Nicholas aspiró el último toque de su cigarrillo, clavándose en sus ojos verdes. Observando sus pecas que tanto había extrañado...se acomodó sobre la silla, detuvo sus ideas estúpidas y preguntas innecesarias inmediatamente de su cabeza, pero estaba ansioso por preguntar si alguien más había besado sus labios, o si algunas malditas manos habían recorrido sus largas piernas tal y como el lo había hecho antes.
Decidieron que era hora de ir a dormir, el psiquiátrico abrí a primera hora mañana temprano y habría qué ingeniarselas para que no les rechazaran la visita. Al día siguiente, en la continuación de su camino, se encontraron con una vereda formada por piedra de mármol...llevaba hasta un edificio antiguo de mas o menos seis hectáreas, era de los hospitales más lujosos en el norte del país, probablemente la estadía rondaba entre los diez y quince mil dólares mensuales. Bajaron del auto hacía la recepción, en donde se encontraba una mujer sonriente de aspecto latino, cabello oscuro y pómulos resaltados. Inmediatamente se puso de pies al ver a _____ cruzar la entrada.
-¡Srita. Pemberton! Ha llegado más temprano de lo habitual y en viernes ¿Sus visitas no eran los lunes? -Nick observó a ___ con algo de confusión, pero como todas las ocasiones, con cierta complicidad. Había algo que no les olía nada bien. -El joven Pemberton ha preguntado por su madre esta mañana, al parecer está un poco abrumado por su última visita, sin embargo, me ha dicho que no quiere visitas. Aunque sé que cada vez que usted viene, debo dejarla entrar. -Dijo la amable mujer encaminándolos por un pasillo largo que llevaba hasta unas escaleras dirigidas al exclusivo cuarto de Colton. -Probablemente esté despertando, pero no se preocupe, yo le aviso que ha llegado.
Sin haber dicho una sola palabra en todo el camino hacia el cuarto, Nick y _____ intentaron analizar qué sucedía, cuando escucharon la puerta del cuarto abrirse.
-Joven Pemberton, su hermana Sara y un acompañante han llegado a visitarlo. -Dijo la mujer, asomando su cabeza por la rendija que se formó entre la puerta y la pared.
-¿Un acompañante? Sara sabe que no debe traer a nadie aquí, pero está bien. Déjalos entrar, Martha, de cualquier manera ya me he tomado la dosis de la mañana.
-Adelante, pueden pasar. -Entraron y cerraron la puerta detrás de ellos. Colton estaba de espaldas, por lo que no pudo ver quién era el supuesto acompañante ni a su hermana.
-Sara , te dijimos claramente que no puedes traer a nadie a este lugar.-volteó, observando sorprendido a Nick, casi sin poderlo creer. -¿Nick? Oh por Dios...ha pasado tanto tiempo. ¿Diez...quizá once años? no lo malinterpretes pero,¿ a qué te ha traído Sara?
-No, Colton- interrumpió _____- no soy Sara, soy yo, ______-se bajó un poco la manga para que Colton pudiera ver el tatuaje del colibrí en su hombro izquierdo, el mismo que él le había acompañado a hacerse tanto tiempo atrás.
-Oh por Dios...¡Hermana! eres tú, te he extrañado tanto pequeña -La abrazó, mientras a ____ se le derramaban algunas lágrimas y Nick sonreía enternecido.
-Yo también te he extrañado mucho, Colton. Y Nick lo ha hecho también. -Colton miró a Nick.
-Oh...cielos viejo, la última vez que te vi tenías diecisiete años. -Lo abrazó.
-Así es amigo, ha pasado demasiado tiempo.
-Y bien...¿Cómo lograste esquivar a mi madre para venir aquí?- preguntó Colton sentándose en una de las mesas de su habitación.
-No le dijimos, Colt, de hecho...aparte de que te he extrañado tanto vine a que me resolvieras algunas preguntas.
-Bien, soy todo oídos, a tí puedo responderte lo que sea.
-Han pasado una serie de cosas bastante extrañas en casa, a decir verdad...estoy feliz de que estés tan lejos para que no tengas que enfrentarte a eso cada día. Miranda tuvo una crisis fuerte hace unos días...
-Oh por Dios...¿ella está bien?
-Lo está. La peor parte es en la que descubrimos qué es lo que le causa la crisis. El doctor Finn ha estado medicandola con medicamento falso, hay una probabilidad muy grande de que Miranda jamás en su vida haya tenido fibriomialgia, hemos casi comprobado que todo eso que ella toma le ha generado debilidad y dolor en sus huesos desde su nacimiento. He demandado al doctor Finn. Y aun, no haz escuchado lo demás...mi madre le pagó a él estúpidas cantidades de dinero para que comprara esos medicamentos, era una especie de trato que ellos tienen, y sabes Colton...él ahora es propietario de la vieja casa de la Abuela. Creemos que mi madre fué quien cambió el nombre de las propiedades. He venido a que me cuentes cualquier cosa que sepas, no importa cuán diminuta sea, apuesto a que será de mucha ayuda.
Colton miró hacia el suelo, cuando su rostro comenzó a cambiar de blanco a una tonalidad de rojo. Estaba llorando, y entonces fué que ___ empezó a perder la fé y a creer que había sido un grave error haber llegado hasta ahí. Pero luego Colton comenzó a hablar.
-____, debes alejar a Miranda de mamá, ella es un mounstro. -Colton sacó una caja de cartón escondida debajo de una viga en el techo, llena de tranquilizantes.- yo tuve la sospecha por mucho tiempo de que mi madre había sido la culpable de mis ataques de psicosis, porque los tuve justo cuando ella comenzó a darme ''vitaminas'', yo estaba en preparatoria, cuando comencé a notarme drásticos cambios de temperamento en el largo de los días. Cuando ella decidió encerrarme aquí, decidí atar mis propios cabos sueltos, comencé a esconder los tranquilizantes que las enfermeras me daban, no notaba ningún cambio de temperamento en mi durante ese tiempo, el tercer año me di cuenta que mi salud mental era tan perfecta como la de una persona normal. Luego, le dije a mamá que estaba bien y entonces vino Sara, A replantearme que yo no podía decir eso porque los doctores decían que yo en verdad estaba muy mal, Sara es la vil mascota de mi madre. Pedí un millón de veces hablar contigo, pero mi mamá y Sara lo negaban todo, decían que tú estabas muy ocupada con la enfermedad de Miranda y no tendrías tiempo para un loco, meses después ellas me dijeron que tu no querías verme, pero jamás les creí...te lo juro por mi vida, ____ que no confies ni en Sara ni en mi madre.
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La maldicion de sus penitencias (Nick Jonas )
Любовные романыNicholas Jonas se juró a si mismo jamás volver a recordar aquel verde acua que acorralaban las pupilas de sus ojos, ni tampoco reencarnar los besos de sus pecas bajo ninguna fotografía vieja suya, o volver a tocar el maldito cajón que _______ Pember...