CAPÍTULO 10

314 16 3
                                    

"- ¿Irene? ¿Eres tú?

Laura y yo nos quedamos paralizadas, aún de espaldas. Mi corazón empezó a latir con fuerza y mis manos comenzaron a temblar porque, otra vez, volvía a escuchar la voz de Ashton Irwin, diciendo mi nombre y ya no podíamos echarnos atrás."

Miré a Laura, intentando adivinar qué pasaba por su cabeza. Se estaba mordiendo el labio y estaba al borde de las lágrimas. En realidad, no me hacía falta mirarla para saber qué estaba pensando, porque yo me sentía igual que ella. Unos metros por detrás de nosotras, estaban los cuatro chicos que nos habían robado el corazón, que nos habían hecho gritar, reír a carcajadas, llorar... Detrás nuestra estaban los cuatro chicos que nos habían sacado incontables sonrisas, que nos habían convertido casi en hermanas. Por supuesto que sabía lo que le estaba pasando por la cabeza. Ahora que teníamos la oportunidad de conocerlos no había nadie en el mundo que tuviera más ganas de salir corriendo que nosotras. Y casi lo hicimos, lo único que me impidió hacerlo fue mi mariposa. Estaba a punto de susurrarle a Laura un "Vámonos de aquí" cuando reconocí unos trazos negros en mi muñeca y entonces me di cuenta de que si salía corriendo y si perdía la oportunidad de conocer a mis ídolos, no me lo perdonaría en la vida. Por eso, en vez de decirle a Laura que nos fuéramos, le dije todo lo contrario. Y por eso, cogidas de la mano, nos dimos la vuelta, preparadas para cumplir uno de nuestros sueños.

Tragué saliva e intenté contener las lágrimas. En vano. Estaban todos guapísimos, y estaban delante mía. Creo que nunca he sentido tanta vergüenza como en ese momento. Yo, sin poder articular palabra, con lágrimas en los ojos, temblando y con ganas de gritar. Lo único que quería era desaparecer, que dejaran de mirarme, de mirarnos. Pero a la vez, lo único que quería era abrazarles, darles las gracias por todo. Yo estaba planeando una forma de que me tragara la tierra cuando Ashton se acercó a nosotras.

- Hey, no lloréis, anda, venid aquí. -nos dijo extendiendo la mano para que yo se la cogiera. Cuando lo hice, tiró de mí en dirección a los chicos y yo tiré de Laura.

- Tú eres Laura ¿verdad? -dijo Calum, señalándola, a lo que ella respondió asintiendo con la cabeza-. Y entonces, tú eres Irene.

Asentí mientras me limpiaba las lágrimas.

- No sois de mucho hablar ¿no? -dijo Luke, sonriéndonos.

- N-nosotras...

- Déjalas Lukey. Soy Michael aunque está claro que ya me conocéis y bueno, como creo que te dije una vez Irene, no estéis nerviosas, no os vamos a comer ni nada, ¿eh?

Las dos sonreímos y entonces yo vi mi momento para decirles algo que llevaba queriendo decirles muchísimo tiempo. Sabía que después probablemente me arrepentiría, que desearía mil veces haber cerrado la boca, pero era ahora o nunca.

- Y-yo... Os tengo que decir algo, que de hecho va por las dos. -dije mirando a Laura-. Ahora que os tengo delante, sólo quería daros las gracias, de verdad. Aunque no lo sepáis, habéis hecho mucho por mí, por las dos. No sois conscientes de la de veces que me he imaginado este momento, de la de veces que he soñado con tener la oportunidad de deciros todo esto. La de veces que me he dicho que no quería una foto, ni un disco firmado, que con un abrazo me conformaba. Puede que para vosotros seamos unas fans más pero para mí lo sois todo, así que sí, muchísimas gracias.

Terminé de dar mi discurso y me sequé las lágrimas que, sin darme cuenta habían brotado otra vez de mis ojos. Todos estaban sin palabras y yo estaba empezando a incomodarme.

- Irene... Eso es precioso. Creo que hablo por todos cuando digo que a partir de ahora no vais a ser unas fans más, os lo aseguro. Y si con un abrazo os conformábais creo que eso si podemos daroslo, ¿no? -dijo Ash, mirando a los chicos.

Disconnected (Ashton Irwin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora