La maldicion de sus penitencias (Nick Jonas )

La última vez

   _________ invitó a Nick otra copa de ginebra, tal vez después de todo lo que iba a soltarle de un solo golpe la iba a necesitar en cantidades casi inexistentes. Relamió sus labios y agachó su mirada .

-No comprendo nada de lo que está sucediendo. -Nick hizo énfasis en su incertidumbre con un gesto algo difícil de interpretar, para ________. Esto significaba que no había marcha atrás. - ________ si hay algo que yo deba saber, necesito que me lo expliques justo ahora.

  Nick la conocía como la palma de su mano. Era quizás el unico ser sobre la faz de la tierra que conocía inclusive más que a él mismo. Sabía que le había ocultado algo, porque cuando estaba nerviosa su entreceja era débilmente flexionada, sus labios se entreabrieron y su lenguaje corporal supo que lo que le diría a continuación sería la verdad absoluta.

-Realmente no creí que te reconocería. Pero ella ha visto esa fotografía nuestra cada día desde que cumplió los cinco. -________ le dirigió a Nicholas una mirada suplicante.- Te pido antes de decirte todo esto que eches todo tipo de frivolidad lejos de tí, creo que jamás te he mentido como para poner en duda la veracidad de mis palabras.

Eso era algo cierto. _________ Pemberton nunca le antes le había mentido a Nicholas, pero justo ahora, en ese momento tan cósmico que había experimentado sus emociones no le permitían tener los pies en la tierra y se sentía como si estuviera en el espacio, la luna o cualquier lugar ajeno a su equilibrio mental. Dio un largo suspiro mirando hacia la nada, dispuesto a escuchar lo que esa mujer que muy en el fondo de su alma seguía sintiendo tan suya iba a decirle.

-Todo comenzó la noche que me fuí de tu lado...el día en que gritamos tanto que ahora me sorprende no haberle causado ningún daño a las ventanas, solamente sé que. Esa noche yo tenía un test de embarazo positivo escondido en mi bolso, que quizás te iba a dar como una grata sorpresa, en menos de dos días cumpliríamos nuestro primer año juntos.  Y entonces lo supe. Entraste a la cocina y dejaste tu teléfono sobre la comoda...no había una manera alternativa de descifrar esos mensajes, mi corazón sabía que me estabas mintiendo y sabía que, de algún modo acababas de estar con Catherine,  me sentí traicionada y no estaba segura de poder volver a tocarte sin imaginarme que estés con ella. - Un suspiro profundo delató el llanto que estaba por asomarse sobre sus ojos- no podía Nick, porque te amaba tanto.  Era una niña y estaba completamente sola,  tendría después de toda esa mierda enfrentar una discusión tamaño Andrómeda con mi madre también, sabía que le preocuparía más lo que dijeran sus amigas del club que lo que yo sintiera y decidí huír lejos, manejé hasta las cuatro de la mañana , Nick. En medio de la noche y terminé en un condado cerca de Michigan, ahí me hospedé por una noche, aclaré mis ideas y...luego entendí que no te diría nada. Iba a ser mejor para ambos, podría criar a mi hija en paz, aún teniendo la aprobación de mi madre o no.

Nicholas pudo leer el sufrimiento que escondían sus palabras a través de sus ojos, había sufrido muchísimo, definitivamente lo había hecho. Y se maldijo a si mismo por no haber estado ahí para ella, si que era un jodido idiota por no haber ido tras ella.

-Esto es imposible...quiero decir, no dudo de tí, _______. Pero ¿por qué haberme ocultado tanto tiempo a mi propia hija?

-Nicholas...me fuiste infiel. Estaba impotente, sentía que debía darte un escarmiento.

-No, _________ ese no es el maldito punto. Me mentiste, con algo tan grande que pudo hsberme sacado de toda esa mierda que me rodeó por meses. Quizás hubiera sido la única maldita razón para vivir que tendría después de haberte perdido. ¡¿No entiendes que eras el amor de mi vida, _______?! La única razón por la que no me iba lejos a perderme quién sabe dónde. Imploré a Dios por meses que me sacara del maldito hoyo que era mi vida.   No tienes idea de lo que he vivido, ________...ni siquiera imaginas la miseria en la que me sumí.

    Nicholas llevó su mano derecha a sobre su frente. Caminando de aquí para allá, desesperado. Había mucho que pasaba por su cabeza en ese momento y necesitaba urgentemente comprobar que ella era su hija.Y no porque no creyera en ________. Quería ser abofeteado por la realidad que ahora lo tenía irremediablemente mal.

-¿Cuántos años tiene Miranda? -Le dirigió una mirada retadora, que escondía compasión.

-Cumple doce el veintidós de agosto. -Respondió con firmeza.

-¿Podemos hacerle una prueba de ADN? No te ofendas, __________. Pero necesito aterrizar, quiero corroborar que ella es mi sangre.

-¿Estás loco? No voy a someter a mi hija a ninguna estúpida prueba de paternidad, Nicholas. Piensa lo que tú quieras, hemos vivido sin tí por once años y te aseguro que podremos seguir haciéndolo por el resto de nuestras vidas.

     ________ arremangó la parte inferior de su vestido y se dió la media vuelta. Buscó a Clementine y a Miranda con la mirada y gesticuló en señal de despedida. Las tres mujeres tomaron camino hacia casa, y abandonó el lugar, con el corazón en un puño, de enojo y desilusión, comprobando que él seguía siendo un vil hijo de puta, blasfemando contra el universo por haberlo encontrado allí...y  sin dedicarle a Nick una última mirada.

        Una noche lluviosa del 20 de diciembre, Chicago, illinois.

- No puedo creer lo hermosa que luces aún en esos vaqueros. No tengo ni siquiera quince segundos aquí y ya quiero estar debajo de ti.

-¿De qué hablas? Soy una vergüenza, debiste haberme avisado que venías, así mínimo te recibo con algo de maquillaje y el cabello arreglado.  -________ sacudió su nariz, y abrazó a Nicholas por la cintura.

-Te he dicho muchas veces que no hay mujer en este planeta más bella que tú. Nadie puede verse así de bien en cualquier momento del día, mi vida. Debería ser ilegal. Pero no me importa cuánto te preocupes por verte bien. Yo te seguiré amando eternamente. - Deslizó su mano por su cuello, y su boca buscó la suya...solamente Nick sabía encenderla en menos de lo que es nada. Y le encantaba, sobretodo porque no había forma de que possra sus ojos sobre ningún hombre cuando estaba con él. Estaba segura que el tiempo se detenía cada vez que él la tocaba, porque el sonido de su voz la suspendía en el aire de una manera maravillosa. Porque lo amaba.