Disconnected (Ashton Irwin)

CAPÍTULO 15

- Irene -

Abrí los ojos, todavía adormilada, y levanté la mirada, sorprendiéndome al encontrarme a un Ashton con los ojos cerrados. Sonreí y le aparté el pelo de la cara pero la sonrisa se borró de mi cara al mirar el reloj. Eran las nueve y eso significaba que mi madre estaba a punto de llegar. En otro momento no me hubiera molestado pero que llegara mi madre y me encontrara durmiendo con Ashton Irwin no era algo que me entusiasmase. Ahogué un grito y eso fue suficiente para que Ash abriera los ojos.

- ¿Qué pasa? -me dijo bostezando.

- Me sabe muy mal decirte esto pero te vas a tener que ir. -dije sonriendo.

- ¿Por qué? -me preguntó confundido-. Ah, tu madre ¿no?

- Exacto. De verdad que me siento mal, nada me apetece más que quedarme aquí contigo.

- No te preocupes pero... -hizo una pausa y me miró divertido-. Me iré con una condición.

- ¿Qué condición? -pregunté, temiendo su respuesta.

- Mañana nos tenemos que ver sí o sí. Además me tienes que enseñar tu ciudad.

- Mi ciudad no tiene nada interesante que ver, y en cuanto a lo de vernos mañana, miraré a ver si tengo un hueco en mi apretada agenda. -dije hojeando una agenda invisible mientras Ashton se reía-. Me parece que tengo el día libre.

- Genial. Entonces, ¿mañana comemos juntos? -asentí con la cabeza y lo acompañé a la puerta.

Me apoyé en el marco y le dediqué una sonrisa a lo que él respondió con otra.

- Nos vemos mañana. Hasta luego Ash. -le dije mientras me acercaba para abrazarle pero el esquivó mis brazos y me dio un beso en la mejilla.

- Hasta mañana Irene.

Después de eso se dio la vuelta y se fue, dejándome ahí parada, con una sonrisa en la cara.

*  *  *

 Cerré la puerta y subí a mi cuarto, con ganas de gritar. Ashton Irwin había estado en mi casa, es más, en mi habitación y de lo único que tenía ganas era de compartirlo con alguien así que, cogí el teléfono y marqué un número que me sabía de memoria.

- ¿Sí?

- LAURA.

- IRENE.

- ¿A qué no sabes qué me ha pasado?

- Creo que me hago una idea. -me dijo soltando una risilla-. Estaba esperando a que me llamaras.

- Espera... ¿tú lo sabías?

- Pues claro que lo sabía. ¿Quién crees que le dio tu dirección?

- Bueno pues gracias, gracias y gracias. Necesitaba verle urgentemente.

- Lo sé Irwin, llevas repitiéndomelo desde hace semanas.

- Eso no es verdad.

- ¿Ah no?

- Bueno vale, puede que sea un poquito verdad pero es que no podía aguantar más, en serio.

- Y cuéntame... ¿qué habéis hecho?

Le conté todo a Laura y hablé con ella hasta que nos quedamos sin cosas que decir, lo cual nos llevó bastante rato. Cuando colgué, me duché, me puse el pijama y bajé a cenar. No tenía mucha hambre pero me obligué a mí misma a comerme una pieza de fruta. Después volví a mi cuarto y me puse los auriculares, intentando que así me entrara sueño porque estaba deseando que llegase el día de mañana.