Hola :D. Hoy tenemos cosas para celebrar, primera que no sé si lo comentamos en el anterior Capítulo, pero ¡en fin de año terminamos oficialmente de escribir la historia! Consiguiendo así quince Capítulos y un epílogo algo peculiar, ya vereís porque cuando lleguemos a este momento ya que seguiremos actualizando a un ritmo regular y no todo de golpe. Es lo mejor para digerir toda historia en su justo tiempo.
2. Ganamos el tercer puesto en romance en los Amazing Writers Awards, veré si puedo dejar el link en los comentarios de acá.
y 3. y no menos importante: ¡Feliz San Valentín! Ahora disfruten el Capítulo.
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Capítulo 12
Samuel Baizen
Observo mi traje para la ceremonia en el espejo y suspiro, todavía no estoy seguro de todo esto, pero cuanto más lo piense más suerte habrá de que me eche atrás, y como lo haga no tendré el valor de afrontar la mirada de Víctor después.
Es mejor dejar de huir de lo que nunca podré cambiar, no me ayudará.
Aparte, Natalie tiene razón, las heridas de mi pasado, por más que me duelan, hacen parte de mí y de la persona que soy ahora, debo asumirlas.
Al pensar en ella no puedo evitar recordar no solo nuestro encuentro la noche del jueves, cuando ella me ayudó y consoló como nunca, sino también lo ocurrido después, cuando me quedé a dormir en su casa.
Debo admitir que no pensé muchas de las cosas que hice, solo actué según mis deseos, influencia alcohólica o no, y hacía tiempo que no lo hacía logrando tan buenos resultados. Me hace sentir feliz, completo y eso se siente demasiado bien.
–Al parecer Víctor tiene razón, de nuevo. –Digo y me río, demasiado divertido por lo que suponen esas palabras, son estos momentos en que advierto que mi amigo es un genio, que nos conoce a la perfección a todos. Algo que me encanta, por cierto, ya que me hace ver cosas en las que no siempre pienso, como el obvio amor que le tengo a Natalie.
Sí, en definitiva, estoy enamorado de ella, todavía no estoy seguro de cómo ocurrió, pero lo estoy. Termino de prepararme, pensando en lo que ocurrió entre nosotros aquella mañana, cuando despertamos el viernes:
Al inicio me cogió desprevenido la forma en que dormía a mi lado, agarrando mi cuerpo de esa forma tan tierna, luego recordé todo lo ocurrido la noche anterior y, aunque enrojecí al pensar como habíamos acabado allí, durmiendo juntos como si fuéramos una auténtica pareja, no pude evitar sonreír. Esta chica era prodigiosa, nunca me imaginé que haría eso por mí, que me apoyase de esa forma, y aquello era maravilloso.
Entonces, mientras no hacía más que observarla, encantado con ella, Natalie despertó y aunque al principio pareció algo confundida por verme allí, después empezó a reir flojito con sus mejillas rojas, pareciéndose a una fresa.
–Creeme, he tenido la misma actitud hace un rato. –Le dije, riéndome yo también. –Buenos días, Natalie.
–Buenos días Samuel – Pasó sus manos por sus ojos. – Debo de tener unos ojos de lo más ojerosos... –Imprevisiblemente se escondió en la almohada, haciéndome reír como un niño pequeño. – ¿Cuanto llevas observándome?
Entonces no pude evitar enrojecer de nuevo, era obvio que me había visto observándola como si fuese una especie de ángel caído del cielo, y aquello me ponía muy nervioso.
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RomantikDesde el principio fueron como las dos mitades de una naranja. Tan similares que se asocian al instante. Complemetándose de forma natural, como las dos caras de una moneda. Natalie y Samuel. Samuel y Natalie. Los dos en...