MERICHE (MUJER) EN BOCAS

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Estaban danzando, alegres y ebrios eran los aborígenes de Bocas del Toro, sus trajes coloridos, sus faldones que arrastraban lodo y polvo de la montaña arriba, de donde nace el Xixaola, majestuoso fértil, caudaloso y fresco; hombres fornidos, aguerridos, mezcla india con raza negra caribeña.

Sus plantíos irregulares y productivos, eran los surcos del maíz. Y los mantos de la yuca, era La meriche recolectora de la siembra.

Ja, ja...juuu jaaa... Agitado por el fuego producto de la ingestas de la chicha fuerte, el canto, y los gritos de los rivales, un enfrentamiento entre titanes, duraría hasta el ocaso de la luz, y sobreviviría hasta la compañía de la Luna.
Meriche callada, pensativa, meditabunda.

Era el silencio del desamor e infortunio, no le quedaba otro camino, que aguardar el desenlace, su hombre, si su primer amor, ella le había dado su existencia, la flor sagrada de su cuerpo, virgen como virgen las verdes montañas del Teribe.
La balseria,...trofeo y prebendas, fuerza y respeto, gallardía y pureza.
Balseria, odio, ira, soberbia, lascivia, pérdida.

En los pensamiento de meriche, estaba presente su amor, Montezuma su fuerte amante, el abrigo perpetuo, quizás un presagio de muerte, ella dócil, humilde, sedienta de amor envuelto en sexo, la procreación indígena, encantada por las costumbres ancestrales, en donde los nombres eran adopción de animales, Montezuma Ogri_tugri. Era de carácter salvaje, tiraba puños y patadas, al igual que un burro.

Trofeo, donde esta el galardón que como ladrón, podría llevarse el contendiente, Arnulfo, si arnulfo Arias Palacio era su pesadilla, su nombre ganado en cada lucha , toda batalla, El Águila de la montaña le apodaban los mulatos, costeños.

Le arrebataría la prenda de su amor, su vida, su alma, su existencia. Su virginidad, inscrita en su corazón, el amor de Montezuma?.

Entre los faldones de las meriches unos ojos enrojecidos por la chicha, era Feor el duende de Or, bailando entre las piernas, brincaba al armonioso baile de la balseria, esquivaba con destreza los pies, y los pisotones que amontones un moretón, en el mentón.

Montezuma nombrado: El tigre del Ogri. Le ganaría y su afán la diosa del pueblo adyacentes, las playas del Drago. Una meriche, candorosa, hermosa, inocente, y lo mas valioso "Virgen" como las rivera del naciente Río Grande.
Su nombre: Flor de la mañana

Feor salio disparado de un puntapié al aire, giraba en círculos imperfectos, dando pasitos, parecía que  danzaba con el agitado baile, las varas del árbol balsa, eran lanzadas con fuerzas, dirección y objetivo, los tobillos, las rodillas, las pantorrillas y todo lo que suene a orgías.

Yo Sonreí, y de lejos silbe, Feor duende de Or, soy yo Fedor el príncipe de Villalta y Villanueva de Fonseca.

Feor de Or:
Estaba ebrio, la chicha lo había embrujado, sus ojos azules, habían tomado el color purpura de la insolación. Grandes ojos se presentaban los sueños y ensueños de las montañas, donde el tigre, el jaguar se enfrentan a la depredación del sajino, el faisán , y el gallo montes, en donde Hernan Cortes, dejo al negro, procedentes de Guinea y Angola, donde las olas son mas grandes del Caribe Itsmeño.

Donde el indio mulato, le habla al viento el patua (mezcla de español, francés)  enamora a la meriche, con cantos, en inglés.

My love meri, I love pa mi.
U lova, me roba la haeart.
Tú meriche, hot.
Me, dance for  U.
Me roba, la lova.

Un alarido del indio; Ogri_tugri, me avivó, enfrente,...el indio tumbao en el lodo, gritaba de dolor, la vara de balsa le había roto la pantorrilla.

Y un grupo de paisanos le izaron, en hombros, había derrotado al tigre del Ogri.
Una algarabía se elevó, y en la comarca, el rugido del tigre, rugió, un nuevo contendiente, tendría su presa, La meriche del Ogri.

Una densa neblina cubrió el alma del tigre, la bruma le envolvió, y la chicha se llevo el dolor, y copo los doseles de la montañas, los monos tití, lloraron la pérdida de la desfloración, una ninfa, fue perdida entre las fuentes del manso río, se llevo su candidez, arrastró su amor, su inocencia.

Meriche...meriche...meri..canto el tigre, al pie del árbol nombrado balso.
Un rugido en la quietud, un romance entre las enramadas, un nuevo nido, prepara la meriche de Ogri.

Yo Fedor reía, era la chicha fuerte, era el baile o el embrujo del canto, era la orgía que entre risas, y encanto sucumbía mi mente, era el recuerdo de Montezuma, de Arnulfo, de la isla, de los mulatos.

Quizás la nostalgia de Nadia, así su tatara abuelo, le había nombrado, porque ese medio día, y mientras tomaba la siesta, arriba del joron fumaba un tabaco, de mamá Coralia una morena gorda y llena se amor.
Su tata, vio sobre una flor, una mariposa, que posaba con sus alas abiertas dándole la bienvenida a la mañana.
De ahí el nombre de "Flor de la Mañana".
Nadia creció bañándose en las aguas cristalinas, del Teribe,
Jugaba con los lirios acuáticos, con los remansos de sus frescas aguas.
Su inocencia, estaba guardada por su belleza, raza india, raza pura, sangre producto de la región del alto del Bocas Toro.

Su cuerpo envidia por las meriches, lascivia nacida en los jovenzuelos, la codicia de los tatas, que un indio cacique, desgajara los pétalos de tan hermosa flor.
Y los llevase a la prosperidad del terruño. Guardada  la esperanza, para Almirante, pueblo costeño. Y sus lugareños los negros de Cartagenas de India procedentes del África.

Una suave mano toco mi nariz, dos gotas de Agua posaron en mis ojos, Y un olor fuerte a moras, me despertó, a los lejos un grupo de viejos negros tocaban tambores alegres, música rítmica y sabrosa.
" UN CALYPSO BOCATOREÑO"
Feor, me decía, sabes Príncipe Fedor, luego del viaje a América, regresaremos a Zambia África....

EL PRÍNCIPE  DE LOS SUEÑOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora