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A pesar de toda la felicidad que había sentido aquella noche, el lunes fue más caótico de lo que estaba esperando. Incluso si deseaba con todo su corazón que la historia se hubiera mantenidos en el ámbito de la discreción; toda la escuela se había enterado de la versión de la historia que había dado DaHee.

Así que pronto tuvo que ir a parar al despacho del gabinete psicopedagógico y, aunque iba en contra de todos sus deseos, tuvo que contarle a la mujer que lo miraba por encima de sus gruesos lentes sus gustos y aficiones. Tardó más en hacerle creer que realmente no quería tener relaciones sexuales con nadie, que en que todo el alumnado se enterara de su condición.

Seo YoungHo ya no era un marica. Era incluso peor que eso. Un anormal.

Lo miraban como si fuera una clase de representación divina de la pureza y, de pronto, se había hecho el chico más popular de toda la escuela. Las chicas lo miraban fascinadas y los chicos le preguntaban un millón de veces al día «¿En serio no te la jalas?». Habían empezado a correrse apuestas incluso sobre quien hacía debutar a Johnny.

Mientras tanto, los rumores sobre YoonOh se dispersaban gracias a la fotografía que se tomó con JinSoul y la cuál  terminó en su cuenta de instagram. A pesar de que no habían oficializado nada, todos aprecian ya asumir que ellos dos estaban saliendo. Aunque, por supuesto, nadie conocía la verdad.

YoonOh trajo smoothies para todos, la chica rubia estaba sentada al lado de Chittaphon quien procuraba enseñarle palabras en tailandés pero ella ni siquiera podía pronunciar su apellido. Era una buena amiga para todos y era lo suficientemente perdedora para juntarse con ellos sin conflictuarlos.

— ¡JaeHyunsss! — exclamaron los muchachos al verlo llegar con todos los pedidos.

— Eres puro boyfriend material — comentó Ten, divertido. TaeYong lo miró mal por un instante.

— El rey del boyfriend material aquí es Johnny — respondió él, avergonzado. — Sigo enternecido por el modo en que cuidó de Ten cuando estaba ebrio.

Chittaphon hizo un puchero y golpeó a YoonOh porque no se suponía que tenía que hablar de eso frente a TaeYong.

— ¿Qué hizo? — preguntó JinSoul.

— Lo cargó como princesa y le hizo piojito hasta que se durmió — YoonOh siguió hablando, aún si Ten lo pateó bajo la mesa.

— ¿Cómo sabes si lo cargué como princesa? Estabas como en el quinto sueño — se rió Johnny.

— Porque eres el tipo de chico que carga así a los demás — contestó como si fuera obvio.

— ¿Entonces lo cargaste como princesa? — insistió la rubia.

— Sí, pero no porque sea "ese tipo de chico" — hizo comillas con sus dedos. — Es sólo que Ten es pequeño y era más fácil cargarlo así ya que estaba sólo con una saba... ¡Ouch! — se frotó la rodilla ante la patada que le propinó el tailandés.

— Oye, ¿los exámenes te ponen agresivo o qué? — se mofó YoonOh.

— Ustedes son los peores amigos del universo — se quejó, hundiéndose en su smoothie de frutilla.

TaeYong parecía que había perdido su alma en alguna dirección. Pero Johnny pensó que no era culpa de ellos que el chico no definiera sus sentimientos y que sólo fuera valiente mientras estaba ebrio como una cuba.

YoonOh volvió a centrar su mirada en su teléfono.

— ¿Qué es lo que tanto lees? — preguntó Johnny.

— Es una monografía sobre el derecho a rebelión...— mientras el aludido hablaba, Ten bufó e hizo como que se dormía, murmurando un «nerd» que hizo reír a JinSoul. — en el derecho positivo, como decía antes de ser interrumpido. Fue hecho por un chico de la universidad a la que queremos entrar. Si tengo suerte, podría conocerlo y pedirle tutorías.

— ¿En serio? ¿Cómo se llama? Como tiene que ver con leyes seguro mi padre lo habrá mencionado alguna vez.

— Moon TaeIl. Hizo muchas monografías, sólo que algunas se hicieron populares pues por lo de la presidente, ya sabes — se encogió de hombros.

Johnny pensó. Moon TaeIl. Seguramente recordaría un nombre como ese. Sacudió la cabeza, al único TaeIl que conocía era el de Block B.

— Le voy a preguntar si lo conoce — añadió, de cualquier forma. Le gustaba ayudar a su amigo con su sueño.

— ¿Todos quieren entrar a la misma universidad?

— Uh, sí. Es que justo esa tiene las cosas que todos queremos seguir — respondió TaeYong. — Y nos mudaremos todos con YoonOh para sentirnos universitarios — terminó de hablar entre risas.

— Montaremos fiestas muy locas — sentenció el tailandés.

— Nada de fiestas — lo calló YoonOh.

— Fiestas cada fin de semana — insistió Ten, en un susurro dirigido hacia la chica, pero todos lo escucharon y rieron.

El teléfono de Johnny sonó y tuvo un mal presentimiento. En el identificador de la llamada pudo notar que era su padre, así que se disculpó y se alejó un par de metros para responder. Todos los presentes lo miraban con cierta preocupación.

— Estuve hablando con los padres de DaHee y con la familia del presidente de tu clase... — por algún motivo la voz de su padre siempre sonaba neutral, así que se estaba poniendo ansioso. — Ella lo reconoció, Nini.

Johnny cerró los ojos un momento. Tan sólo para agradecerle al universo que ella no hubiera negado todo.

— Sus padres se disculparon conmigo, pero de cualquier forma le pedí que ella se disculpara sinceramente contigo también. Y como sé que no querrás juntarte con ella en privado y porque no queremos más situaciones problemáticas, le comenté que estaba bien si lo hacía en la escuela no más.