El trato

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   El auto de ______ se estacionaba en la calle Washington. Chicago lucia vacía. Mientras los rayos de sol le pegaban en la cara, abría la puerta de la gran mansión sobre la colina del fraccionamiento Hofmahn; habían pasado seis meses desde su separación con Nicholas, tenía tiempo sin ver a Miranda y a decir verdad la extrañaba muchísimo.  Vió a Brandon acercarse junto al recibidor, le sonrió.

-Querida ...¿Por qué tienes esa cara? ¿No te hace feliz estar conmigo nuevamente?

-Quiero a Miranda. Quiero verla, la extraño mucho y no creo poder soportarlo más.

-Parece que no has entendido nada, _____. Te traigo noticias de Miranda todos los días, ¿No es suficiente con eso? -Brandon le sonrió con desprecio.

-Son más que mentiras. Sé que Nicholas la cambiaría de instituto en cuando tuviera la oportunidad, y tomando en cuenta la actitud de Nicholas...la cambió inmediatamente.

-Miranda continúa yendo a la escuela. Además, va a tomar clases de verano porque reprobó biología. No es muy lista ¿Ah?

-Te he advertido sobre tocarle un solo cabello a Miranda.

-Y yo te dije que teníamos un trato. ¿A caso quieres que le diga a todos el teatrito que has montado para arruinarle la vida a tu madre, _____? ¿Quieres que Miranda sufra todo

-Apuesto a Carlota se vengaria de la peor manera, _____ y Dios sabe de qué sería capaz esa mujer.

-Ese caso está cerrado,  Brandon. Y la sentencia de mi madre ya está dictada, no me amenaces. Si he aceptado tu trato es porque amo a Miranda más que a nada en este jodido mundo...y te juro, Brandon que si intentas algo te vas a arrepentir. Vas a desear no haber nacido jamás.

           Norte de Chicago

Sara intentaba hacer comer a Miranda, quien tenía ya mucho tiempo sin probar bocado. Extrañaba a su madre.

-Miranda, debes comer algo. Tu papá de va a molestar si no comes, puedes enfermar, cielo.

-No puedo tía, sé que mamá no engañaba a papá. Ella lo ama...la extraño mucho. Y sé que no se separaría de mi por nada del mundo a menos que algo extraño suceda.  Tía...¿Tú me ayudarías a descubrir qué sucede? -Miranda le dirigió una mirada suplicante a lo que Sara no pudo contenerse.

-Miranda...es algo muy personal entre tú madre y Nick. Además has visto a tu padre. Ha actuado muy raro estos últimos días y, no quiero entrometerme.

-Yo me ocuparé de papá. Por favor, tía Sara... comeré bien si me ayudas. 

-No lo sé, Miranda...-el celular de Sara comenzó a sonar y le pidió a Miranda un segundo. - ¿Hola? ...Oh... Hola Luther, por Dios, cuánto tiempo. ¿Acabas de llegar a la ciudad eh? Claro...yo...no haré nada hoy por la tarde.  Te veo a las seis.  De acuerdo, hasta pronto. -colgó.

-¿Quién es Luther? ¿Saldrás esta noche? -Miranda preguntó curiosa.

-Es mi ex novio, Miranda. Alguien a quien yo quise mucho y sí, saldré. El está en Chicago por un par de noches y tendremos una cita. Pero es todo lo que diré. -Le tocó la nariz brevemente.  Y sonrió. - ahora, si me disculpas... iré a buscar algo de ropa, termina todo lo que hay en tu plato cielo y más vale que...

-Estaré con ella para asegurarme que termine todo, Sara. Tú ve y arréglate...-Nicholas bajaba las escaleras interrumpiendo a Sara, estaba aseado y usaba una chaqueta negra que lucía muy bien con los jeans que llevaba puestos.

-Genial...y por cierto, Nick. Te ves muy bien.

  Miranda miró extraña a Nick. Estaba muy arreglado, casi como cuando salía con ______.

-Papá...¿ por qué estás tan  arreglado, saldrás?

-Si linda, pero no te preocupes...solo son unos amigos. No saldré con nadie en especial.  Además no iré hasta que termines todo lo de tu plato, no has comido en días.

-¿Por qué luces así? Como si no la extrañaras como yo lo hago, papá. Sé que te mueres por dentro ...y sé que al igual que yo sabes que ella jamás te engañó. ¿Por qué actúas así? -Miranda estaba frustrada, había visto a su padre actuar como sin nada por medio año pero algo no le olía nada bien.

-Miranda, las cosas entre tu madre y yo sucedieron y fué eso nada más. Pasaron y confirmamos por segunda vez que lo nuestro no funciona...estoy seguro que te buscará ¿De acuerdo? Ahora, el último bocado, cielo. Vuelvo al rato. Te amo.

-Yo también te amo, papá.

    Nicholas subió a la Porsche cayenne oscura, y se recargo en el volante. Estalló en llanto.

-El dolor no cesa. ¿Por qué siempre tienes qué ser tu la que se va? Qué hice que no te gusto, ____...

  Encendió el auto y aparcó en un barrio algo inseguro, había gente sentada afuera de sus casas fumando y hombres con armas en las esquinas.  Estacionó frente a una casa color azul de madera vieja, tocó un par de veces para luego mostrar la figura de un hombre caucásico de ojos verdes y cabello rizado. Kevin Hilton.

-Cuanto tiempo sin verte, Nicholas...

-¿Tienes lo que te pedí?

-Lo tengo, está aquí ...ciento cuarenta y siete gramos de heroína pura. No la inyectes directamente, Nick. No en cantidades mayores... ésta es casi pura y es riesgosa.

-Gracias, Kevin. Aquí está tu parte. 

  Nicholas le entregó quinientos dólares en efectivo, montó en su auto y se estacionó en un hotel de paso. Llevaba una botella de whisky en la cajuela, por lo que decidió dejarse llevar por la pena dentro de la vieja habitación, donde nadie lo moleste...otra vez, el dolor de dejar ir a ___ era la tortura más grande que pudo experimentar jamás.

  Había vuelto a las andadas...y no tenía idea de lo que hacía. Ya no le importaba nada, estaba devastado. Y parecía que el dolor no se hubiera ido jamás. La tuvo, la tuvo con él solamente un año luego de once de no tenerla y la volvió a perder. Si que era un reverendo idiota y ahora, se sumaría en la miseria...como cuando tenía 17.

La maldicion de sus penitencias (Nick Jonas )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora