Miranda entró a la casa sin la intención de anunciar su llegada. Nick no pasó por ella, por lo que decidió tomar el autobús. Sara se encontraba con Luther...al parecer eran pareja nuevamente. Luther y Sara tenían historia desde hace décadas. El amor de su vida que su madre se encargó de arruinar. Como era de esperarse. Se mudó de Chicago para estudiar inteligencia privada, por lo que al graduarse obtuvo un importante puesto como comandante en Jefe de la Seguridad Nacional, luego de una misión en Chicago hacia tiempo atrás decidió llamar a Sara...con miedo de que ella estuviera en una relación estable con alguien a quien Carlota Pemberton aprobara, al toparse con la agradable sorpresa de encontrar a Sara soltera, a Carlota en la cárcel y su hermana huyendo de su aparente infidelidad... decidió entrar a la carrera, a lo que ella lo recibió bastante bien, porque ella jamás dejó de quererlo.
Sara se giró al ver a Miranda en el umbral de la puerta de la habitación, y ella se puso de pies un poco preocupada.
-Cielo ¿Dónde está tu padre?
-No fué por mi hoy, ha sido extraño. No se que le pasa...tal vez sea bueno llamarlo. El jamás me deja plantada.
-Lo llamaremos luego de contarte esta noticia. -Sara la tomó del brazo y la sentó junto a ella, su mirada se encontró con la de Luther; quién solo se limitó a sonreír. - Ya conoces a Luther, ¿Cierto Miri? Ahora es mi novio... él es Jefe de Seguridad Nacional.
-Que interesante...aunque, ya sé que él es genial contigo. No tienes qué pedirme permiso para tener novio, tía. -Miranda sonrió.
-No, linda...no es eso. Es que pensé en lo que me dijiste el otro día sobre tu madre...de que quizás esté en aprietos. Ya tardó mucho en comunicarse, le pedí a Luther que la reportara como desaparecida, por lo que queremos hacerle a tu profesor de biología una exhaustiva investigación.
-Miranda, todo esto es por el bien de tu madre, no te asustes. -Luther la tomó por la mejilla y dejó una suave caricia.
- De hecho, hoy el profesor Grant me abordó al final de la clase y comenzó a decirme que había escuchado rumores sobre la infidelidad de mi madre. Y no solo eso, tía. Intentó retenerme a la fuerza y al forcejear por liberarme, el brazalete de mi madre cayó de su bolso. -Ella metió su mano a los jeans, mostrando un brazalete dorado adornado con diamantes al rededor, llevaba algunas manchas de sangre ya seca sobre él.
-Ese maldito. -Sara carraspeó.
-Será mejor que me quede esto. - Luther tomó el brazalete y lo guardó en una bolsa de plástico. Le prometió a Miranda que al día siguiente seguiría al Señor Grant después de su jornada para averiguar si su madre estaba con él.
Este de Chicago
Nicholas estaba soñando con _______ y la manera en la que le hacía el amor . Ya no soportaba limpiar el dolor con tanto alcohol, porque sus heridas no cesaban. No sospechaba ni un poco que estuviera en aprietos, su orgullo no le permitía pensar. Solo extrañarla.
-Te perdonaría....te perdonaría...¡TE PERDONARÍA PUTA MADRE! HARÍA LO QUE FUERA POR TENERTE DE NUEVO. NO ME INTERESA CON QUIÉN HAYAS ESTADO. -Quebró la botella en mil pedazos contra la pared, llevándose por delante la jeringa con la que estaba inyectando la heroína. Y no saciaba como si el hueco de su alma fuese infinito.
Habían pasado días desde que comenzó a consumir heroína. Sus venas lucian oscuras, en su sórdida tempestad latente a su ausencia...podía razonar, con el corazón hecho trizas y su mente mareada. Sabía que si en ese mismo instante ella estuviera en peligro el iría a salvarla. Para dar la vida por ella, como siempre lo había hecho.
Fraccionamiento Hofmahn
Buscaba desesperado el brazalete de oro dentro de su bolso. No estaba, debía haberlo tirado cuando forcejeó que con Miranda. No se encontraba más.
Tenía a ____ como prisionera. La dejaba conducir el auto unas millas por el cortafuegos despoblado mientras el la rastreaba por el GPS del auto. Si llegaba a pasarse un centímetro más del perímetro permitido, el auto se detenía en seco, porque portaba el control del kilometraje bajo su reloj. Era un maldito enfermo. Llegaba a verla durante horas, y por las noches la amarraba a su cama y dormía junto a ella.
_____ lo miró llegar. Lo vio desesperado. -¿Por qué tienes esa cara?
-Sube ya al techo y espera en el helicóptero. Nos vamos.
Su piel palideció, no iba a permitir que por ningún motivo dejara la ciudad. Su familia no sabría dónde buscarla.
-¿Hacia dónde, y cuándo volvemos? -preguntó.
--Pues a donde a mí se me de la regalada gana. ¿No has entendido nada de esta relación pedazo de perra? No tengo idea de cuánto nos demoremos. Es algo particular.
-Te advierto que si me tocas...
-No estás en posición de advertir ni amenazar. Tengo muchas pruebas en tu contra. Muchas. El juez te dará mínimo alguna sentencia de 38 años. Pero quién sabe. Uno nunca sabe...aunque mi mejor recomendación es que no arriesguemos las cosas , querida mía.
____________ no sabía mucho de Grant. Porque siempre fué muy hermético en cuanto a su familia, ella solo sabía que gracias a su padre y su negocio de la madera había heredado una gran fortuna. No se fiaba de esa historia, por lo que decidió poner el marcha la promesa que le había hecho a Nick. Iba a averiguar la manera de hacerle ver que jamás le mintió. Sin embargo la prisa que el llevaba no le dejaría pensar en nada concreto, no podía comunicarse con nadie más...pero una brillante idea vino a su mente. -Esta bien, pero necesito ir a empacar algo de ropa.
-No hay tiempo, por Dios . Vámonos y yo me ocuparé de comprarte algo. -dijo él intentando sujetarla del hombro. Pero se soltó.
-Entonces voy por las fotos de Miranda al armario y subo, ¿de acuerdo? Ya, ya...no hay que hacer tanto escándalo.
-Apurate.
Subió las escaleras lo más rápido que pudo, tomó un bolígrafo que se encontraba de paso sobre un mueble y escribió en la pared del armario.
"Colibri preso. Fdch."
Si a alguien se le metía a la cabeza la loca idea de ir a buscarla a casa de ese imbecil. Tendría un código que solo Nick sabía interpretar. Escribió la palabra armario en una esquina de la escalera para que les fuese más sencillo encontrar el lugar. Tomó las fotos y salió nuevamente.
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La maldicion de sus penitencias (Nick Jonas )
RomanceNicholas Jonas se juró a si mismo jamás volver a recordar aquel verde acua que acorralaban las pupilas de sus ojos, ni tampoco reencarnar los besos de sus pecas bajo ninguna fotografía vieja suya, o volver a tocar el maldito cajón que _______ Pember...