Se acostó. _________ estaba de espaldas y tenía las sábanas subidas hasta la nuca. Su espalda subía ý bajaba al ritmo de sus respiraciones. Que bonita era... le entraron muchísimas ganas de acostarse con ella, despertarla, oírla protestar por a verla despertado... tal vez hacer el amor entonces, quitarle la ropa, escucharla excitarse en medio de la noche mientras se subía encima de él, o tal vez escucharla gemir suavemente mientras él la llenaba con todas sus fuerzas. Sentía tantas cosas cuando la veía. Tantas. Tantas e innumerables cosas. Deseaba besarla, hacerle el amor brutalmente. Pero a la vez... también le gustaba verla dormirse y acurrucarse en su cuello, que se lo besara, que lo llenara de su tibio aliento.
Sacó las sábanas y se arropó junto a ella. Al parecer no lo había sentido todavía. Estaba completamente envuelta en ese sueño. Entonces, bajo las sábanas, pasó sus dedos por su cintura descubierta. Su piel estaba caliente. Se relamió los labios. Deseaba tocarla. Tocarla más. Y no lo pensó mucho para hacerlo. Metió sus manos bajo la blusa de su pijama. Erizándole la piel en medio de los sueños que en ese entonces estaba teniendo... logró llegar hasta su cuello y volvió a bajar con la misma lentitud.
- Mnh... - la escuchó decir. Él soltó una bonita sonrisa. ¿Qué pasaría si en vez de sus dedos, fuera su boca la que la hiciera sentir todo eso? Se inclinó y mojó sus labios con su lengua húmeda. Suavemente estampó sus labios sobre la espalda descubierta de _________, moviéndola tan deseoso, tan sensual, tan excitante. Pero no quiso subir a tocar su cuello, sino más bien bajar y tocar la cobertura de sus caderas. Se las besó, esta vez cogiendo los bordes de sus shorts y bajándoselos silenciosamente. – oh... - murmuró ella ahora. Se los había bajado lo suficiente como para besarle el cu.lo bajo la oscuridad. – Gerardo, para... - dijo riendo.
- Pensé que dirías otro nombre. – le contestó él. Sus voces eran las únicas que sobresalían a esas horas de la noche.
- ¿Qué haces ahí? – murmuró ella, ahora abriendo los ojos.
- Me dieron ganas de... - quiso seguir hablando, pero el cuerpo de _________ aplastó el suyo sigilosamente, cubriendo su boca con la de ella.
- ¿De qué? – dijo mientras lo besaba. Un beso con lengua. Húmedo. Delicioso. Gerardo no dudó en empalmarse de un momento a otro.
- Nada, solo me gusta molestarte. – le acarició las piernas desnudas. – te vez genial durmiendo, provoca fo.llarte ahí mismo...
- Podrías ser un poco más romántico... - _________ le jaló una mejilla.
- Es que contigo no se puede. – admitió él. – me pones tanto, te lo juro.
- Siempre me lo dices.
- No me gusta mentir.
- Seguro muchas te ponían así antes de conocerme...
- No es eso. – aclaró él. – tu me pones, me excitas, me gustas, me encantas, me fascinas... todo lo que me haces sentir lo tengo impregnado en la piel desde que te conocí. – le dio un besito pequeño en los labios. – eres especial.
_________ se acurrucó sobre él. Se quedaron en silencio por varios minutos. Gerardo le acarició el cabello sobre la espalda...Estaba viendo la manera de decírselo de una vez por todas. _________ debía enterarse. Debía saber que su propia familia le estaba haciendo daño. Que su propio padre... también estaba detrás de todo lo que había pasado la otra noche con ella.
- Tengo algo que decirte. – empezó él. Rogaba con todas sus fuerzas que _________ no derramara una sola lágrima más. Simplemente había llorado mucho desde que lo conocía. No lo merecía.
- ¿El qué? – preguntó ella, aún sin levantar la mirada.
- Solo no quiero que te afecte... - murmuró. – no quiero que llores más por lo que te voy a decir. No vale la pena _________. – le dijo, acariciando su espalda. Ella lo dejó hablar sin interrumpir.
- Vamos, solo dímelo...
El asintió con la cabeza, dándose fuerzas a sí mismo. Solo tenía que tener las agallas suficientes como para contárselo y todo habría pasado...
- Andrew Anderson te ha tendido una trampa.
_________ abrió los ojos. ¿Andrew? Jo.der, muchísimo recuerdos se le vinieron a la mente. Recuerdos que jamás quisiera volver a vivir.
