Disconnected (Ashton Irwin)

CAPÍTULO 22

- Irene -

Una hora más tarde, me encontraba sentada en mi cama comiéndome una ensalada. No estaba en condiciones de bajar otra vez al comedor así que había pedido que me llevaran la comida a la habitación.

Ashton estaba sentado en la cama conmigo ya que no se había querido separar de mí desde que me encontró en el baño y Laura había bajado a comer con los demás después de asegurarse por cuarta de vez de que estaba bien.

Yo comía en silencio y Ashton jugaba con sus manos claramente incómodo por lo que una tensión invisible se había instalado entre nosotros dos. Me miré las vendas de mis muñecas y tragué saliva intentando deshacer el nudo de mi estómago.

- ¿Ash?

- ¿Sí? -respondió él levantando la mirada.

- He estado pensando en el concierto. Y-yo... No me siento con fuerzas suficientes para ir. Sé que cualquiera se moriría por tener la oportunidad que tengo yo pero es que no soy capaz de ir allí y hacer como si todo está bien. Yo no estoy bien -se me quebró la voz al decir la última frase por lo que resultó casi inaudible.

Ashton rápidamente se acercó a mí y me abrazó porque, sin darme cuenta, se me habían vuelto a humedecer los ojos a pesar de que había llorado tanto en las últimas horas que pensé que ya no me quedaban más lágrimas por derramar.

- No pasa nada Irene. Puedes ir mañana y cuando vayamos a Alemania. Puedes ir a todos los conciertos del tour si eso es lo que quieres así que no te preocupes por hoy, ¿vale? -me dijo limpiándome las lágrimas con el pulgar-. Además, se me acaba de ocurrir una idea genial. ¿Qué te parece si después del concierto me paso por aquí y pido que nos suban... unas pizzas? Podemos cenar aquí y después ver la película que tú quieras. ¿Qué opinas?

- ¿Y qué pasa con Laura?

- La echamos -me dijo muy serio lo que me hizo soltar una carcajada.

- Qué mala persona -dije aún entre risas.

- Oh, vamos, tú y yo sabemos que no le importará nada pasar unas cuantas horas con Luke.

- Ahí tienes razón.

- Yo siempre tengo razón -dijo riéndose y provocando que yo me riera también, cada vez que escuchaba su risa me era inevitable no reír a su vez.

*  *  *

Eran ya las siete y dentro de una hora Ashton tendría concierto por lo que, después de decirme mil veces que nos veríamos a las nueve, se levantó de mi cama y se fue.

- Ve eligiendo la película -fue lo último que me dijo antes de cerrar la puerta de la habitación.

Cuando me quedé sola, miré alrededor y me di cuenta de que Laura no había aparecido en toda la tarde pero antes de que me diese tiempo a preocuparme, el sonido de la puerta abriéndose respondió a todas mis preguntas. Una melena medio-morada entró en la habitación y yo sonreí (sí, se había vuelto a teñir y no, no se estaba quedando calva como Michael) (vale, eso ha sido muy cruel, lo retiro).

Se sentó en mi cama y me hizo la misma pregunta que me llevaba haciendo todo el mundo durante todo el día:

- ¿Cómo estás?

- Todo lo bien que puedo estar.

Después de decir eso, me abrazó con fuerza, pillándome por sorpresa.

- He estado toda la tarde preocupada por ti.

- No tenías por qué preocuparte.

- Pues claro que tenía pero estoy segura de que con Ashton no has estado nada mal.