parte doce

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A lo lejos, entre los árboles, Bambam veía cómo Mark cargaba a Jinyoung como a un bebé y se lo llevaba de nuevo al interior de la cabaña de su abuela.

Los celos le hacían rabiar, las ganas que querer matar a Mark se hacían más grandes, él estaba seguro de que Jinyoung no merecía tener una vida tan simple como la de un sangre vino, quería convertirlo en alguien como él, quería que Jinyoung tuviera la mente fría, esos juegos de los vampiros sangre vino sobre el amor le aburrian, Jinyoung podría tener más que sólo eso, podía conocer el deseo y la satisfacción del amor carnal de verdad y Bambam quería demostrarle eso.

El sueño que le había metido en la cabeza a Jinyoung no había funcionado, no tenía planeado hacerle daño en el mismo sueño, pero el que se negara a lo bien que se sentía el tener poder le pareció algo estúpido.

Y era normal que Jinyoung se haya negado, su abuela le había hablado de lo tan crueles que podían llegar a ser los sangre negra que su última opción sería convertirse en alguien como ellos. En cambio, había pasado el tiempo suficiente con Mark como para darse cuenta que los de sangre vino no eran tan malos, y era por esa razón que el pelinegro estaba tan confundido por la reacción de Mark la noche anterior.

-Ouch...- se quejó el pelinegro mirando cómo su abuela vendaba su brazo.

-Debes saber que Mark no quizo hacerte daño, no puedes salir así, Jinnie.- aclaró la señora Kim.

-No, claro que no.- el sarcasmo de Jinyoung se pudo notar.

-Será mejor que te vayas, Mark.- habló la abuela.

Y el castaño, sin decir nada, salió de la cabaña cerrando la puerta con fuerza.

-Qué bueno que le importo.

-Mark tiene su carácter, así como tú también tienes un carácter terco.

-Abuela, por favor, déjeme salir.

-No, ve a tu habitación.

Jinyoung suspiró mientras se colocaba su abrigo de nuevo y su mochila, subió a su habitación, él no se quedaría de brazos cruzados, así que cuando entró al cuarto cerró con seguro y abrió la ventana de la habitación. Con cuidado de no lastimarse el brazo bajó por el árbol que estaba frente al ventanal de su habitación y de un brinco cayó en el suelo.

Caminó por el bosque unos metros, pronunciaba el nombre de Bambam bajo, para no ser escuchado por personas indeseables para él. De la nada, llegó a un lugar muy bonito, había un río y de este lado del bosque había flores llenas de vida, se acercó al lugar con una sonrisa y se sorprendió al ver sentado a alguien en la orilla del río, mojando sus pies.

-¿Hola?- la persona volteó y Jinyoung sonrió más, era Bambam y aunque fuera un sangre negra, el pelinegro se sentía bien con él.

-Jinyoung.

-Te he estado buscando, Bambam.

Jinyoung se acercó y se puso de cuclillas a lado de Bambam.

-Te he estado esperando, Jinyoungie. ¿Cómo fué tu día con Mark?

-Él y mi abuela no querían que viniera a buscarte por mi bien, pero yo sé que no me harías daño, me lo demostraste.

El platino sonrió y le revolvió los cabellos a Jinyoung con su mano.

-No lo haría. Nunca. Mark es un idiota, ¿qué clase que persona dice amarte y al día siguiente quiere matarte?- Jinyoung le miró con cierta tristeza. -pero no te preocupes, de hoy en adelante seré yo quien cuide de ti, no importa quién sea, te protegeré de todos, sea mi especie o no, sea mi amigo o no.

Eso, le recordó a Mark y su amigo del pasado, aquél que quería matarlo y Mark prefirió que él se fuera para no tener de defenderlo.

-Puedo cuidarme solo, Bam, no debes preocuparte.

-Lo sé, sé bien que puedes, pero aún así andaré por allí cuidando de ti.

La tarde la pasaron juntos, caminando por allí, hablando de muchas cosas. Podían estar hablando de por qué el cielo es azul y Jinyoung no se aburriría.

El platino para la noche, pasó a dejar a Jinyoung a la casa de su abuela, donde lo despidió en plena puerta.

-No puedes estar con él, Jinnie.

-¿No? ¿por qué no? ¿porque es sangre negra?

-Sí, es de quién te debes cuidar.

-No, abuela. Bambam no es malo y todo lo que me has contado es mentira- Mark salió de la cocina y Jinyoung lo vió molesto. -no todos los vampiros de sangre vino son buenos, ni todos los sangre negra son malos. Hoy... con Bambam me la pasé muy bien, el prometió cuidarme en los momentos mas duros de mi vida, sin importar a quién tuviese que matar, sin importar a dónde me tuviera que ir.

-Eres un niño, Jinnie, tú no conoces este mundo.

-¡Ese es su problema! ¡me miran como si fuera un bebé! dejen de estar detrás de mí, yo quiero estar con Bambam, no con Mark. ¡Mark es un estúpido!

Los ojos del pelinegro comenzaron a mancharse de negro, y su piel comenzaba a palidecer.

〖someone like you〗  ;m.j Donde viven las historias. Descúbrelo ahora