TUNNEL

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Y luego de tu partida, allá en el SHEOL. Te traje de regreso, para que soñaramos por SIEMPRE.
Y de Cádiz un pétalo de liz, una rosa púrpura clavada en el corazón.

Y te pregunto duende de Or, que misterios encierra la dimensión de la tumba, hay pavor, terror, horror...dime mi fiel Feor, hay luz, hay amor.

La luz del Lucero matinal, se fugó en el Orión.
Y los portales que recorrimos juntos, hacía donde conducen: al limbo, al nirvana, al inmenso agujero negro.
Como aquel sueño, que perdidos en el laberinto. Buscaba tus manos, tocaba tu piel, y la luz solar se fusionaba con la risa de miedo del Averno.

Dime feor: existe el fuego del amor que ante, el embrujo del placer, sucumbió.
La dicha del que ama, de los nexos del ayer, hoy y el mañana.

Son dimensiones grises, un laberinto de tisu, un portal sin salida, miles de espejos refractores, de misterios.
Donde un grito de dolor es inacabable, como el sonoro eco.

De ultratumba, un sueño inquieto, un placer infinito, un silencio sepulcral.
Es instintivo, no hay nada tangible. Son recuerdos sin sentido, son memorias olvidadas.
Las hadas y elfos no existen,  el día se perdió en el túnel de los sueños.
Ven mi fiel Fedor, besa mis fríos labios, toca mi rostro invisible, palpa con tus manos mi cuerpo inmortal.

Caminar es volar sobre un manto de niebla, correr por la espesa bruma.
Viajar con el espíritu, y soñar con el alma.
Donde estas Fedor de Or. En Cataluña, donde el gato siameses, se cortó la uña.
Donde estas duende de Or, en la Castilla de España, en el castillo de los Loors.

Un sollozo imperceptible, un matiz que tocó mi nariz. Una risa sin sonido.
Estoy en la tierra olvidada, en la ciudad pérdida de Andalucía.

Estoy a tu lado mi señor, Príncipe de los sueños, al otro lado de la luz en donde la luz ya no refleja tu silueta.
Dando vueltas como un carrusel, el cual el Unicornio se convierte en un CENTAURO.

En donde el espejo Oval, se contrae, y trae de los bosques encantados a los duendes, y los sueños son eternos.
Donde la brisa del Otoño, las flores de las primaveras, aquellos ilustres pintores: Un tal Vincent Vanghoo, se cortó su oreja. Y la sangre roja, en púrpura se arraiga en el corazón.

En donde Picasso, ya ni caso.
La Monalissa, con su mágica sonrisa. En blanco y negro.
Habita con Davinche, y los óleos de Monne.
Perdieron los colores, brillantes de 'Los Girasoles de Vanghoo, los cubrió la cenizas de las minas de carbón'.

Donde la música de los genios: como Bethoven se escuchan así alaridos profundos y un olor a muerte.

Estoy mi Lord, en el recinto oscuro, al lado del Nirvana,  donde los sueños son vagos e inútiles, no tienen color.

Los sueños son grises,
Los milagros ya no existen.
El amor de tibio, paso ha ser frío.
La risa cansada, se torna pausada, y la brisa como un Iceberg en el polo norte.
LOS colores del Arcoiris, todos son grises, el agua de las cascadas encantadas, dejan de formar espumas.
Donde los valles de flores, de mil colores.
Han sido pintadas en un tono marrón y su perfume expele podredumbre.
Y no hay luz que nos alumbre, mas que el efímero  pasadizo.
Entre la vida y la siniestra muerte.

Dejadme Príncipe de amor,
Alejate de mi feor.
Llevate los versos y rimas de amor.
Una barrera separa los sueños, el ayer y el hoy son ETERNOS.
Un ruido estremecedor, movió la cama, del soñador.
Un impulso por despertar, produjo vida y luz.

Los dedos entumecidos, causaron dolor, y tres chas, chas, chas...
Es el toque del Alba, del Rocío,  es la mañana.
Estoy despierto, estoy vivo...soy el Príncipe de los sueños.

Soy Heriberto Reyes.
El duende de Or permanece junto a Este servidor.



EL PRÍNCIPE  DE LOS SUEÑOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora