CAPÍTULO 20

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- Irene -

Unos insistentes golpes en la puerta de la habitación hicieron que abriera los ojos y que me pusiera de mal humor. Esperé a que los golpes pararan pero al darme cuenta de que quién estuviera despertándome a estas horas no tenía intención de parar, maldecí por lo bajo y grité:

- ¡Laura, por lo que más quieras abre la puerta!

- ¿Y por qué yo? ¡Ábrela tú!

- ¡Tú estás más cerca de la puerta!

- ¡Está bien! Pero más vale que tengan una buena razón para dar esos golpes joder.

Yo me acurruqué más entre las sábanas y cerré los ojos, negándome a espabilarme aún.

- Ashton, ¿se puede saber qué haces aquí? -dijo Laura.

- ¿Puedo pasar?

- Con tal de que me dejes dormir, lo que quieras.

Escuché la puerta cerrarse, cómo Laura volvía a tumbarse en la cama y después, silencio. Aparté la sábana de mi cara y justo cuando abrí los ojos, noté como alguien caía a mi lado en la cama, aplastándome.

- ASHTON, ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO? -grité con el corazón acelerado debido al susto.

- Te dije que verías mi preciosa cara todas las mañanas -me dijo y, sin verle la cara, supe que estaba sonriendo, que esa situación le parecía divertida.

- Te odio -gruñí.

- Sabes que no es verdad -me respondió aguántandose la risa.

- Lo será como empieces a despertarme así todos los días y me estás aplastando, ¿sabes?

Dije y cuando creía que se iba a apartar, se puso de lado, mirándome y me susurró en el oído, haciendo que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo:

- Te quiero.

Me giré para quedar también de cara a él y sonreí, apartándole el pelo de la cara y dándome cuenta de que me era imposible intentar enfadarme con él.

- Yo también te quiero -respondí mientras dejaba un beso en su mejilla.

Ya totalmente despierta, aparté las sábanas de mi cuerpo e intenté incorporarme para salir de la cama pero Ashton me agarró por la cintura y empezó a hacerme cosquillas. Para vuestra información, la peor decisión que podéis tomar en vuestra vida es empezar a hacerme cosquillas porque comenzaré a gritar como una loca y a dar patadas a todo lo que se me ponga por delante pero Ash no lo sabía así que, pasó todo lo que he mencionado antes y mientras yo gritaba y me retorcía intentando, en vano, que dejara de hacerme cosquillas, él solo se reía, esquivando mis patadas.

- ¡¿Podéis parar de gritar?! ¡Intento dormir! -nos gritó Laura desde el otro lado de la habitación pero, cuando pasaron unos segundos y al ver que no le hacíamos caso, gritó, aún más fuerte-. ¡ASHTON, POR EL AMOR DE DIOS, PARA!

Ashton, sin poder parar de reírse, le hizo caso y yo, con la respiración entrecortada, me levanté de la cama de un salto y, con la mano en el pecho intentando respirar, le dije:

- No me vuelvas a hacer cosquillas... por favor. Odio las cosquillas.

- Eso, no le vuelvas a hacer cosquillas, o sí, pero que yo esté a kilómetros de distancia -intervino Laura, lo que me hizo sonreír.

- Está bien -dijo Ashton, todavía riéndose, con las manos levantadas a la altura de la cabeza, a modo de rendición-. ¿Te espero abajo para desayunar?

Cuando asentí, se levantó de la cama y abrió la puerta para marcharse pero antes de irse, se giró y me guiñó un ojo haciendo que me sonrojara. Cuando por fin se fue, me di la vuelta encontrándome con Laura que me miraba sonriendo.

Disconnected (Ashton Irwin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora