CAPÍTULO 25

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- Irene -

 Lo primero que escuché ese precioso martes 8 de julio fue una bocina. En mi oreja. Y claro, teniendo en cuenta que acababa de despertarme y teniendo en cuenta también que yo era un imán para los golpes, levanté la cabeza en un rápido movimiento, dándome contra el cabecero de la cama.

- ¡Auch! -me quejé llevándome la mano a la parte de atrás de la cabeza.

- ¡Joder Calum! -escuché gritar a Ashton al lado mía.

- Oh, lo siento mucho Irene, ¿estás bien?

Abrí los ojos y me encontré con Calum arrodillado en frente mía, con cara de preocupación.

- Podría estar mejor -resoplé-. ¿Por qué has hecho eso?

- Bueno, tu novio tiene una firma de discos en exactamente... 43 minutos -dijo comprobando el reloj.

Me sonrojé al escuchar la palabra novio y volví a acomodarme en la cama, soltando un largo suspiro.

- Oh, mierda, es verdad -se lamentó Ashton-. Voy a vestirme.

Dicho esto, se levantó de la cama dejándome sola con Calum aunque el con Calum no duró mucho porque en cuanto se hubo cerrado la puerta del baño, se cerró también la de la habitación apenas dejándome oír un "Me voy ya, Irene, nos vemos luego".

Momentos después, se abrió la puerta del baño, dejándome ver a un Ashton completamente vestido pero con cara de sueño.

- Me tengo que ir, pequeña -dijo Ashton acercándose a mí rápidamente y dándome un corto beso en los labios-. Sé que es el primer día en España y que es una mierda que no podamos pasarlo juntos pero te compensaré, ¿vale? Mañana tenemos el día libre, así que, ¿qué te parece si conocemos Barcelona, sólo tú y yo?

Apenas me dio tiempo a asentir cuando vi a Ashton desaparecer detrás de la puerta. Llevaba menos de quince minutos despierta y ya me habían hecho eso dos veces y sí, fastidiaba.

Aún en pijama, me levanté de la cama y me dirigí a la habitación de al lado, donde encontré a mi mejor amiga tirada en la cama.

- Buenos días -saludé tumbándome a su lado-. Parece ser que nos han dejado solas.

- Y tanto -murmuró Laura contra la almohada.

- ¿Sabes? Estoy harta de estar de hotel en hotel y necesito una camisa de cuadros así que, ¿qué opinas si nos damos un paseo por el centro? -pregunté.

- Me parece bien -murmuró ella-. Pero déjame dormir un ratito más...

[...]

 Media hora después, nos encontrábamos en pleno centro de Barcelona, en busca de una camisa de cuadros. Nos recorrimos todas las tiendas que pudimos de punta a punta hasta que, después de encontrar una camisa perfecta y con un dolor de pies horrible, nos sentamos en un Starbucks a tomar algo.

- Voy a pedir, ¿vale? Ve buscando una mesa -me dijo Laura mientras entraba dentro.

Yo me giré y busqué una mesa libre entre todas las que había. Cuando por fin divisé una al lado de la ventana, me dirigí hacia allí y dejé las bolsas en el suelo, soltando un largo suspiro y es que, andar definitivamente no era lo mío.

Momentos más tarde, apareció Laura con una bandeja en las manos. Dejó los dos frapuccinos en la mesa y se sentó.

- Tenía que hacerlo -me dijo mientras señalaba los vasos y sonreía.

En ellos estaba escrito "HOOD" y "IRWIN".

- Parece que han pasado siglos -dije también sonriendo.

Disconnected (Ashton Irwin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora