Capítulo 9.

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Natalie Harper.

Miro el armario, con las puertas abiertas, mostrando toda la ropa que tengo en el. No sé qué ponerme, algo que nunca había sido una de mis preguntas sin respuesta.

Llevo toda la mañana pensando en cómo abordar el tema con Samuel. Parecía fácil cuando lo propuso Victoria y yo "acepté". Pero ahora, faltando dos horas para que llegue, no lo tengo tan claro.

Escucho el típico tono de llamada de Skype desde mi portátil, directamente le doy a "Intro" sabiendo que es Bryan, estaba esperando su llamada.

–Hola Fresa! – El castaño aparece con una taza de café entre sus manos.

–Necesito tu ayuda. – Digo directamente pasando mis manos por mi frente. – ¿Qué me pongo? Estoy teniendo la primera crisis de ropa en toda mi vida ¿Lo puedes creer?

–Eso es extraño, con la cantidad de prendas que tienes, te tiene que pasar ahora. – Da un sorbo a su café. – ¿Tanto te influye Samuel? Porque supongo que estás nerviosa por eso.

–No por el encuentro en sí, sino cómo le diré lo que siento y ni si seré capaz de contarle sin bloquearme o esconderme. –Muevo mis anillos con algo de rapidez como gesto nervioso. Bryan se percata de eso.

–Nat, cierra los ojos,respira y tranquilízate. – Hago lo que me pide sin dudar de él ni un segundo.

Bryan fue una pieza muy importante en mi vida, me salvó de mi propia mente cuando vestía de negro y me evadía del mundo. Me ayudó a aceptar la pérdida de mis padres, y a poder contar lo que sucedió. También estuvo ahí para hacerme ver que Sarah y su hijo John, eran mi familia adoptiva, y que aquello no significaba que reemplazaba o quería menos a mis padres biológicos. Ellos siempre serían algo importante dentro de mi, por encima de todo y todos.

–Ahora que estás más tranquila, vayamos poco a poco, ¿Donde habéis quedado?

–Viene a casa, pero no quiero que nos quedemos aquí. – Le respondo sincera.

–¿Entonces dónde está el problema con la ropa? – Pregunta algo confundido. – Te ha visto más veces con tu ropa vintage y esa forma tan peculiar que tienes de combinarla. ¿Cual es la diferencia? – Mis mejillas se vuelven levemente rojas. – Por favor, dime que no estás pensando lo que creo... –Esa parte es la que más me gusta de él, que solo con mirarme es capaz de entender lo que está pasando por mi cabeza. Sus dotes de psicología posiblemente hayan tenido bastante que ver con nuestra amistad.– ¿De verdad estás nerviosa porque será la primera vez, que habéis quedado para salir y lo demás han sido encuentros? –Asiento silenciosamente. – Nat, eres digna de ser investigada por la medicina.–Ese comentario me hace reir.

–¿Qué quieres que le haga? Para mi todo esto es nuevo. – Digo riendo pero realmente es algo serio. No sé como funciona todo esto, y me aterra.

–Fresa, se tu misma, no tienes porque tenerle miedo. – Me sonríe Bryan de vuelta. – Ahora, escoge algo de tu armario, porque no te va a dar tiempo al paso que vas. – Asiento levantándome de la cama y dejando salir un suspiro largo.

–¿Falda o pantalón? – Digo pasando las perchas, descartando mis camisetas de grupos de música o más básicas.

–Te vas a poner tacones de todas formas, así que pantalones, deja algo para la fantasía. – Le escucho reírse de esa forma única que solo él sabe mientras mis mejillas cogen ese rojo particular.

–De verdad, no se cual de los dos es peor, si tu o Jack para estas cosas... – Hablo con él mientras dejo unos pantalones negros ajustados encima de la cama y un top de tirantes finos del mismo color. – Por cierto, ¿Has hablado con él estos días?

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