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Realmente me gustó como quedó el capítulo anterior, pero, por si no se ha entendido bien, tengo que aclarar algo. Mientras Johnny es asexual; Ten no, no es precisamente homosexual, me gusta ubicarlo en alguna zona de lo grisexual, quizá, demisexual

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Silenciosamente, Chittaphon deslizó su pie hasta tirar el capuccino que se había comprado DongYoung. Inmediatamente, el mayor dio un salto. No se había mojado la ropa, pero esa guerra de quién se tiraba más bebidas que quien, no iba a tener un buen final. 

  — ¡Estás buscando morir, Tailandia!—exclamó el conductor de radio. Chittaphon le sacó la lengua y corrió a esconderse detrás de Yuta. El chico hablaba tranquilamente con otro compañero de clase y dejó que su novio y su amigo empezaran a correrse por toda la sala. 

  — ¡Ni siquiera deberías estar aquí!—se quejó Ten, corriendo locamente por su vida. 

  — ¡Claro que sí! ¡Estoy haciendo un reportaje sobre la previa de la presentación de Navidad que harán!— cuando al fin pudo alcanzarlo, Yuta los separó y el chico de cabellos morados, lloriqueó, porque había gastado los únicos wons que traía en esa bebida.

 — Yo te compraré otro capuccino si dejas de llorar, pero no mates a mi lindo... ¿Johnny?— los tres se giraron a ver como el americano pasaba por en frente del salón de ventanales caminando junto a un alto muchacho rubio. Los dos parecían muy compenetrados conversando. 

— ¿Quién es ese?— preguntó DongYoung.

— No sé, pero Johnny estuvo con él todo el domingo. Qué pasada, YoonOh, DongHyuck y yo tuvimos que comer las hamburguesas solos  — comentó Ten.  

DongYoung miró al tailandés. Johnny le había dicho a TaeIl que estaría ocupado con asuntos familiares, pero si ni Ten lo conocía, significaba que ese rubio no podía ser muy familiar suyo. Los muchachos se extrañaron un poco, pero no dijeron nada más. El conductor intentó no pensar en eso, hasta que llegó el almuerzo. 

TaeIl llegó quince minutos tarde porque un profesor lo había tenido dando vueltas para poder hacerle rendir el examen; pero llegó con una brillante sonrisa, lo que significaba que le había ido muy bien. Johnny lo saludó con un beso en la mejilla y lo felicitó por haber pasado todos sus finales. A todos les había ido bien, por lo que podrían darse unas merecidas vacaciones. 

— ¿Y qué tal tu mañana?— preguntó TaeIl, mientras sacaba su almuerzo.

— No hice mucho, estuve dando vueltas mientras esperaba que me entregaran mis informes— le respondió Johnny. 

¿Por qué no le dijo que había estado conversando con un rubio? 

DongYoung afiló notoriamente su mirada. Los dos se volvieron a verlo. Así que intentó disimular su molestia con una sonrisa que nadie en la mesa le creyó. 

 — ¿No habrá sido muy aburrido no hablar con absolutamente nadie?— hablo, recalcando sus palabras. 

— Bastante. Pero soy bueno mirando el techo. Lo hice toda mi preparatoria— respondió entre risas, más sólo TaeIl y YoonOh se rieron.

— Si me hubieras avisado te hubiera hecho compañía— acotó JaeHyun.— Sabes que no me molesta levantarme temprano.

— No, no. Descuida— Johnny sacudió su mano. 

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