Un hombre caucásico de un metro setenta y siete baja de un Maseratti color negro, traje plizado de Antonio Paluzzi y una corbata ajustada del tono carmín. Dirigiéndose a la residencia Jonas. Poseía una expresión dura, casi inquebrantable, sus cejas eran muy pobladas y sus ojos hundidos denominaban algo de egocentrismo. Tocó el timbre, y tan solo veintisiete segundos después Nicholas apareció en la puerta.
-Gracias por venir. Te necesitaba en calidad de urgencia. - lo abrazó.
-¿Estas en problemas otra vez, Jonas? - bromeô.
-Esta vez nada de eso. Mi familia está corriendo peligro, sobretodo mi hija.
-¿hija? Nicholas hace menos de dos meses que te salvé de ir a prisión ¿ y hoy me vienes a decir que tienes una hija? No comprendo.
-Escúchame. Es una larga historia, me reencontré casualmente a _________ Pemberton en una gala de artes hace unos dias, resulta que cuando nos dejamos ella estaba embarazada de mi hija, ahora tiene once pero tiene una enfermedad en los huesos, o por lo menos eso la han hecho creer. Justo en eso radica el problema.
-¿_______ Pemberton, la hija de ex senador Darren Pemberton? Entonces. .. ¿Crees que su preescripción médica es una farsa?
-Así es. Y quiero que llegues al fondo de esto. Ayer por la tarde la madre de ______ fué a ver a mi hija, pero ella nos contó que le inyectó algo a su suero. Luego de que ella se fué a Miranda la llevaron inconsciente al laboratorio para examinarla, además que descubri que la supuesta oxicodona que ella toma ni siquiera es oxicodona. Necesito que llegues al fondo de esto y más vale que sea rápido.
-Bien, dame tres días para examinar el caso. Necesito las preescripciones y el nombre del doctor que estaba a cargo de su tratamiento.
-Se llama Francis Finn, tengo estas preescripciones. -tomó de la mesita de junto las recetas de Miranda y se las proporionó. ¿Es suficiente?
-Es suficiente. Te pondré al tanto de cualquier incongruencia ¿de acuerdo?
-Gracias, Joe. Gracias por ayudar a mi familia.
-No tengas cuidado, Jonas. Eres un buen amigo.
Madrugada del 20 de diciembre
El escenario lúgubre de un viejo bar en Chicago, iba perfecto con el sentimiento de arrepentimiento sobre su pecho, pidió un whisky en las rocas.
-¿ A qué nombre va la cuenta amigo? -le preguntó su barista.
-Nicholas Jonas por favor.
-¿Whisky en las rocas? Qué te pasa viejo, te ves algo deprimido. -La voz de un extraño junto a él le molestó. No estaba de humor para lidiar con ebrios desconocidos.
-¿Quién jodidos eres tú?
-Hey, tranquilo hermano, estoy intentando hacer amigos. He tenido una noche muy poco envidiable...me llamo Wilden, Wilden Crowell.
-Lo imagino. Yo también tuve una de esas. Me llamo Nick.
-Tengo un amigo que, conoce algo que te quita el dolor. Si quieres vamos y pasamos la noche con algunas chicas. Apuesto a que eso te animará.
-Suena bien, aunque no quiero nada de chicas hoy. La mía me acaba de dejar porque soy un estúpido.
Esa noche Nick siguió a Wilden a una fiesta, en una mansión cerca del Valle de La vista, de regreso a casa ; Nicholas y Wilden estaban muy drogados, habían bebido y fumado cristal toda la noche, tuvieron un accidente, en el que el coche se volcó entre la sixth avenue y 34th street. Wilden murió, la familia de él demandó a Nick por asesinato en segundo grado, cuando el abogado de Nick, George Anton tuvo una situación de fuerza mayor y no pudo atender su caso, lo pasó a su practicante en leyes Joseph Miller quien inteligentemente ganó cada juicio, desde entonces él y Nicholas fueron buenos amigos, y Joe, se convirtió en el limpiador del trabajo sucio de su vida rebelde. Aunque ese accidente le haya dejado a Nicholas la cicatriz permanente de su brazo izquierdo, una insicion de quince centímetros del que los médicos extirparon el vidrio inscrustado del parabrisas. Ha sido la peor noche de su vida.
ACTUALIDAD
_________ miraba su propio cuerpo frente al espejo, le gustaba mantener la línea, pero estaba segura que sus pechos estaban más grandes, eso significaba que su periodo le vendría pronto. Tomó una vieja camiseta de The Dolphins de su cajonera, inconscientemente, al verse recordó que a Nicholas siempre le gustó como lucía en ella. La levantó un poco, justo debajo de su ombligo, la cicatriz del nacimiento de Miranda. El día más feliz de su vida, a pesar de cualquier cosa que hubiera sucedido durante el rompimiento con su padre...Miranda era un símbolo de amor, desde el momento de su concepción, aquella noche mientras Nicholas la hacía mujer sobre el respaldo de su cama...
11 de noviembre del 2007
-Tienes un hermoso lunar debajo de tu ombligo. -Depositó un beso sonoro sobre éste. -aquél día que fuimos a la playa y lo observé...solamente pensaba en lo mucho que quiero besarlo.
-Ese día yo le dije a Mary Green que me parecías muy guapo. Creo que fué cuando me di cuenta que me gustabas. -Desabtonó su camiseta mientras ae sentaba sobre sus piernas, besando su boca y acariciando su cabello.- pero el día que te robaste mi corazón por primera vez fué cuando te conocí en el museo de la escuela. Estaba viendo un cuadro de Julio Gorné...
-La faramalla de España...-completó Nick.
-Así es, amaba ese cuadro...pero cuando te vi acercarte tú fuiste mi obra maestra preferida en la habitación. La manera en que te movías y...Dios, el maldito uniforme jamás había lucido tan hermoso en alguien. -Sintió las manos de Nick apoderarse de sus bragas...mientras las bajaba lentamente. La desnudez en ________ era como ver la divinidad en su éxtasis, lamió uno de sus pezones mientras acariciaba su entrepierna, estaba jodidamente húmeda.
Elevó sus caderas mientras se acomodaba entre sus largas extremidades inferiores, justo al tacto de la punta de su miembro con su húmeda cavidad ella sintió una corriente eléctrica sobre su columna vertebral...y ya era suya desde la primera embestida, luego otra más...y después otra. Ahí iba de nuevo, sin saber que desde esa noche, mes cambiaría su vida. Para siempre.
ESTÁS LEYENDO
La maldicion de sus penitencias (Nick Jonas )
RomanceNicholas Jonas se juró a si mismo jamás volver a recordar aquel verde acua que acorralaban las pupilas de sus ojos, ni tampoco reencarnar los besos de sus pecas bajo ninguna fotografía vieja suya, o volver a tocar el maldito cajón que _______ Pember...