parte uno

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El pelinegro camina a paso rápido por la orilla del bosque, esperando llegar a su nuevo hogar, aquél lugar frío y húmedo que poco le gustaba y al cual no quería volver, pero gracias a que su madre tuvo que irse lejos del país lo dejó al cuidado de su abuela.

Jinyoung amaba a la abuela, pero a veces lo aterrorizaba con las leyendas que le contaba por las noches, leyendas de brujas, espíritus malignos y sobretodo lo que más gustaba platicar, vampiros de sangre negra y vampiros de sangre vino. Uno de estos dos eran "buenos" y los otros malos, pero la verdad, es que era algo que a él no le importa, o en realidad, no quería saber.

—¡Abuela, estoy en casa!— dijo el joven, colgando su grueso abrigo en el perchero que se encontraba a un lado de la puerta principal.

—¡Jinnie, llegaste! ¿listo para una historia?

Al morocho le recorrió un escalofrío por la columna vertebral, mirando con terror a su abuela.

—En realidad, yo buscaba descansar, abuela.

—Pamplinas, a mis 87 años de edad no me siento cansada, mucho menos un jovencito como tú. Ven acá.

La anciana de cabellos plata arrastro a Jinyoung hasta la sala, donde lo sentó y le dió un vaso lleno de chocolate caliente.

—Abuela...

—¿Quieres saber cómo es que los vampiros de sangre color vino se vuelven al lado opuesto?

—En realidad, no...

—Los vampiros de sangre vino tienen derecho a amar solamente una vez en toda su vida, y lo peor, es que su vida es eterna, han visto cambios y evoluciones en el mundo que ni te lo imaginas...

—¿No era que mueren cuando les entierran una daga en el corazón?

—Esos son cuentos baratos. Los vampiros pueden llegar a morir de tristeza si el ser amado los deja, es ahí cuando resucitan en una forma horrible, a menos que sean mutilados.— la anciana negó sintiéndose aterrada. —se convierten en seres aterradores, comen tu alma y te dejan sin ella, el alma es la vida de las personas, es con lo que amamos, Jinyoung. El corazón es un órgano más, él alma es el sentimiento. Si un vampiro busca tu alma es porque quiere volver a sentirse un poco vivo como lo fué cuando amó.

—¿Cómo saber si un vampiro se está devorando tu alma?

Cuestionó el morocho, intrigado.

—Dejémoslo para mañana, Jinnie, estoy cansada.

Jinyoung la miró incrédulo.

A la mañana siguiente decidió salir de nuevo, esta vez no a un favor de la abuela, sino que esta vez iría a la biblioteca.

Buscando libros de leyendas urbanas encontró lo que la abuela le contaba la noche que pasó. Según esto, los vampiros tienen suerte cuando el verdadero amor de su vida es alguien como ellos, de su misma especie, pero si en cambio es un mortal, tendrán que cuidar de ese mortal hasta que la vida les alcance, o si no, convertirlo en uno más de ellos, lo cual, por lo que leyó, era un proceso doloroso luego de que el vampiro acabase casi con toda la sangre que en sus venas habitaba.
Cuando un vampiro defendía a su mortal, podía terminar muerto y mutilado al igual que su amado. Los vampiros de sangre negra amaban ver sufrir a sus rivales, y era por esa razón que los de sangre negra comenzaban a consumir el alma del mortal.

Dejó los libros en su estante y caminó hacia la cafetería, metiendo sus manos a los bolsillos de su abrigo por el frío y la neblina del pequeño centro de aquella ciudad casi abandonada, habitada por pocos, valientes quizá, como su abuela.
Pidió un expresso y se sento en una de las sillas que estaba frente al ventanal del local, conectándose con unos ojos color vino cuando miró através de donde estaba. Su piel palideció cuando aquéllos ojos le perforaron hasta el alma y se sintió cansado, hasta el punto de querer desmayarse. Se puso de pie, y tambaleante, caminó hasta el baño de hombres, donde mojó su cara tratando de recuperarse, quizá estaba investigando más de la cuenta, o quizá sólo por la misma razón, se había imaginado todo aquello.

