parte dos

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Despertó tomando aire para sus pulmones, sentía como si alguien antes de despertar precionara su pecho, impidiendo el aire pasar y dejarlo sin él, hasta que muriese.

La mañana era fría así que se duchó con agua tibia, agua tibia que él mismo tenía que salir a calentar en leña gracias a que la casa de la abuela era una cabaña vieja, sin comodidades tan grandes como para tener una regadera eléctrica.

El joven preparó el desayuno, huevos revueltos acompañados de tocino y una salsa que él mismo había hecho. Un desayuno bastante sencillo, pero elaborado de la mejor manera.

Su abuela, del otro lado de la habitación le miraba preocupada. Había hablado con Mark la noche anterior, y efectivamente, Mark, el de cabellos chocolate con destellos rojos estaba enamorado de su nieto. La anciana le pidió, si realmente lo amaba, que se alejara de él, nada de esto iba a salir bien, tan siquiera, no como en el pasado.

Había una historia que ella no había contado nunca, ella fue pareja de uno de los vampiros más fuertes en su época, y gracias a eso, conocía a la gran mayoría de su especie. Era respetada por todos aquéllos, pero su familia era punto y aparte, tenía miedo de lo que le pudiese pasar a su único nieto a sabiendas que el peor enemigo de Mark, era Jaebum.

-Está listo, abuela.

Jinyoung sonrió, llamando a su abuela quien despertó de sus pensamientos y le sonrió también. Caminó hasta la cocina y ambos desayunaron mientras compartían comentarios sobre sus vidas.

-¿Te has enamorado alguna vez, Jinnie?

El joven lo pensó, había tenido una relación con un compañero llamado Jackson, pero en realidad, no fue nada importante y, o significativo para él, así que con una sonrisa negó.

-No, abuela, ¿por qué?

-Quiero saber de mi nieto, eso es todo.

-¿Usted estuvo enamorada de mi abuelo?

-Fue el primero y el último, siempre lo amé y lo amaré.

Jinyoung sonrió enternecido, esperaba encontrar a alguien como la abuela, alguien que lo amase hasta llegar a esa edad, incluso más si se podía. Quería amar y ser amado alguna vez en su vida.

-Hoy voy al pueblo, al centro, ¿quiere venir?

-No, Jinnie. Ve, yo ya no puedo andar de aquí para allá.

Lavó lo sucio y antes de salir de la cabaña de la abuela, se colocó su abrigo. Tomó su mochila jansport donde guardaba su móvil, auriculares, llaves y un pequeño cuaderno con pluma para hacer anotaciones.

Leyó unas cuantas historias más sobre vampiros y anotaba datos interesantes que quizá cuando llegase le platicaria a la abuela.

El morocho caminó hasta la unica cafetería que se encontraba en el centro del pueblo, pidió un chocolate caliente con malvaviscos y se sentó en una de las mesas del lugar.

-No deberías de seguir aquí.

Le dijo un chico, aquél chico. Se sentó en la misma mesa que donde estaba el morocho y bebió del café negro que tenía en manos.

Al verlo, Jinyoung se estremeció, mas no quiso demostrar que estaba asustado y sorprendido de la presencia del castaño chocolate.

-Tú no deberías de ser descortés.

Mark rio.

-Mi nombre es Mark.

-Nadie te preguntó.

Contestó Jinyoung, quería que se fuera, sus nervios comenzaron a subir al límite y temía que este de ojos vino le hiciera algo.

Mark por su parte, elevó sus cejas divertido. Le gustaba que fuera así, quería que fuera así con todo aquél que se le acercara.

-¿El descortés soy yo?

-Lo siento... no me hagas nada, por favor.

-Si quisiera hacerte algo, lo hubiese hecho desde el momento en el cual saliste de aquél auto plateado en donde tu madre te dejó al cuidado de tu abuela.

-¿Entonces qué quieres de mí? ¿no puedes simplemente ignorarme?

En todo el momento que estuvieron intercambiando palabras, Jinyoung nunca se animó a mirar los ojos de Mark, le tenía miedo.

-Quiero protegerte.

-No puedes hacerlo, he leído y escuchado lo suficiente como para saber qué pasaría con nosotros si tú te llegas a... enamorar.

-¿Y si ya pasó eso? no hay vuelta atrás, Jinyoung.

El castaño tomó el mentón del morocho, provocando que este levantara su rostro y lo mirase.

-Fui lo suficientemente débil para dejarme atar por tu alma, y lo siento, de verdad lo siento porque sé a qué mundo te arrastro, pero no pude hacer nada.

-Mi abuela me explicó algunas cosas, no puedo estar contigo, ni permitir que me protejas, cuando mi madre regrese y me vaya, morirás de tristeza, esa muerte creo yo, es la más dolorosa.

-Sé que en algún momento te irás, pero ya no puedo hacer nada contra lo que siento. Sé que el confesar esto es algo rápido, pero necesito que lo sepas, protegeré de ti mientras estés aquí.

〖someone like you〗  ;m.j Donde viven las historias. Descúbrelo ahora