El encierro de su padre, las veces que discutían y Andrew... que insistía en casarse con ella, aunque _________ no lo quisiera. Y su padre, que deseaba que se casara con cualquiera, si eso era suficiente como para que _________ olvidara a su secuestrador. Las peleas. Ella no aguantaba ni un día más encerrada. Y Andrew, que no hacía nada al respecto.
- Él es que el que está detrás de todo lo que te pasó en la fiesta. – le dijo sin más rodeos. – y no solo él, sino también tu padre.
- Que... ¿Qué? – susurró _________. No supo por qué, pero las lágrimas no le salieron. Simplemente estaba harta de tantos problemas. Y ahora resultaba que su propia familia era quién se los seguía dando. ¿Por qué? ¿Acaso querían verla destruida por el simple hecho de a ver preferido una vida con Gerardo y no una vida de mier.da con ellos? ¿Por qué co.ño no la dejaban en paz de una vez? ¿Qué más querían de ella?
- Tú y yo sabíamos que esto iba a pasar. – le dijo él, pegando su cuerpo más al de ella. _________ no se había atrevido a mirarlo todavía. Estaba avergonzada. Mucho. Muchísimo. Avergonzada de ella, de su propio padre. – Sabíamos que ellos te buscarían... - volvió a decirle. – lo supimos el mismo día en el que huimos de Las Vegas.
- ¿Qué quieren de mí? – preguntó ella. Con un hilo de voz. – He estado encerrada por un año Gerardo, sin poder salir a donde yo quisiera, sin poder hacer lo que a mí me gusta... ¿Qué más quieren de mí? ¿Quieren encerrarme de nuevo, es eso? – la voz se le hizo más pequeña, perdiendo fuerzas. Sus ganas de seguir hablando disminuyeron, hasta sentir los fuertes brazos de Gerardo abrazarle el cuerpo. – Lo único que quieren es hacerme daño...
- No llores. – le dijo él. - _________ es más fuerte que todos estos jo.didos problemas ¿vale? Lo eres. Me lo has demostrado.
- Ya no puedo más, Gerardo...
- Sí puedes, nena. – la abrazó aún más fuerte, impidiendo de miles maneras que _________ no derramara ni una lágrima más. – sí puedes, gatita. – ella soltó una risa, mezclada con cierto dolor en su voz. – somos más fuertes que todo lo que nos está pasando. – sus cuerpos se tocaron cada vez más. Juntos. Unidos. ¿Qué podía salir mal si lo estaban? Eran más fuertes que todo en el mundo, a pesar de que todo el mundo estaba en contra de ellos. Eran el equipo perfecto, la mejor historia, se amaban... y no había nada que pudiera detener eso. – Tenemos que acabar con esto...
- ¿A qué te refieres? – le contestó ella.
- Tenemos que enfrentar a tu padre.
- No... no Gerardo, tú no lo conoces, por favor... - se sentó sobre las sábanas. Gerardo hizo lo mismo. – Tú no sabes de todo lo que puede ser capaz si es que tú te le enfrentas...
- Oye... - le acarició una mejilla. ¿Qué acaso no tenía claro todavía que él podía hacerlo todo por ella? – todo va a estar bien.
- No lo hagas por favor... - sus manos se tocaron. Un fuerte espasmo recorrió el cuerpo de Gerardo al sentir la piel de _________. – solo vámonos de aquí, que nadie nos encuentre nunca.
- ¿Y si mejor cambiamos de táctica esta vez? – él le dedico una sonrisa preciosa. No se lo había dicho, pero ya tenía todo arreglado y perfectamente planificado para encontrarse con el gran Richard Stewart mañana. Para enfrentarlo de una vez por todas. Y después de eso... por fin... los problemas se habrían acabado...- esta vez no quiero escapar. No más... quiero que tu padre sepa que me has cambiado como nadie.
- No quiero que te haga daño, Gerardo... - los ojos de _________ brillaron en la oscuridad. Lloraría. Pero no por los problemas, si no por él. Tenía una ligera sensación en el corazón que no la dejaba en paz. Un presentimiento. – y... ¿y si no te vuelvo a ver?
Gerardo la besó en la boca. Sus labios abrieron los de ella con suavidad. Jugó con su lengua. Amaba besarla de esa forma. Tan sensual, tan excitante, tan único. _________ le correspondió el beso.
- Si no me vuelves a ver... - le dijo entre besos. _________ derramó la primera lágrima. - debes contarle a tus hijos que fuiste la única que logró cambiar al hombre más duro de todo el mundo. - _________ sonrió... - y que llegaste a seducirlo tanto... que hasta daría la vida por ti.
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SEDUCEME (COMPLETA)
RomancePrologo. No hables. No respires. Él está cerca, y apunto de seducirte de nuevo. Tercera temporada de Secuestrada , Secretos ......................