El chico salió asustado de la cafetería, encontrándose de nuevo con aquélla persona de cabello chocolate con destellos rojizos. Huyó de ese lugar, lo más rápido posible, encerrándose en la casa de su abuela buscándola hasta dar con ella en la cocina.

—Abuela... ¿cómo son los vampiros de sangre negra?

Pregunta acelerado, aquello que sintió en la cafetería había sido muy inusual, tenía miedo que lo del alma devorada por vampiros le estuviese pasando a él por mas estúpido que se escuchase.

—Como nosotros, cabello negro, ojos totalmente negros, vacíos, sin ningún brillo, pálidos... ¿por qué, Jinnie?

—Hoy vi a alguien que me miró de una manera extraña, sentí que penetró mi alma... abuela, ¿y si alguien se enamoró de mí?

—No seas tonto, no he oído un caso como esos en casí 60 años... Quizá sólo quiera beberte la sangre y matarte.

Jinyoung abrió los ojos más de lo normal.

—¡Abuela!

—Sh, sh, sh...— le calló la anciana cubriendo la boca del joven. —¿cómo era quien te veía?

—No sé, alto, delgado, pálido... tenía ojos color vino y su cabello era café con destellos rojizos.

—Oh, listo. Estás en la tumba, Jinnie.

—No seas así... era hombre, no creo que un vampiro sea gay.

—Jinnie...— la abuela le da un golpe en la cabeza. —¿tú no me escuchas? los vampiros se enamoran del alma, los sentimientos más puros los atraen, ellos pueden ver tu alma... No se enamoran de algo tan simple como los mortales, de penes y vaginas.

—¡Abuela!

La anciana se encogió de hombros restándole importancia y siguió cocinando la cena.

—Si es cierto todo esto, no tienes escapatoria, Jinyoung.— dijo la abuela, ésta vez, sonando seria. — uno; permites que aquél vampiro te proteja, dos; mueres por algún enemigo del sangre vino devorando tu alma, o tres; dejas ser amado, amas y quizá, sólo quizá, puedan vivir para que una leyenda más se cuente en el pueblo.

Esa noche comenzó a sentirse cansado, pensando en si realmente todo lo que estaba pasando era un mal sueño o era la realidad, lo único que quería era que el trabajo a donde habían mandado a su madre terminara y viniera por él y claro que se llevaría a su abuela de este horrible lugar.

Negó.

Mirando el techo pensó en varias soluciones, quizá acercarse a aquél ser que lo había visto era una buena opción, decirle que lo deje en paz, ¿pero y si nada era lo que parecía, si aquél chico sólo era una persona normal de quedaba como un loco?

Volvió a negar. Esa noche no había podido pegar el ojo, se sentía cansado, más de lo normal, no sentía nada, ni asustado como desde que llegó, se sentía sin emociones.

Cerró los ojos sintiendo su cuerpo ya no poder más.

“Tienes que irte de aquí”

Escucho ese susurro. Y por alguna razón que desconocía, él susurró también;

“Si me voy, te convertiras en uno más de ellos”

Un profundo sueño lo invadió.

Algo estaba pasando.










▸NOTA; es la primera vez que escribo algo así, sobre vampiros y eso, no sé qué tanto se pueda saber acerca de esto porque jamás he leído o visto algo relacionado a eso, simplemente quise hacer algo nuevo, que nunca haya realizado y de eso nació este fic. Espero, si leen, gusten de él y no lo juzguen si hay algo demasiado fuera de lo usual, se supone que así es la... ¿ciencia ficción?

▸NOTA 2; todo lo relacionado a los vampiros me lo he inventado sola, así que disculpen si algo les saca de “onda”.

Les amo.

Gracias por leer si has llegado hasta acá y mil gracias más si deseas continuar. ♡

〖someone like you〗  ;m.j Donde viven las historias. Descúbrelo ahora