Capítulo 7

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Sesshomaru se encontraba en su habitación llorando, su madre lo llevo al castillo después de que perdieron de vista el carruaje donde iba Rin y su madre, odiaba tener que separarse de ella, pero solo así estaría a salvo. Bajo la cabeza para mirar el collar que Rin le había regalado eso fue lo que más le dolio porque este le recordó todos los momentos felices a su lado. Lo tomo y lo apretó con fuerza se sentía débil por no haber podido hacer algo para evitar que eso pasara.

Sesshomaru: Rin... prometo recordarte siempre... ¡también juro que siempre seré tu amigo!

CON INU NO TAISHO...

Mientras tanto Inu no Taisho estaba en su despacho causando un gran desastre por todos lados, estaba furioso había buscado a la niña llamada Rin por todo el castillo y no había rastro de ella ni de su madre y para empeorar las cosas ningún sirviente sabía a donde habían ido o donde estaban.

Inu no: ¡Maldita sea! ¡¿Dónde demonios están esa mocosa y su madre?!

Hizo caer varios pergaminos por los suelos al mismo tiempo que rompía cualquier cosa a las paredes provocando más destrozos. En ese momento menos oportuno llamaron a la puerta casi gritando dio permiso para entrar.

Consejero: señor...

Inu no: ¿Qué es lo que quieres?

Consejero: los guardias ya han buscado por el reino entero y no hay rastros de la niña y de su madre, han desaparecido

Inu no: ¿estas completamente seguro?

Consejero: si señor

Inu no: maldita sea. No es posible que hayan desaparecido así de la nada

Consejero: si me permite opinar señor, yo pienso que alguien las ayudo a escapar y ese alguien tuvo que saber lo que estaba pasando

Inu no: nadie sabía de esto más que mi hijo, pero me asegure que no interviniera a menos que...

Consejero: ¿Qué sucede señor?

Inu no Taisho no dijo nada y salió del despacho con una mirada llena de furia, camino por el pasillo. En el camino muchos sirvientes le hicieron reverencia en algunos de ellos pudo ver miedo ante su mirada. Llego a la habitación de su esposa y de un portazo abrió la puerta.

Inu no: ¡TU!

Irasue: ¿Qué te pasa? ¿Por qué entras así?

Inu no: ¡No finjas sabes muy bien porque estoy aquí! ¡tú ayudaste a escapar a esa niña y a su madre!

Irasue: no sé de qué me estás hablando

Inu no: ¡mientes!

Irasue: no estoy mintiendo yo también he estado buscando a Haruka y ningún sirviente la ha visto dime, ¿le hiciste algo para que ella se fuera?

Inu no: esos no son asuntos tuyos

Irasue: ¿es lo único que tienes que decir? Si es así vete porque yo no sé nada de Haruka y mucho menos de su hija

Inu no: bien, pero te advierto que si descubro que tú sabes algo de ellas y me has mentido créeme que lo lamentaras

Irasue: eso lo veremos

Inu no Taisho salió de la habitación cerrando fuertemente la puerta. Irasue se dejó caer en su cama y respiro pesadamente agradecía que no se hubiera derrumbado ante su esposo o este hubiese descubierto lo que había hecho.

Irasue: por lo menos ellas ya están a salvo

CON HARUKA Y RIN...

Habían llegado a la cabaña como la señora Irasue les había dicho, era una cabaña pequeña, pero muy bonita.

Sirvienta del MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora