Desde la aurora de los tiempos, los paisajes de los gigantesco arboles de sauce y abedules, entre los jardines e ilustres reyes. Nació un príncipe sin castillo, su reino no fue conocido, y ahora en los recientes años su nobleza y amor, alcanzo el amanecer del sol, y su rostro toma forma y rasgos de su estirpe, y será reconocido como, el príncipe de los sueños.
Una sonrisa llena de emociones, recuerdos inconcluso de amores olvidados y malos recuerdos, en su mundo de ensueños, Felipe IV ríe quedo, y una chispeante mirada, con su cabeza erguida ve el castillo olvidado en su niñez.
Los zapatos de terciopelo gris, los sombreros en tono púrpura y matiz miel,
Los trajes de piel de armiño y bisonte, los recuerdos de los valles dorados, los arroyuelos, cascadas plateadas, cuando los duendes le bailaban, la música entonada por las hadas, recordaba los cánticos de los niños del coro de la capilla.
Felipe se detiene en los recuerdos de la infancia, no recuerda el rostro de su padre el Rey Felipe I, y su madre la reina de Gabeon, la mama nodriza rachel con sus ojos claros y verde aceituna y su nariz rojiza por la emoción, es lo que añora.
El juego da inicio y es que Felipe, no sabe si esta vivo o ha punto de morir, solo entrelazando ideas, trata de salir de los aposentos ocultos del castillo de Fedor el duende de las monedas de oro y plata, las cortinas cubren los rayos del sol, se han olvidado de el, no le han llamado.
Han pasados las horas y del otro cuarto oye entre risas, su nombre...Fedor..Fedor donde estas, fedoorr sal afuera al pasillo de los retratos y espejos.
Es rachel su amor y encanto, desde niño le buscaba y con sus manitas la nariz rojiza, como el venadito de papa Noé, y su mente le recuerda el fresco olor a la navidad, la nieve blanca y fría del otoño.Un canto una ilusión, Fedor se une al cardenal del bautismo, "IN NOMINE PÁTER, EL FILIO, LE ESPÍRITUS SANTIS"
Amén.
Fedor esta pensativo a sus cuatro años, se cuestiona que es esa celebración, toman pan y vino, y esa cruz en lo alto, quien es ese pobre hombre sufriendo, porque siempre esta colgado con clavos, que hizo....meditabundo es despertado por rachel, Fedor vámonos.
Sus ojos observan una, dos varios retratos, y seguido su rostro reflejado en los espejos
Busca sus ojos café, parecido a las almendras primaveral, su mirada se penetra con el rostro del recuadro azúl, el cielo se torno gris y su barba gris en rojo sangre, su piel tomo el color del oro y su cabellera el tono blanco nieve, cierra sus ojos, esta al borde del sillón, con las manos siente la presencia de los recuadros era su abuelo y el tatará abuelo Felipe Fedor de Asturias, y de su abuelo materno Juan de la Ostia, príncipe y conde de Gabeon.
Fedor sintió frío y sed, los recuerdos de aquellos rostros le secan la garganta, el vio y sintió la muerte de su abuela Fortunata condesa de Valladolid. Por esas delgadas pero afiladas uñas, que mostraban una sortija dorada con piedra de rubíes engastada en forma de nuez. Su túnica con hilos de seda, formaban florecitas de oliva.
El campanario del atrio del salón de espera, sonó eran la hora doceava, y el rugir de su vientre le indica a Fedor, la hora de almorzar, clan, clon, clan..clan, repica y suena, a su vez Fedor ríe y da vueltas, deslizándose escalera abajo esta su primo hermano, Guillermo el santo, virrey de la Villanueva. Con su hermana la infanta de Cataluña.
Cae escalones abajo y de un salto queda firme ante los ojos inquisitivo, de Trevor armero del Rey.
Su prima gime de risa y Trevor le sujeta con fuerzas casi lo eleva de un jalón.
Niños pasen al salón del comedor, de los príncipes. Fedor, añora las uvas del invierno y los bocadillos pastelillos de fresas y miel,
De prisa toma su lugar cuarta silla, al lado de Guillermo, al frente esta la duquesa del mar de plata y su tío, el conde de Albania allá en lo alto, siempre aquel hombre, colgado en una cruz, quisiera hablar, desea comer o tomar panecillos de nuez, tal vez alguna vez.
El cardenal hombre rechoncho esta a la derecha del rey, la reina a la izquierda, el cardenal se quita su túnica púrpura y su gorro de terciopelo rojo.
Cerrando los ojos y abriendo habla de prisa, casi balbuceando, gracias por los manjares, gracias al rey Felipe, por las viandas, los pavos y los pequinés, venga el vino, y tragase el SANTIS Amén.

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EL PRÍNCIPE DE LOS SUEÑOS
Ficción GeneralEl príncipe de los sueños, es una historia de los sueños, de un anciano que toda su vida paso en el anonimato, siendo un Príncipe, nunca fue reconocido, vivió en un mundo olvidado. Y hoy antes del sueño eterno, desea tener un rostro y que le recuerd...