CAPÍTULO 11

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Miré a Laura, sin saber qué hacer.

- Ve, tonta. Todavía queda tiempo para que salga el bus y míralo, parece que le va a dar algo al pobre.

La verdad era que no quería hablar con Ashton, no quería mirarle a los ojos y volver a perderme en ellos, pero no podía hacerle eso, parecía que había recorrido toda la estación corriendo, sólo para hablar conmigo, ahora lo único que podía hacer era escuchar lo que me tenía que decir. Suspirando, bajé las escalerillas y me acerqué a él.

- ¿Puedo hablar contigo? -asentí con la cabeza-. Ven, vamos a un lugar más tranquilo.

Me cogió del brazo y tiró de mí hasta que llegamos a un sitio en el que no había nadie.

- Y-yo... -empezó, rascándose la nuca-. Verás, cuando Laura y tú os fuisteis, encontré esto en el suelo y bueno, no podía dejar que te fueras sin devolvértelo.

Miré hacia su mano, abierta, y vi mi cuchilla. La que llevaba en la funda del móvil. Se me habría debido caer en el Starbucks al hacer la foto y Ash había venido a dármela. Alargué la mano y envolví en mis dedos el pequeño trozo de metal. Al hacerlo, rocé su mano y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Sinceramente, me encantaban las manos de Ashton, puede ser raro pero siempre había soñado con Ash agarrándome de la mano y lo cierto era que ya lo había hecho. Al pensarlo, me puse nerviosa, aparté mi mano, con la cuchilla en ella y solté el aire que, sin darme cuenta, había estado reteniendo.

- Gracias por molestarte.

- No hay de qué.

- Bueno, pues supongo que esto es un adiós. -dije mientras me daba la vuelta para irme.

- Espera. -me dijo y me agarró la muñeca-. Yo... si he hecho algo que te ha molestado...

- ¿Por qué lo dices? -le corté.

- No sé, estás muy rara conmigo y... bueno, si es por lo del Starbucks, lo siento, me precipité un poco diciendo eso, soy un estúpido.

No quería decirle nada, pero me miró, suplicando que le contestase y yo no pude hacer nada más que decirle todo lo que pensaba.

- Ashton... No eres estúpido, ¿vale? Aquí la única estúpida soy yo, es que... -cogí aire-. Esto me está costando más de lo que creía.

- No tienes que darme explicaciones, no si no quieres.

- Pero quiero hacerlo, siento que te debo una explicación. Es que dios mío Ashton, eres la persona con la que más me he abierto, te he contado cosas que no le he contado a nadie y lo cierto es que en realidad no te conozco.

- Pero puedes hacerlo, si quieres.

- ¿Cómo? ¿A través de mensajes? ¿Sin saber cuándo te podré volver a ver en persona? No, gracias. Creo que el problema es que no me entiendes.

- La verdad es que estoy bastante confuso.

- Ash... Eres mi ídolo, ¿entiendes? Tengo posters tuyos en mi habitación. Ponte en mi lugar, sólo por un momento, y entonces entenderás que es normal que no sepa cómo comportarme cuando estoy contigo.

- Sé tu misma.

- Ese es el principal inconveniente. Siempre que soy yo misma acabo arruinándolo todo. La única persona con quien puedo ser yo misma es con Laura.

Ashton me abrazó, porque sin darme cuenta, había empezado a llorar.

- Irene, relájate ¿vale? Yo sólo necesito que me respondas a una pregunta. ¿La responderás? -asentí-. ¿Quieres que sigamos hablando por mensajes?

Disconnected (Ashton Irwin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora