Capítulo 8.

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Samuel Baizen.

"We see people coming. See people go.
This particular timing is extra special.
I know you might be gone"

"Everglow" de Coldplay suena nítida en mis audífonos, llamando mi concentración. Estoy intentando relajarme, olvidar que Michael se halla trabajando en su ordenador en la otra habitación. Me llamó esta mañana, cuando mi cabeza demandaba de forma urgente algo que me obligase a desconectar, dejar de pensar en el día de ayer por un instante, en ella.

Natalie.

Desde que la besé en la heladería no he dejado de pensar en ello. No tanto en lo que sentí en aquel momento, ya lo había sentido el día que comimos, cuando me besó, sólo que en ese momento no quise identificarlo.

"Tal vez te guste" Dijo entonces Victoria. Y quizás, tal vez sea así. No tengo otra razón para explicarlo de momento. O tal vez...

Suelto un suspiro intentando negar el latido de mi corazón en estos momentos. Es algo que no me siento preparado para afrontar, lo cual resulta estúpido dado mi experiencia en esos temas. Empezar una relación, enamorarme...

Bueno, con un poco de suerte, aquello será algo en lo que no deberé pensar mucho tiempo.

Intento no desviar la mirada a la habitación contigua. Cuando Michael me llamó pensé que era para contarme novedades de sus vacaciones, pero era otra cosa. Le había surgido algo, un caso importante, y debía volver. Me llamó para que fuera buscarle al aeropuerto.

–Mi hermana llamó ayer ¿Recuerdas que su hija había desaparecido hace varios años?–Asentí mientras conducía de vuelta a casa. El caso de la hija de Kate, la hermana mayor de mi mejor amigo, fue algo bastante conocido. Por aquel entonces la agencia todavía no existía pero Michael se desvivió en su propia investigación, aparte de de la policía. Sasha había desaparecido una mañana de diciembre y no la volvieron a encontrar. –Hace unos días se presentó una mujer pretendiendo haberla encontrado. Mi hermana sospecha de un fraude.

–¿Y te dijo que la ayudaras a averiguarlo?–Niega con la cabeza. –Michael...–Comencé regañarle suavemente pero él no me dejó terminar.

–¡Sasha era mi sobrina! –Explicó. –Tengo derecho a saber si está viva. –Solté un suspiro y lo dejé hablar. En asuntos familiares mi amigo era un gran terco. Sabía que si estaba aquí era porque ya había decidido investigar, y nada de lo que diría lo disuadiría. Comimos y le puse al corriente de las últimas novedades. No dijo nada sobre el hecho de que aún no le diese una respuesta a Víctor sobre la boda. Como mi mejor amigo conocía la historia de cabo a rabo y aunque no aprobara todas mis decisiones, las respetaba lo suficiente como para no intentar modificarlas.

En cuanto a Natalie, la historia era simple, quería conocerla. Algo que me ponía muy nervioso, sobre todo dado el hecho de que su opinión sobre nosotros era similar a la de Victoria.

Y yo , simplemente, me estaba quedando sin argumentos para no darles la razón.

Total que mi método para no pensar era completamente inútil. Sabía que era un mal plan la amistad desde que lo acordamos. Pero era obvio que Natalie no quería amor, ni ningún tipo de relación, y fue la única solución que se me ocurrió para conservarla.


Me pareció distinguir que alguien llamaba a la puerta. Me quité los auriculares, no me gustaba mucho usarlos en casa pero dada la diferencia de gustos entre Michael y yo era necesario.

–Entra.–Digo. Michael abre la puerta trayendo mi teléfono móvil que no para de sonar. Debí ponerlo en silencio, no simplemente sacarlo de la habitación.

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