonora carcajada mientras intentaba acomodar de la mejor manera posible sus revoltosos rizos.

- No me ha sonado el despertador y no me ha dado tiempo ni a ducharme... Por supuesto mucho menos a peinarme - Joel le sonreía con cariño. Se sentaron en uno de los bancos de la entrada de la universidad donde solían juntarse antes de entrar si les sobraba algo de tiempo.

El ojimiel miraba constantemente a su alrededor buscando al causante de sus suspiros pero no había ni rastro del pelinegro.

- Hey! Que hacéis todavía aquí de cháchara? No vais a entrar? - Richard se acercó a ellos algo agitado, se notaba que había llegado corriendo.
Los dos amigos se levantaron y se unieron al moreno en el camino a su primera clase - Chris y Erick? No sé nada de ellos desde el sábado.

Joel no pudo evitar ponerse tenso al escuchar su nombre.

- Ni idea, ya sabes que estos aparecen y desaparecen como les viene en gana - Ninguno dijo nada más, se sentaron en donde lo hacían habitualmente y esperaron a que comenzará a la clase mientras charlaban de cosas irrelevantes.

La profesora se adentró en el aula y se dispuso a cerrar la puerta pero una mano más fuerte se lo impidió. A su vez, una sonora carcajada bastante familiar se hizo eco al otro lado de ésta.

- Colón, Vélez, siempre llegáis tarde! - Abrió la puerta y los dos caminaron a sus asientos a paso apresurado.

- Perdone señorita, es todo culpa del calentamiento global - Toda la clase río ante las palabras sin sentido de Christopher. Mientras, Joel continuaba mirando al ojiverde sin hacer caso de lo que se decía a su alrededor, esperando un gesto, una mirada, un saludo... Sin embargo, no hubo nada.

Las clase finalizó y los chicos se levantaron de sus asientos para dirigirse a la cafetería. La segunda hora de los lunes no tenían ninguna asignatura por lo que aprovechaban para desayunar y despejarse un poco.

El rizado intentó en varias ocasiones acercarse un poco más al cubano y poder al menos saludarlo, pero éste se alejaba de forma sutil cada vez que se le aproximaba. Joel, ya molesto, pareció entender el mensaje y se sentó lo más lejos posible de él. Se ignoraron mutuamente durante toda la hora sin pronunciarse palabra aunque varias eran las veces que se habían encontrado con la mirada del otro.

Las horas se le hicieron más eternas de lo normal al mexicano. Quería irse a casa y quedarse en la cama hasta el día siguiente. El día había resultado un completo fracaso y no había sido capaz de prestar atención a ni una sola palabra de la que habían pronunciado sus profesores. Su cabeza no dejaba de dar vueltas al rededor de  una única persona, Erick. Estaba realmente jodido. A pesar de que eran varias las decepciones que se había llevado con él desde que se conocieron, había creído que realmente está vez era diferente. No podía parar de reprocharselo a si mismo, lo iluso e idiota que había sido.  Quería a Erick, eso lo tenía claro, pero no estaba dispuesto a seguir con ese juego que le estaba haciendo mierda.

Miedo a enamorarme - Joerick  {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora