_____ suspiró el aire fresco de su balcón. Habían pasado ya tres días desde que El Doctor Finn desapareció y no había ningún rastro de él, Colton estaba escondido en el departamento de Nick, donde nadie supiera aún que había vuelto a la ciudad.
Se cuestiona cada día los sentimientos que tiene hacia Nick. Pero siempre cae sobre la misma conclusión. Lo ama y no puede dejar de hacerlo, intentó verlo tan solo como el padre de su hija, pero pareciera que el pasado sostiene firmemente el fuego vibrante del amor que le tiene, todos esos años se comprobó a si misma que no amaría a nadie igual que a Nick, ni siquiera cerca...había veces en las que quiso correr hacia sus brazos, perdonarlo, recuperar lo suyo, pero ella era orgullosa. Llorando por meses a solas, aceptando una maternidad temprana aún estando aterrada de la vida, necesitaba a Nick tanto como respirar, se odiaba a si misma por ocultarle tantos años a Miranda, sí que era dura cuando se lo proponía. Después de todo, él siempre la amó por eso. Era temeraria, fuerte y decidida...Nicholas tenía predilección por las de su tipo, aunque nadie igualaba a _________ Pemberton en nada, ella se derretía por dentro al verlo existir, tenía que admitir que era el ùnico hombre sobre la faz de la tierra que dominaba su carácter, porque ella podía ser todo menos una mujer fácil de lidiar. Mordió la parte inferior de sus labios al recordar el tacto de Nicholas sobre su piel... la encendía en menos de lo que es nada, imaginar sus manos cálidas sosteniendo su cintura mientras su boca jugaba con la suya, el desorden de su cabello provocado por sus dedos, impresionante manera en la que la hacía llegar al climax, tan imponente y salvaje...era ya demasiado tarde cuando se dió cuenta que se estaba tocando y Nick la observaba, se acercó a ella y la abrazó por atrás acorralándola contra la baranda, ella se colocó tensa a su tacto, la conocía tan bien que sabía lo débil que era en ese momento. Nick sonrió.
-¿Acaso te estabas tocando, Pemberton? - La tomó del rostro.
-N...no. -ella sonrió.
-Lo hacías. ¿Olvidas con quién estás hablando? Sé perfectamente cuando estás excitada. -Tocó su entrepierna, estaba hùmeda.
-Aléjate, Jonas, yo no te invité. -replicó.
-Esto me parece una invitación querida. -exclamó relamiendose sus labios llevando su mano hasta su vientre.- me encanta tocarte, _______... ya me abstuve por muchos años y no lo haré ahora que te tengo aquí . -Besó sus labios suavemente.
-Nick. -intentó explicar ella- necesitamos aclarar esto que tenemos ¿qué le vamos a decir a Miranda?
-_______... disfruta este momento, es todo lo que debemos hacer. -Tomó una bocanada de aire fresco antes de acercarla nuevamente hacia él. - quiero invitarte a cenar esta noche, solo nosotros dos. La reservación está hecha para las seis.
-Es en dos horas, Nick.
-Date prisa entonces. Es una orden, ve a arreglarte ya.
-Continúas dandome órdenes. -Enfatizó.
-Continúas desobedeciendome. Aunque es encantador, me parece algo excitante. -sonrió antes de cerrar la puerta que llevaba al pasillo.
-______ rió bajo- Qué demonios haré contigo...-dijo para sí.
Nicholás planeaba reconquistarla poco a poco, a decir verdad, la extrañaba demasiado. La sentía suya y estaba completamente seguro que ella lo extrañaba también, sin embargo se moría de miedo. Ahora que era padre, sentía la necesidad de no equivocarse nunca...¿qué sucedería si llega a decepcionar a Miranda? Ella se veía ilusionada, como si Nick fuera el regalo más esperado en su vida. Pero el amor que le tenía a su madre estaba de por medio...nunca creería que volvería a encender las chispas dentro de el tan rápido. Estaba perdido, porque ahora todo le confirmaba que jamás dejó de amarla.
Años atrás...
-Hey Frank...¿quién es la rubia? -tomó asiento junto a él, bebiendo de su cerveza.
-Su nombre es _________ Pemberton, es hermosa, pero una chica difícil. Además, es hermana de Sara, la chica rara del otro grupo.
-Parece que no se está divirtiendo...-Nick se dirigió hacia ella, con intenciones de hablarle, pero antes de notar que él estaba ahi, ella se apartó.
Nick la siguió hasta su auto, que al parecer estaba averiado. Observó como ella intentaba arrancarlo, sin embargo el motor parecía estar averiado.
-Parece que el embrague se atascó -dijo Nick, haciéndo que ________ se sobresaltara. -Soy Nick. -extendió su mano.
-Hola, me llamo ________. -Ella sonrió con algo de dificultad, estaba nerviosa.- Oye Nick...¿Sabes si esto tiene solución?
-Bueno, parece que si, pero es algo tardado...si quieres puedo llevarte a tu casa, va a comenzar a llover y no es seguro que una mujer camine sola por la noche.
-No tienes nada de qué preocuparte, sé cuidarme sola, además no me gusta disponer del tiempo de las personas.
-No tienes de qué preocuparte- dijo Nick.- ya iba para mi casa. ¿Vives cerca de aquí?
-En realidad vivo al norte de Lincoln Park, a unas calles de Melrose.
-¿En verdad? Mi vecindario está justo al lado de Melrose Avenue, en The Loop. Vamos, sùbete, yo te llevo.
_______ se había sentido sorprendentemente cómoda esa noche con él, empezó a llover justo a mitad del camino así que conversaron en el coche de Nick hasta las tres de la madrugada aparcados afuera de su casa, con el tiempo volando...
Nicholas dió vuelta por última vez a su corbata, se miró al espejo acomodando las hombreras de su saco. Quería lucir perfecto. Subió a su auto y pasó a buscar a _____, tocó el timbre, ella salió solamente seis segundos después. Llevaba un vestido gris ajustado con la espalda descubierta y unos zapatos negros que hacían que luciera más alta de lo habitual. El cabello suelto y maquillaje discreto.
-Luces realmente hermosa.
-Esperaba que Miranda estuviera de acuerdo con lo que usara esta noche así que le envié una fotografía. -lo tomó del brazo.
-¿Le dijiste que saldríamos?
-Lo hice...está emocionada.-_____ sonrió.
-Igual que yo. -dijo él.
Ninguno de los dos sabía a dónde iba a parar esa noche, pero estaban emocionados, se sentían jóvenes otra vez y habían vuelto esas ganas de besar a Nick por horas y horas, el sentimiento no cesaba y ella estaba fabulosamente bien.
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La maldicion de sus penitencias (Nick Jonas )
RomanceNicholas Jonas se juró a si mismo jamás volver a recordar aquel verde acua que acorralaban las pupilas de sus ojos, ni tampoco reencarnar los besos de sus pecas bajo ninguna fotografía vieja suya, o volver a tocar el maldito cajón que _______ Pember...