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La nieve caía torrencialmente en Seúl, pero aquella noche Johnny no estaba preocupado por el clima impetuoso porque estaba en el pequeño departamento de TaeIl y había vivido una de las noches más mágicas de toda su vida. Aunque simple y casi cotidiana, una pizza sobre cargada de salami y pepperoni como le gustaba a él junto con un par de refrescos y una de las películas más tontas de la historia habían hecho de aquel momento algo genial. 

TaeIl no le había expresado explícitamente que quería que se quedara esa noche con él, pero todo había fluido con tanta naturalidad que ni Johnny sentía la necesidad de irse ni el mayor quería que se fuera. 

Johnny solo podía pensar en lo lindo que se veía TaeIl hablando con emoción de la película. 

  — Aunque ahora que lo pienso, en realidad, no transmite un buen mensaje para los jóvenes, porque...— entonces, decidió que era un buen momento para interrumpirlo. 

Sus dedos se deslizaron sobre su rostro y TaeIl se encontró por sorprendido por aquella acción, más sin que sea algo que le desagradara, inclinó su rostro en dirección hacia sus caricias. Johnny se inclinó un poco, lo suficiente para poder besarlo y se sintió feliz al ser prontamente correspondido. Fue lento y suave, como si estuviera descubriendo nuevas sensaciones y quisiera prologanarlas al máximo. 

Cuando sintió el pulgar del otro recorriendo su mejilla, su celular sonó, rompiendo horrorosamente la cálida atmósfera que se había formado. Johnny frunció sus labios y acarició con su nariz la del mayor, negándose a alejarse más que eso, quien simplemente sonrió. 

 — Vamos, YoungHo-yah, responde o seguirá sonando— habló bajito, porque seguían muy cerca.

— También podría cortar, no hay nada más importante que nosotros en éste momento— susurró, nuevamente sobre sus labios.  

Cuando el teléfono dejó de sonar, sonrió victorioso. Pero su sonrisa se esfumó cuando el móvil volvió a causar un estruendoso ruido. Entonces, derrotado, llevó el teléfono a su oreja.

— ¿Hola?— preguntó, sin alejarse demasiado del mayor y con sus ojos sobre los suyos. TaeIl se dedicaba a sonreír por lo terco que había resultado ser YoungHo.

— ¡Al fin contestas, John!— exclamó MinJae.— Estuve llamando a tu departamento y me dijeron que te fuiste con... el chico.

Johnny frunció el ceño, el tono con el que lo dijo fue sumamente extraño.

— Sí, estoy con mi novio. ¿Pasó algo? 

— Vamos a tener una cena familiar, creo que MinHyung se olvidó de avisarte— su forma de modular las palabras, el tono seco, había algo que le estaba causando ruido.

— Uh... Yo ya cené, pero me voy a pasar por ahí más tarde. Podría llevar un pas...— fue interrumpido.

— Igual ven pronto. No querrás hacernos esperar.

La llamada se cortó, TaeIl lo miró extrañado, él también lo hizo.

— Aparentemente el deber me llama— bromeó, mientras le mandaba un mensaje a Mark.— Pero no me quiero ir, quiero quedarme contigo.

— Ve con tu familia, YoungHo. Es vacaciones, mañana podemos vernos si me extrañas mucho— siguió con su juego y se paró, para buscar los abrigos del menor. 

Canadian swagger te envió un mensaje. 

No tenía idea, la mujer se volvió loca hace como media hora cuando le dije que no sabía lo que estabas haciendo. 
Lleva todos los putos días preguntándome lo mismo.
Está así desde el domingo, idk.