LOST- Trafalgar Law (One Piece fanfic)

Despedida

NARRA HIKARI

-¡Hikari, corre, sal!- grita Luffy desde la isla- ¡Hemos encontrado algo interesante!

Law y yo nos miramos y nos levantamos saliendo apresuradamente del submarino.

La particular risa de Luffy se oye mientras sostiene un folio.

La cara de Ace es un poema, y por no decir nada de las de mis nakamas.

-¿Qué os pasa? Ni que hubiérais visto el barco del abuelo- susurro esto último.

-Eso sería peor- Ace al parecer me ha escuchado y su cara se ha vuelto aún más pálida- Oye, ¿y ese sombrero?

Le arrebato el folio a Luffy ignorando a Ace y Law se acerca a mí para verlo también.

Sonrío al ver lo que contiene.

¡Mi primer cartel de recompensa!

La foto está muy bien, salgo sonriendo.

-¿¡100.000.000!? ¡Pero si no hice nada!- grito al ver la recompensa por mi cabeza.

-Bueno, impediste que ejecutaran a uno de los piratas más buscados y te enfrentaste a un Almirante, y saliste con vida, creo que eso es hacer suficiente- comenta Jean Bart acercándose a nosotros.

-¿Y cómo saben mi nombre? Que yo recuerde no tuve tiempo de decirles- ironizo, y al segundo me doy cuenta- Ese viejo- gruño.

-No te hagas la dura con él, sabes que le quieres mucho- ríe Ace.

Suelto un bufido.

-Ven Hikari, tenemos que hablar los tres- Ace me agarra del brazo y me lleva aparte junto con Luffy.

-Luffy, Law me ha dicho que vas a entrenar con Rayleigh-san los próximos dos años- le digo.

-Sip, me voy a volver mucho más fuerte, hasta te voy a superar a ti Hikari- asegura Luffy.

-No creo que siga siendo la más fuerte de los tres, ahora Ace se ha comido una Fruta del Diablo- río- Por cierto, Ace, ¿qué vas a hacer tú ahora?

Ace agacha la mirada.

-Padre ha muerto y los Piratas de Shirohige se van a disolver- hace una pausa- Me gustaría unirme a la tripulación de Luffy cuando pasen los dos años acordados.

A Luffy le brillan los ojos y acepta encantado.

Yo suspiro aliviada, al menos se tendrán el uno al otro para protegerse.

-¿Y en esos dos años? ¿Entrenarás con Rayleigh y conmigo?- pregunta animado Luffy.

Ace niega con una sonrisa.

-Tengo que visitar la tumba de padre y reunirme con Marco y el resto, tengo que agradecerles y disculparme correctamente. En esos dos años viajaré por mi cuenta entrenándome por mí mismo, tengo que aprender del error que cometí.

-Ace, mírame- le pido- Por favor, por favor, no vayas de nuevo a por Kurohige, si lo haces, juro por lo más sagrado que te mato yo misma. Dentro de dos años quiero reunirme con vosotros en el Nuevo Mundo, con los dos, así que por favor, no vayas tras él de nuevo.

Ace me revuelve el pelo con cariño.

-No te preocupes hermanita, no voy a hacer eso de nuevo, eso provocó una guerra la última vez.

-¡Luffy! Deberías ir subiendo al barco, tenemos que ir a Rusukaina- Boa Hancock le saluda desde su barco.

-¿Es que los demás no existimos?- pregunta Ace a mi lado.

-Tú sigue a Luffy- le sugiero caminando hasta el submarino, donde están todos reunidos en la cubierta- Vamos a seguirles, ¿no?

-Allí nos despediremos de ellos, el Rey Oscuro ha dicho que debemos dejar que Luffy entrene sin distracciones.

Asiento sintiendo cómo el submarino se pone en marcha siguiendo al barco pirata de las Kuja.

A mitad de camino, Jimbei baja del barco para marcharse, despidiéndose de Luffy y Ace, y se va montado en una manta raya hacia la Isla Gyojin.

Pronto llegamos a la isla al norte de Amazon Lily.

Después de una discusión de Rayleigh y Hancock porque él no quiere que Luffy tenga distracciones en el entrenamiento y ella quiere traer comida todos los días, Hancock acepta que es por el bien de Luffy y se marchan todas hacia el barco, despidiéndose de todos.

Hancock se acerca a mí y me abraza.

-Espero que sepas llevar bien las pesadillas- me susurra.

-Igualmente, aunque es imposible- suelto una risa ronca y se despide de mí con un beso en cada mejilla, sonriéndome.

-¿Segura que no has cambiado de opinión con lo de unirte a nosotras?- pregunta- Si cambias de opinión te estaremos esperando.

Asiento rodando los ojos y me despido con la mano.

-¿Te ha ofrecido unirte a las Piratas Kuja?- Law frunce el ceño a mi lado.

-Sí, pero lo rechacé.

Antes de que hable mis hermanos se acercan a mí.

-¿De verdad tienes que irte ya? Quédate un poco más- pide Luffy abrazándose a mí.

-Venga Hikari, quiero que veas lo fuerte que me he hecho logrando vencerte- Ace también se abraza a mí.

-Tenemos que ir al Nuevo Mundo, y además tú sigues demasiado herido para enfrentarte a alguien- señalo a Ace.

Law se ha apartado un poco para dejarme con mis hermanos, pero de todos modos ellos lo miran de manera intimidante, cosa que no afecta a Law.

-Como nuestra hermanita nos llame algún día llorando por tu culpa vas a morir- gruñe Ace en su dirección.

Creo que se ha controlado mucho, siempre ha sido muy sobreprotector.

-No dejaré que Hikari llore mientras yo sea su capitán, nadie le hará daño- asegura Law mirándome.

Mis hermanos asienten serios y yo sonrío.

-Por cierto, tenéis que reposar dos semanas más ambos.

Tras decir eso se va dejándome sola con mis hermanos, porque Rayleigh se ha adentrado en la isla inspeccionándola.

-Sabe que no le vais a hacer caso, no sé para qué se esfuerza- murmuro riendo- Pero intentadlo al menos, tened cuidado, sobre todo tú Ace, no te dejes ver por la Marina, esos Almirantes de verdad son duros.

Aún me duele el hombro donde me alcanzó el puñetazo de Akainu.

-Y tú hazle caso a Rayleigh-san, no te sobreesfuerces y no salgas de la isla.

Ya parezco toda una madre, en realidad siempre fui así.

-Tú eres la que tienes que cuidarte ahora que vas al Nuevo Mundo, y no desesperes a tu capitán, y si alguna vez quieres volver con nosotros solo tienes que decirlo e iremos a donde estés- asiento y los aprieto a los dos en un abrazo más fuerte.

-Seguro que Sabo estaría orgulloso de nosotros- sonrío con tristeza y nos quedamos así unos minutos más- Bueno, ya me voy, cuando pasen los dos años reunámonos de nuevo, iré a recibiros a la entrada del Nuevo Mundo si hace falta.

Les pido que se despidan de Rayleigh por mí y empiezo a caminar a la salida de la isla.

Escucho la risa de Luffy despidiéndose de mí y veo a Ace hacerse el fuerte para no llorar delante de sus hermanos.

Les sonrío despidiéndome por última vez, y ya cuando los he perdido de vista cae una lágrima por mi mejilla.

Pero esta vez estoy sonriendo, porque mis hermanos están vivos y son felices, y yo soy el triple de feliz por eso.

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