Parte 14

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Debía admitir que era la primera vez que se animaba a venir a una de esas fiestas. Siempre las organizaban en la misma fecha. Pero él nunca había decidido asistir a una. Y ahora entendía porque le llamaban "La fiesta de las luces". Todo en aquella playa se había transformado en un auténtico juego de luces. Una plataforma se extendía entre la arena. La gente bailaba sobre ella. Las luces iluminaban las olas del mar y a los que esa noche habían asistido. Solo eran ellos, la música y la diversidad de colores. Era fantástico.

_________ entreabrió los labios al observar todo eso. Nunca había visto algo parecido. A pesar de que había asistido a miles de clubs carísimos en Las Vegas. Nada se asemejaba con todo eso. Y tal vez era porque Gerardo estaba junto a ella. Tanya y Kenan se habían perdido entre la gente. Había muchísima. Y eso solo hacía que aquella fiesta fuera aún mejor.

- ¿Te gusta? – le preguntó él. La abrazó por la espalda y caminó con ella, abrazándola. Caminando y escabulléndose entre la gente.

- ¿Habías venido aquí antes?

- Nunca... - susurró él, en su oído, para que pudiera escucharle mejor debido al volumen de la música. – si lo hago ahora es por ti...

- Todo esto es increíble, enserio...

Gerardo le acomodó el cabello hacia atrás, para poder besar suavemente su cuello, ahora descubierto. _________ le acarició la cabeza. Cerró los ojos. Todo era perfecto. Al mismo tiempo los labios de Gerardo hacían lo suyo, al igual que sus brazos, enredándola en el máximo placer. Así mismo miles de personas bailaban a su alrededor. Juntas, pegadas, sin importar nada, solo eran ellos y esa noche. La música cambió. "Lightning" sonaba con fuerza en los amplificadores. Gerardo la volteó. _________ quedó frente a él. Ambos juntos. Tocándose. Como todos ahí. Piel con piel. Sin ningún centímetro de separación. Era la mejor sensación del mundo.

"Solos tú y yo...y los abrigos en el cuarto de atrás"...

La tomó de la cintura y la pegó contra su cuerpo. Sus ganas eran incontrolables. Quería besarle el cuerpo entero en ese momento.

- Te haría el amor aquí mismo... - le susurró en él oído. _________ cerró los ojos con fuerza. No podía con tanto.

"...aprendiendo cosas que nos enseñaron en la escuela... pero ahora...estás aquí, tengo miedo, pero sé que todo está claro..."

- Y yo... - admitió ella. Lo miró a los ojos. Ella relamió sus labios. Deseaba tanto a Gerardo. Con todas las pu.tísimas fuerzas de su cuerpo. Y ahora mismo había hecho que se excitara con tan solo escuchar sus palabras y con tenerlo tan cerca. Gerardo la apretó aún más. Con tan solo una intención: que sintiera todo lo que producía ahí dentro de sus pantalones. Todo su cuerpo estaba tenso por ella. La gente alrededor hacía que ellos dos se pegaran aún más. Todo esto iba terminar por acabar a Gerardo.

"He sido adicto a ti desde el primer día en que te vi... todo fuera de control, como una oleada de electricidad...sí, tu piel...rozando, el beso, te estás precipitando demás...y aquí viene..."

- Te amo. – le dijo él. Y sentía que esas palabras venían desde la superficie de su corazón. – te amo demasiado...

Y la besó. Justo como indicaba aquella parte de la canción. Nadie pensaría que las cosas terminarían así. Que después de dos años aún estuvieran juntos a pesar de las cosas. Que a pesar de que todo esto había comenzado como un secuestro...había terminado en amor. Que a pesar de los secretos, la había terminado seduciendo de nuevo. Su lengua chocó la de _________. Tibia y húmeda. Jugó con la suya. Besándola. Miles de parejas hicieron lo mismo. Alrededor. Kenan besó a Tanya como la primera vez. Mientras _________ apretaba la nuca de Gerardo para que la besara más intensamente. Y Tanya soltó una risa en medio del beso, Kenan había bajado sus manos hasta tocar sus nalgas, pero eso...era tan normal. Gerardo también paseó sus manos por toda la espalda de _________, hasta llegar a sus hombros, jugó con su cabello, y siguió besándola... y nadie detendría a Tanya y a Kenan. Y nadie detendría a Gerardo y _________. No mientras estuvieran juntos.

Y la música se aligeró.

- ¿Te puedo hacer una pregunta? – le interrogó él, _________ asintió sin dejarlo terminar. Se abrazaron más fuerte. "She will be loved" sonó en los amplificadores. La onda bajó. Pero ellos seguían más juntos que nunca. - ¿qué sientes por mi?

- Todo... - susurró ella. – eres...eres lo mejor que me ha pasado en la vida... - Gerardo le acarició la cintura. Todo esto le llenaba de alegría. ¿Cuándo él había significado tanto para alguien? ¿cuándo? – no te cambiaría por nada.

Se mecieron al compás de la música. Elevándose entre sus propios suspiros. La piel de _________ arropaba la de Gerardo con ternura y ligereza.

- He pensado en algo...

- ¿Qué? – le preguntó ella, separándose un poco para poder observar sus ojos.

- No lo sé...

- Dime... - susurró ella, acercándose a su oído. Gerardo sintió una fricción en sus pantalones.

_________ lo hacía temblar de pies a cabeza y de una y miles de maneras.

- Es que...no lo sé, en serio... - repitió él, haciéndola desesperar.

- ¡Dime! - _________ le pegó suavemente el hombro. Más que un golpe, parecía una caricia para él.

- Bien... era algo que quería decirte desde volvimos a vernos...

- Ajá...

Se detuvo un momento. A pesar de que la música seguía sonando y corriendo entre las demás personas que adornaban la playa esa noche. Solo ellos dos se habían detenido.

- ¿Quieres mudarte conmigo a otra ciudad? – le preguntó él. – me refiero a que... - cerró los ojos con fuerza y los volvió a abrir llenándose de valor. Se le hacía tan difícil decirle a la chica que le gustaba, lo que pensaba para los dos. – quiero que nos mudemos, que vivamos en otra ciudad tú y yo solos... sin nadie más, empezar de cero... quiero... - la miró a los ojos. – quiero demostrarte que puedo ser lo suficiente para ti.

_________ lo miró enternecida. Tragó saliva e intentó que aquel regocijo se le pasara. Pero no pudo. El nudo pasó de su estómago a su garganta, llenándole los ojos de lágrimas.

- Gerardo, yo...

- No, no...déjame hablar. – le pidió él. - es la primera vez que quiero hacer las cosas bien _________... yo... yo no soy perfecto, pero por ti... podría serlo y hasta superar esa palabra.

Y convertiría su nombre en la siguiente definición de "perfecto". Solo si ella se lo pedía esa noche.

- No quiero que seas perfecto... - le susurró ella. Lo abrazó por el cuello, pegando su fino cuerpo al cuerpo masculino de Gerardo. – quiero... - juntaron sus miradas. En un momento único, donde él supo que jamás dejaría de quererla. - que seas tú. – le dio un pequeño besó en el mentón, dejando a Gerardo con unas ganas incontenibles. – y sí, sí... por supuesto que quiero irme contigo, lejos, los dos solos... – Gerardo la tomó de la cintura, sonrió tímidamente. La quería muchísimo. ¿Por qué? ¿Por qué se había enamorado de ella? ¿Por qué ella se había fijado en él? – llévame lejos... - era una duda que solo ellos dos podían contestar. - y que nadie nos encuentre nunca.

SEDUCEME   (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora