VI Contar todos los estados de ánimos que has conocido

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Scott se metió en el baño y se quitó los calzoncillos que parecían estar empapados. Los dejó en la ducha hasta empaparlos mucho más. Frotó con jabón. Veía como el agua caliente desprendía restos de semen cuajado en sus calzoncillos hundido en la misericordia de sí mismo. Inmediatamente cerró el agua caliente y la cambió al agua fría.

-¿Qué cara pondría Jesucristo al correrse?

Murmuraba mientras frotaba los calzoncillos.

-Lavarlos antes de echarlo a la lavadora no hará que mamá no se dé cuenta que últimamente le dedicas tiempo y empeño a la masturbación.

Scott miró con indiferencia hacia el umbral de la puerta, donde estaba su hermano mirando con un fingido interés por como lavaba su ropa interior.

-Oye, ¿Te importa? Estoy en pelotas.

Señaló Scott.

-No importa, desde mi ángulo no se te ve la gominola que tienes por pene.

Pretendió sonar gracioso tras hacer un amago de sonrisa.

-Qué asco, joder.

Se quejaba estrujando los calzoncillos.

-¿Cómo lo has manchado tanto?

-No voy a recrearte la fantasía sexual que me llevó a esto.

Scott fue hacia su habitación, seguido por su hermano, tiró los calzoncillos mojados encima de la cama y se fue hacia la cómoda a por unos limpios.

-Hace tiempo que no veo a Evan por aquí. Ni a Remy. ¿Aún te hablas con ellos?

Scott no contestó, se puso unos pantalones y cogió los calzoncillos mojados que no dudó en lanzárselos a su hermano.

-Toma, buen provecho.

-No me has contestado.

-Porque estoy avergonzado y asustado y no soy capaz de admitírtelo.

Expresó Scott recreando una falsa tristeza en su rostro.

-¿Estás asustado? ¿Qué es lo que ocurre?-Scott cambió de pronto su rostro triste intercambiándolo por una sonrisa de malicia-Vale, no hablas en serio.

-Que bien.

-¿Cómo qué aún me sorprendo? Eres capaz de tomar esto, un momento de preocupación, y convertirlo en una falsa.

-¡Hala! Corta el rollo.

Bajó hasta la cocina donde se rellenó un vaso de zumo de uva y que tranquilamente intentó beberse mirando al jardín por la ventana.

-Sólo se me ocurren dos razones por las que no te ves con ellos; o están saliendo juntos y te molesta o han intentado salir juntos y tú lo has impedido y eso les ha molestado.

-¿Qué pretendes demostrarme con eso?

Liam apareció con un nuevo argumento tras la oreja de su hermano.

-Eres egoísta.

-Pocas veces lo son.

Se rascó los genitales prestando poco interés a las palabras otorgadas a su hermano. Había sentido un escozor repentino.

-¿Qué? No me vaciles sin algún sentido.

-Si-Dijo-Creo que tienes razón.

-Oye-Liam le posó la mano sobre el hombro con confianza-Si tienes problemas con ellos y puedo ayudarte, pídemelo.

Autopsia de un AbandonoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora