Capítulo 24

352 55 23
                                    

Alonso.

Mis ojos se abrían y cerraban, pero jamás dejaban de observar la misma nube hasta que el viento hiciera su trabajo y la desapareciera por completo.

¿Es posible sentirse tan raro?

Me siento triste, dolído, enojado, frustrado, avergonzado, solo, marchitado, perdido. Y todo eso al mismo tiempo, lo que no había llorado allá abajo está saliendo aquí, muy lento, pero sin parar, las lágrimas salen de mis ojos y resbalan hasta mis oídos, tapándolos, es algo horrible.

Escuché pasos y como el suelo de la azotea dejaba de ser sólo para mí, de pronto sentí calor de mi lado derecho y tan frío el izquierdo.

—¿Qué haces aquí? —no respondí, vaya, ni siquiera estaba mirando a mi propio novio. ¿Aún éramos novios?—Moon, sé que me escuchas —lo miré y regresé mi vista hacia otra nube— sé como debes sentirte.

—¿En serio? —pregunté con una voz que nunca había usado con Jos.

—En realidad no y no quiero imaginarlo.

—¿Se supone que ésto me ayuda?

—No, quiero que hablemos... si tú quieres, claro.

—No quiero.

—Tal vez ahora no, pero querrás hacerlo algún día, ahí es donde aparezco.

Lo miré sin mirarlo, es decir que no me concentré en él, simplemente lo estaba viendo sin verlo.

—Quiero estar solo —confecé.

—También yo.

—¿Y por qué no te vas?

—Porque quiero estar solo contigo —lo miré mal, pero... no pude evitar reírme y miré su sonrisa, llegué a la conclusión de que él era la única persona que podía hacerme sentir bien, o menos mal de lo que estaba.

—Eres un cliché.

—Pero soy tu cliché —sus dedos se pasearon por mi cabello, el cual de seguro estaba hecho un desastre— y tú eres mío, no dejaré que alguien te haga sentir mal, incluso si se trata de tu familia, incluso si tú mismo eres quien lo hace. Porque eres muy fuerte como para dejar que alguien te haga llorar —limpió mis mejillas mojadas. Me encanta como me habla, como su voz es tan delicada pero firme. Y en lugar de incitarme a llorar, hace lo contrario, ni siquiera mencionó lo que pasó, lo cuál agradezco pues no soy lo suficientemente fuerte para escucharlo de nuevo— eres mi luna, y en tus ojos está mi mundo, en tu sonrisa mis estrellas, eres como mi universo. Uno muy bonito, por cierto.

Tapé mi cara con mis manos.

—Basta Jos, me harás llorar de nuevo.

—Yo quería que sonrieras.

—Entonces cállate y besame.

Así lo hizo, sin despegarnos me obligó a sentarme en sus piernas, y repartía caricias por mi cintura y espalda, y de un momento a otro, el único ruido era el viento, el choque de nuestros labios y los suspiros que me sacaba.

Me separé y lo miré a los ojos, los ojos más preciosos que he visto, y ellos me miraron a mí.

—No quiero decir que te amo, pero te amo Miguel.

—¡Lo dijiste! —chilló como un pequeño y se estampó de nuevo, susurrando las mismas dos palabras que mencioné anteriormente, la danza de nuestras bocas comenzó de nuevo y deseaba que nunca llegase a su fin.











Bajé las escaleras para llegar a la sala, encontrándome con la sorpresa de que toda mi familia estaba ahí mirando el televisor, tomé el control y apagué el aparato, llamando así, la atención de todos.

—Les ofrezco una disculpa por mí comportamiento de hace unos momentos —observé a Jos, él tenía la costumbre de cruzar los brazos cuando algo le molestaba— pero también quiero que entiendan una cosa, quiero que me entiendan. Sé que no es una noticia fácil de digerir, sé que piensan que soy un loco o... un rebelde —todos mis hermanos negaron, mientras que mi madre tenía una mirada neutra— Pero, mamá, por tu reacción, quiero que reflexiones ¿Estás segura de lo que es estar enamorada? Lo que es estar nervioso todo el tiempo, pero sentirte bien, no sentir mariposas, sino huracanes, que todo lo que haces con esa persona está bien y que nada puede salir mal, que todo es posible. Dime ¿Lo has sentido? —ella empezó a llorar con una mano en la boca— mamá, yo nunca había sentido todo esto que te acabo de decir y descubrí que existía cuando conocí a Jos, encontré lo que sea que me faltaba para ser feliz y lo que estaba buscando en mí mismo. Con él puedo ser yo, sin esconderme de algo, sin máscaras, con él soy libre y quiero... quería serlo con ustedes también, y lamento si esto les parece tan patético que no quieren escucharlo —me acerqué a mi hermano menor y me puse a su altura— soy una persona, igual que tú y no quiero que tú percepción a cerca de mí cambie —me levanté— no quiero que ninguno de ustedes me trate diferente, porque soy sólo humano, cometo errores igual que todos ustedes, pero está decisión no es uno —respiré profundo y me preparé para citar una de mis frases favoritas de una serie— "Hay veces en la vida en que uno sabe que algo es un error pero no sabe en serio que es un error, porque la única forma de realmente saber que es un error, es cometer el error y luego mirar hacia atrás y decir; si, eso fue un error. Así que el mayor error sería no cometer el error, porque estarías toda tu vida sin saber realmente si algo es un error o no"

Al nadie decir nada y mirarme sorprendidos, con la frente en alto abrí la puerta de la entrada salí con Jos tomado de la mano (él se despidió de todos antes de salir, yo no)

Y fué como concluyó nuestro encuentro crucial con mi familia, era hora de descansar un poco tomando chocolate caliente en los brazos de mi novio.













❝Cuando mi mundo se vuelva un desastre ¿Podrías tranquilizarlo?
Cuando mi cabeza esté estallando ¿Apagarías todo el ruido? Y si estoy sufriendo ¿Te quedarías a mi lado?
Si te necesito ahora ¿Me tranquilizarías amablemente?











Otra disculpa, je.

He estado experimentando el bloqueo muy seguido y lo detesto, pero creo que después de esto todo mejorará.

Oigan ¿Tienen dudas? Si es así, siéntase libres de comentarlas justo aquí y las responderé (obviamente cuidando de no hacerles spoilers) o sino, platiquenme algo, tengo ganas de chismear con ustedes :D no se atrevan a ignorarme animales.

Gracias por leerme, sois personas hermosas.

さよなら ♡








Subway; j.v. editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora