La curiosidad es un defecto muy malo

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NARRA LAW

-¿Trafalgar?- la voz de Monet a mis espaldas hace que apresure el paso, está oscuro, no puede verme- Sé que eres tú, no está tan oscuro.

Suelto un gruñido y me giro, buscando por todos lados a esa mujer.

-Estoy aquí, frente a ti.

-¿Qué haces aquí?- entrecierro los ojos sin saber dónde está, pero alguien me agarra del brazo y me arrastra fuera de la oscuridad y lejos de mi curiosidad.

Vuelvo a gruñir, y me intento soltar de su agarre, pero clava sus uñas en mi brazo.

-Eso debería preguntártelo yo, ¿no crees? La curiosidad es un defecto muy malo Trafalgar, ¿no te lo han enseñado nunca? Eso de que la curiosidad mató al gato.

-Nunca sabré si voy a morir si no soy curioso, además, soy un pirata, mi muerte ya está escrita desde que salí al mar- sonrío de medio lado y me suelto bruscamente de su agarre, esta vez me lo permite.

-Sí, pero... creo que alguien podría salvarse de la muerte si dejas la curiosidad a un lado- ya puedo verla, y su gran sonrisa no me inspira nada bueno.

-No metas a Hikari en esto- frunzo el ceño- Caesar dijo que podíamos ir a donde quisiéramos.

-Oh... ¿eso dijo?- se lleva un dedo a la barbilla- Bueno, puedes hacerlo, pero avisado, no quieras saber más de la cuenta Trafalgar Law, Caesar se fía de ti por ahora, pero yo no, recuerda mis amenazas, Hikari es una chica muy linda, ¿no crees?

Sonríe por última vez y se marcha, dejándome plantado en mitad del pasillo apretando con fuerza mi katana.

Empiezo a respirar con dificultad por la rabia y lanzo un puñetazo de impotencia a la pared, que se agrieta.

Nadie me amenaza a costa de mis nakamas y vive para contarlo.

Debería decirle a Hikari que tenga cuidado, más que nunca, ahora que desconfío más que nunca de ellos, sobre todo de Monet, y luego de escuchar esa charla de Caesar con alguien a quien no he llegado a escuchar... no sé lo que pensar.

Tengo que advertirle, fue una mala idea que viniera, tal vez esté a tiempo de coger un bote y alcanzar a los demás, o puede alcanzarlos caminando por el cielo, sí, eso servirá, robaré el corazón de Hikari de las garras de Caesar y esa mujer, se lo devolveré, y ella podrá marcharse cuanto antes para que esté sana y a salvo.

Podría decirle a Caesar que... no, no puedo decirle a Caesar, sospechará.

Primero tengo que hablar con Hikari, sobre todo.

Empiezo a correr hacia donde sé que estará, con los niños.

*****

-¡Hikari!- grito cansado cuando llego a la sala y no la diviso, espero que con el grito aparezca.

Sale de una de las habitaciones de arriba y baja corriendo las escaleras.

-Law, ¿dónde estabas? Te estuve...

-No hay tiempo, ven- agarro su muñeca y la arrastro fuera de la habitación.

-¡Espera idiota! Los niños...

-¡No hay tiempo!- grito perdiendo mi paciencia, y sigo arrastrándola hacia nuestra habitación.

Cuando llegamos miro a ambos lados del pasillo antes de abrir para comprobar que no hay nadie y la empujo dentro, cerrando la puerta detrás nuestra volviendo a mirar si hay algún espía.

-¿Se puede saber qué te pasa?- pregunta ella casi enfadada.

Pongo el seguro a la puerta y le indico con un gesto que se calle, para escuchar si alguien está cerca.

LOST- Trafalgar Law (One Piece fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora